18. Diversión y efusividad

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No sé cuánto dormí, pero ya era de día y Daniel seguía a mi lado, lo cual me hizo sonreír inmediatamente porque usualmente él es quien despierta primero. Su respiración era calmada y tenía el semblante totalmente relajado, pero sentía sus manos sujetarme firmemente por la cintura. Observé sus lindas pestañas y por un momento sentí un deseo de tocarlas.

Reí silenciosamente y primero acaricié su mejilla con la yema de los dedos. Después acaricié sus labios con mi dedo pulgar y me acerqué un poco para darle un tierno beso. Sin embargo, no despertó ni se movió.

Acaricié su cabello sintiendo lo suave que era entre mis dedos y después llevé el dedo índice cerca de sus pestañas. Cuando estaba a punto de tocarlas, me habló con un tono divertido, pero no abrió los ojos.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó con la voz más ronca de lo usual.

—Nada —dije riendo un poco.

Volteé rápidamente, dándole la espalda porque no quería verlo. Sentí mucha vergüenza de que me descubriera haciendo eso o de que haya estado despierto todo el tiempo y solo fingiera dormir, mientras yo hacía lo que quería, lo cual era peor.

—Acariciarme todo el rostro y besarme mientras duermo no es ''nada'' para mí —dijo remarcando la palabra.

—No hice eso. De seguro estabas soñando.

Reí y me alejé un poco más, quedando casi a la orilla de la cama. Estiró sus manos hasta mí y me atrajo hacia él para comenzar a hacerme cosquillas. Reí mucho más de los nervios e intenté defenderme, pero él era más fuerte que yo.

—Estuve despierto todo el tiempo —dijo riendo—. Desperté antes que tú.

—¡Ya basta! —exclamé divertida.

Pero no se detuvo. Siguió con sus cosquillas en mi abdomen y mis piernas por un rato más hasta que ya no aguantamos las risas. Me dio una suave palmada en el muslo y luego se alejó.

—Deberíamos ir abajo —dijo.

—Sí. Iré a cambiarme—dije poniéndome de pie.

Saqué todo lo necesario del armario y entré al baño por unos largos minutos. Cuando salí, ya lista para un nuevo y aburrido día, Daniel se había levantado y había hecho la cama.

—Oh, hiciste la cama.

—Claro —dijo—. Por si no sabías, sé hacer camas, barrer, cocinar, entre otras cosas.

—Que gracioso —dije entrecerrando los ojos.

—¿Te molesta si ocupo tu baño?

—Sabes que no.

Ambos nos miramos por un par de segundos y reímos de la nada. Sin decir nada, entró al baño y yo aproveché de abrir la ventana de mi habitación.

La mañana la pasé junto a él y fue como si las horas volaran. Le conté acerca del beso con Declan y aunque al principio se enojó un poco, después entendió que era parte del plan de la loca Camille y que en realidad no quería hacerlo.

Después de que Daniel se fue con Will, le pregunté a Cristal si sabía dónde estaba su padre y me dijo que en la academia, así que fui a verlo. Realmente estaba arrepentida por lo que había pasado y no quiero que la amistad con Declan se arruine por la loca Camille.

Entré al salón de la academia de los Night y ahí estaba Declan, sentado en uno de los sofá con la cabeza apoyada en su mano mientras miraba su celular concentrado.

—Hola —dije.

Levantó la cabeza inmediatamente y sonrió mostrando su perfecta sonrisa.

—¿Cómo estás? ¿Ya volviste a ser tú? —preguntó—. Creí que tendríamos por siempre a la loca Cam andando por aquí.

Los Caídos #4 - HechicerosWhere stories live. Discover now