74. Las consecuencias de ser un lobo

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Tristán

He pasado la mayoría de noches con Mia en la casa de los Bravhe porque la había extrañado tanto que me veía incapaz de alejarme de ella. Siempre con su consentimiento por supuesto porque no quería agobiarla.

Ahora eran casi las siete de la mañana y había despertado porque escuché a algunos lobos aullar a la distancia, pero no me preocupé. De todas maneras, no pude seguir durmiendo y Mia lo notó porque volteó y me abrazó por la cintura.

—¿Qué sucede? —preguntó con los ojos cerrados.

—¿Escuchaste a los lobos?

—Sí, pero ya no le doy importancia. Deberías seguir durmiendo.

La abracé, me acurruqué junto a ella e intenté seguir durmiendo. Sin embargo, escuché nuevamente aullar a los lobos y me senté de una sola vez. Miré a Mia a mi lado que estaba desconcertada y me sentí mal por reaccionar así.

—Me están llamando —dije—, puedo sentirlo.

—Tus ojos están amarillos... —mencionó—. Deberías ir. Te acompañaré.

—No es necesario, Mia. Es temprano, hace frío y debes descansar.

—Ya me aburrí de descansar. —Se levantó, se cambió de ropa y buscó uno de mis pantalones.

Me conocía bien como para saber que iría en mi forma de lobo, así que se preocupó de llevar algo para que yo pudiera usar luego. Sin hacer mucho ruido, bajamos al primer piso y salimos de la casa.

Dejé que mi cuerpo se despojara de su carne humana y me transformé sin mayor esfuerzo en el animal que llevaba dentro. Miré de reojo a Mia y le gruñí un poco para que me siguiera. Al ser vampiro, me seguía rápidamente el paso, pero aún así bajé la velocidad para que me alcanzara.

Correr en mi forma de lobo a través del bosque tan temprano en la mañana era una sensación indescriptible. Siempre me sentía completamente libre de preocupaciones y responsabilidades, pero ahora me preguntaba constantemente por qué los demás lobos me buscaban.

Cuando olí a todos ellos, supe exactamente a dónde dirigirme y una vez que estuve cerca, divise a la distancia a la manada de Alana. Sin embargo, había otros lobos allí que no pude reconocer.

Al ver a Mia, aquellos que no conocía gruñeron porque no les agradó su presencia y hasta se acercaron, pero me interpuse y les gruñí mostrando todos mis dientes para que supieran que no debían acercarse a ella.

Concentré toda la energía que tenía en el cuerpo y todos mis huesos sonaron hasta que recuperé mi forma de humano porque esto era un asunto que debíamos resolver como personas civilizadas y no animales salvajes. Me puse el pantalón que me entregó Mia y así, sin zapatos y camiseta, me crucé de brazos a esperar que todos ellos se convirtieran en humanos nuevamente.

—¿Cuál era la prisa? —pregunté a Aaron.

Intenté concentrarme en la cara de todos ellos porque estaban desnudos y no era algo que les incomodase como a mí. Los lobos que no conocía eran un hombre y una mujer joven que probablemente pertenecían a la manada de otra ciudad o simplemente a una manada menor.

—Se corrió el rumor de que un lobo con poca experiencia convirtió a un brujo. Sabes las consecuencias de eso, Tristán. ¿No has aprendido nada?

—Yo no pertenezco a ustedes —dije—. No les debo nada, mucho menos explicaciones.

—Las manadas de todo el país exigen saber por qué lo hiciste. Está prohibido convertir a otros sobrenaturales a no ser que sean emergencias. Lo sabías y aún así lo hiciste.

—Era una emergencia.

—¿Estaba muriendo el brujo?

—No, pero iba a matarnos a todos, incluso a ustedes. ¿Por qué no pueden agradecerlo?

—Vendrán por ti porque ni siquiera tú, hijo del alfa del país, estarás absuelto de los castigos. -Aaron suspiró cansado y se cruzó de brazos-. Pudiste perder el control y matar a ese pobre chico.

—Claro que no, me controlé perfectamente. Saqué solo los colmillos y lo mordí con cuidado, ¿no es así como lo hacen?

—Porque esa es la habilidad que nosotros tenemos, nuestra familia. Si fueses un hombre lobo normal...

—¿A qué se refiere con un hombre lobo normal? —preguntó Mia.

Todos allí miraron de mala gana a mi novia por no saber algo que ni siquiera yo estaba seguro de entender. Mia, por el contrario, solo hizo una mueca y se quedó en silencio para que no la molestaran más.

—Escucha, Aaron, sé que todos ustedes creen que tienen poder sobre mí, pero no es así. Antes de ser lobo, soy nefilim, así que pueden dejar de molestarme. Les dejé claro hace un tiempo atrás que no tengo interés en ser parte de su manada.

-Nadie te puede obligar a ser parte de la manada, pero tienes que saber lo que conlleva ser un lobo solitario.

—Lo tengo más que claro y ya te dije que con los nefilim tengo todo. Ellos son mi familia.

Después de un rato más en que discutimos el tema de Dan, Aaron dio por finalizada la ''reunión'' y toda la manada, incluso los invitados, se fueron en sus formas lobunas. Mi padre biológico, al quedarse solo con nosotros, buscó dentro de una mochila que tenía allí un pantalón y se vistió rápido. Sabía que lo hacía por respeto a Mía, principalmente y también porque cuando no estás con tu manada es algo extraño.

—Una disculpa por el comportamiento de los demás Mia, sabes que yo no tengo nada contra ti. Es más, adoraba a tu madre.

—Sé cómo son los lobos, no te preocupes —respondió ella.

—Tristán, lo que dije antes es verdad y fue enteramente como alfa. Ahora como padre te digo que si alguien viene por ti, pidas mi ayuda, por favor. Yo podré protegerte sea como sea. Nuestra familia ya es objeto de venganza de otros hombres lobos y aprovecharan cualquier oportunidad como una excusa para dañarnos.

—Tranquilo, podré cuidarme solo. Toda la vida me han entrenado para matar demonios, ¿qué daño podría hacerme un lobo?

—Solo ten cuidado, ¿si?

Asentí nada más para que estuviera tranquilo porque si una manada de lobos furiosos venía por mí, los combatiría con todas mis flechas de ser necesario. No me dan ningún miedo y si algo malo pasaba, tenía a mi familia que me ayudaría.

Ya sentía un poco más de frío porque solo estaba usando el pantalón y a pesar de ser parte lobo, no sentía el calor como ellos. Volví a mi forma animal y vi que Mia recogió mi pantalón para luego seguirme de vuelta a su casa.

No me gustaba mucho que mis amigos y familia conocieran cómo era mi relación con los hombres lobos porque son criaturas ariscas y nada amigables, especialmente conmigo por ser ''híbrido'' como decían algunos. El hecho de que me codee con vampiros hace peor el asunto y por eso quise mantener estos dos mundos totalmente separados, pero creo que tarde o temprano tendré que lidiar con ello me guste o no.


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