45. Le pediré ayuda a mamá

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Cuando estuvimos del otro lado, corrí hacia la oficina de Sofia Hunter con Daniel pisándome los talones. Entré sin siquiera golpear y la directora se puso de pie de un solo salto debido al susto que le di.

—¿Qué diablos, Camille? ¿Qué pasa? —preguntó preocupada—. Clemente nos contó...

—Aquí está. —Dejé el frasco sobre el escritorio—. Eso salvará a los chicos. Después de que lo lleves a la guardia, les contaré todo lo que pasó, pero por favor primero ayúdenlos.

Tomó el frasco entre sus manos, asintió preocupada y salió de allí sin decir nada. Tenía toda la esperanza puesta en que funcionaría porque, de no ser así, no sé qué más podríamos hacer para salvar a los chicos.

Salí de la oficina en dirección al salón, ya que le diría a los chicos que debíamos vernos. Me dolía un poco la cabeza y también la vista, lo cual lo atribuyo al cansancio o al exceso de energía de la piedra. Era como si me hubiese succionado parte de mi energía vital, pero dudaba que eso haya sido lo que quiso a cambio porque no tenía tanto valor.

Me dejé caer en el sofá y suspiré exageradamente. Daniel me había seguido todo el trayecto hasta acá sin decir una sola palabra. Sentí que se sentó a mi lado y tomó mi mano entre las suyas.

—Camille, debemos hablar.

—No quiero hablar ahora. Estoy agotada. —Lo miré inmediatamente y podía jurar que me quedaría dormida en cualquier momento—. Ya ni sé si llamar a los chicos porque es tarde, Daniel. No estuvimos ni siquiera un día en aquella isla y mira todo lo que pasó.

—Pero si no resolvemos esto...

—Nada pasará. Podemos hablarlo mañana —dije interrumpiéndolo—. Debes descansar también.

Ambos nos miramos a los ojos y sabía que ninguno quería separarse del otro sin resolver nuestra pequeña discusión, pero debíamos aprender a confiar más y esto era como un castigo. Sin embargo, tuve que olvidarme del plan porque Jas entró al salón, usando una bata de seda azul y unas pantuflas negras. Su cabello lucía hermoso igual que siempre y tenía los ojos adormilados. A su lado estaba Cristal, excepto que ella llevaba puesto la ropa para las misiones.

—Escuché a David hablar con Sofia, así que le avisé a los demás —dijo Tal antes de que preguntara.

—Me sorprende lo rápido que hallaste esa piedra —mencionó Jas—. Te daremos un premio a la chica más rápida del planeta.

—Fue toda una odisea —dije sonriendo un poco.

—¿Entonces encontraste una cura? ¿Qué ofrenda hiciste? ¿Qué te pidió la piedra? —Tal se acercó a mí y se sentó a mi lado, dejándome entre ella y Daniel.

—No sé, supuestamente lo sabré cuando llegue el momento.

Esperamos a que llegaran los demás, incluso Will quien llegó tarde porque vivía lejos. Los mellizos decidieron no venir porque estaban resolviendo unos asuntos en su escuela, lo cual me pareció sospechoso porque era algo tarde. Pero probablemente sea algo referente a Dan.

Les conté a detalle lo que había pasado. Desde lo de Magdalena y sus piratas hasta cuando Dan llegó a través de un portal. La única parte que omití fue la discusión que tuvimos Daniel y yo porque era algo más privado.

—Entonces Dan sí logró llegar. ¿Viste lo que estaba haciendo? —preguntó Tristán.

—Nada. Nos fuimos de inmediato porque podía ocurrir algún desastre.

—Debemos tener mucho cuidado y avisarle a los Walker porque a mi parecer son los únicos que pueden detenerlos —mencionó Adam.

—No es por asustarlos ni nada, pero los Walker ya no no tienen la maldición, así que es difícil que puedan combatir a Dan. —Cristal hizo una mueca.

—Claro, pero son su familia y conocen sus debilidades.

—Dan es un total misterio, Adam. Yo creo que nadie lo conoce a la perfección —dije—. Además, debemos saber qué diablos pasó con Makarius porque claramente Arturo volvió a tomar posesión de él.

—No he vuelto a ver al ángel, así que no tengo idea —mencionó Oliver de pronto—. Si ni siquiera él pudo detener eso, Arturo es más poderoso de lo que pensamos.

—Y astuto porque sabe que no haríamos nada para dañar a Mak —dije.

—Debe haber una manera de atrapar a Dan —dijo Cristal—. No puede ser indestructible. Alguna debilidad debe tener.

—Entonces tendremos que idear un plan para atraparlo y de la manera más humana posible porque todo lo que conlleva magia o energía de algún sobrenatural será usado contra nosotros por parte de él. Puede absorber la energía de lo que sea —expliqué—. Creo que los cazadores podrían ayudarnos.

—Es buena idea, pero muchas de sus habilidades vienen de un ángel también. —Tristán suspiró frustrado—. ¿Qué otra idea se les ocurre? Mi cerebro ya se quedó seco.

—Hay una sola criatura que es inmune a la magia. —La voz de Will por fin hizo acto de presencia y me sentí de alguna manera aliviada.

—Las banshees —respondió Oliver.

—Exacto, pero necesitamos a alguien que sea solamente banshee porque Mia, por ejemplo, se ha visto susceptible a la magia por ser nefilim, elemental y vampira Si estuviera aquí con nosotros y si pudiera controlarlo, tal vez ella sería quien pueda ayudarnos, pero no es así —explicó Will.

—Las banshees son realmente escasas y las únicas que he visto han sido las de la escuela Walker, pero no se encuentran en la ciudad y dudo que quieran ayudarnos —dijo Cristal.

Oliver se restregó los ojos con la mano y caminó de un lado a otro. Cuando se detuvo en medio de la habitación, puso una mano en la cadera y nos miró divertido.

—No puedo creer que por ustedes esté a punto de decir lo que diré. —Negó con la cabeza—. Le pediré ayuda a mamá y espero que por el bien de todos, nos ayude.

—No, no puedes hacer eso —dijo Adam—. Tu madre hará lo que sea por llevarte de vuelta a tu ciudad.

—Puedo intentarlo, Adam.

—Es peligroso.

—¿Puedes confiar en mí aunque sea esta vez? —preguntó Oliver con el ceño fruncido.

Todos allí nos miramos incómodos y yo carraspeé para cortar la tensión.

—Todos confiamos en ti, pero debemos ser precavidos —dije—. Sabemos que es tu madre, pero ¿estás seguro de querer hacerlo?

—Es solo mi madre, ¿qué tan malo puede ser? —preguntó sonriendo un poco.

El pobre de Oliver había hecho y sacrificado más cosas por nosotros que nosotros mismos, lo cual me hacía pensar en lo buen chico que era. Tenía un corazón puro y lo que sea que le haya pasado con su madre debió ser duro. Solo esperaba que esta vez todo fuera bien y nada malo le pasara.


***

Oliver merece una medalla, ¿verdad?

¿Qué les pareció? Sé que está algo corto y no tiene mucha emoción como los demás, pero de todas maneras espero que les gustara.

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Los Caídos #4 - HechicerosWhere stories live. Discover now