14. Un océano de vida en medio de la nada

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Blas

Davina y yo decidimos contarles a Cristal y Mia lo que nos había pasado desde que fuimos al hechicero. Por ahora, preferíamos mantenerlo en secreto o al menos hasta que yo pudiera controlar de alguna manera mi poder. 

La verdad, me tomó como dos días volver completamente a la normalidad porque me la pasé solo, pensando en lo que había hecho con ese hombre. Finalmente, me di cuenta que a veces esas cosas pasan y que yo jamás quise matarlo. Lo único que me tranquilizaba un poco era el hecho de que no hubo sangre ni nada de violencia de mi parte, solo brillos que se desintegraron en el suelo.

—¿Y cuál es la frase? —preguntó Mia.

Nos encontrábamos en la biblioteca de mi academia e intentábamos descifrar la frase que nos dijo el mago para poder saber dónde hallar la supuesta cueva. Era una de nuestras pocas posibilidades de salvar a Camille.

—La cueva que no pertenece a ninguna ciudad. Entre la luz y la oscuridad podrás hallarla —dijo Davina. 

—Si es una leyenda, probablemente es un lugar antiguo —dijo Tal.

Se puso de pie y fue hasta un mueble que tenía un montón de cajones para sacar un papel todo doblado. Cuando volvió con nosotros, lo extendió con cuidado y era un mapa casi del porte de la mesa. Por su color, se notaba que los años le habían pasado la cuenta y también había nombres de lugares que hoy ya no existían.

—La última reina de Atalana debe estar consciente de que su ciudad es la que se encuentra casi en medio, ¿no? —preguntó Cristal.

—Por supuesto —dijo Davina—. Conozco mi ciudad como la palma de mi mano.

—Entonces si no pertenece a ninguna ciudad, debe existir entre ciudades —mencionó Mia— porque el mago dijo que sí estaba en este país, ¿verdad?

—Tiene sentido —dije.

—Hay un lugar entre Atalana y Alana que separa las fronteras. Es como si fuera un punto muerto —explicó Davina—. No pertenece ni aquí, ni allá.

—¿Crees que sea allí? —pregunté.

—Lo he visitado, pero es solo desierto. Jamás vi cuevas o algo parecido —dijo ella—. ¿Además, cómo podría estar entre la luz...?

Se quedó callada y pensativa por unos segundos.

—¿Qué? ¿Qué recordaste? —pregunté.

—Por favor que sea algo útil —dijo Tal.

—Entre la luz y la oscuridad —repitió Davina.

Miraba atenta una parte del mapa y se notaba que pensaba concentradamente, así que puse la mano en su brazo para que hablara.

—¿Qué es? —preguntó Mia.

—Irónicamente Declan me dijo una vez que jamás vendría a vivir a Alana porque era una ciudad oscura llena de demonios y que prefería quedarse en Atalana que era lo contrario —explicó—. ¿Creen que se trate de eso?

—Pero esta leyenda ha ser mucho más antigua que aquella vez cuando crearon la barrera anti magia —dijo Mia.

—Hay una historia de los hechiceros que casi nadie sabe. Ash era uno de los pocos que la sabía —dijo.

—¿Y te la contó? —pregunté.

Ella me miró atenta y luego a las chicas. Asintió lentamente y pude ver que dudó tan solo por un segundo en contarnos, pero finalmente lo hizo.

Los Caídos #4 - HechicerosWhere stories live. Discover now