57. Sacrificios originales

975 156 33
                                    

Cinco días después

Habíamos llegado a un acuerdo, junto con los directores también, en buscar a los tres sacrificios originales para poner la maldición de vuelta en ellos y que todo siguiera su curso natural. Intentaríamos ayudarlos, claramente, pero no había mucho que se pudiéramos hacer.

Tristán no consiguió casi nada de información porque, según los Green, los padres de Cora eran muy estrictos en cuanto a compartir sus planes secretos con el resto de la familia. Los Walker, por otro lado, tampoco sabían mucho porque sus abuelos se llevaron sus secretos a la tumba.

En fin, Eric y yo íbamos a ir a buscar ayuda a algún lado hasta que Davina nos dijo que había alguien que pudiera tener información. Se trataba de un mago que Blas y ella conocieron hace un tiempo atrás, así que emprendimos camino.

La verdad, le pedimos a Cristal que leyera la memoria de Davina y luego me mostrase a mí para poder hacer un portal directo allá porque no podíamos perder mucho tiempo en viajes innecesarios.

—Esto fue mucho mejor que caminar por horas, chicos —dijo Davina sonriendo feliz.

Ya estábamos frente a una cabaña en medio del bosque muy lejos de las academias. No había nada de especial aquí y con especial, me refiero a algo mágico. Solo había un hombre cortando muchos troncos que tenía a su alrededor y cuando nos vio, se sorprendió mucho, pero en cuanto notó que se trataba de Davina, sonrió ampliamente. Ella corrió hasta él y le dio un abrazo amistoso, mientras intercambiaban un par de palabras.

—¿Deberíamos acércanos?—pregunté a Eric.

—Claro.

Cuando estuvimos junto a ellos, el hombre me miró curioso, lo cual me causó intriga porque no sabía si Blas le había hablado de mí o de alguno de los chicos.

—Lograste sacar la oscuridad —dijo él—. No puedo creerlo. Sabía que Blas tenía potencial, pero nunca pensé que podría salvarte.

—Bueno, es él quien necesita ser salvado ahora —dije triste.

—Me enteré —mencionó—. Soy Abraham Aymerich, chicos, un gusto conocerlos.

—Eric Walker —dijo el chico extendiendo su mano para saludar al mago.

—Yo soy Camille. Estamos aquí porque necesitamos tu ayuda, por favor, eres nuestra única esperanza —dije—. Te pagaremos lo que sea por información.

—Davina es mi amiga ahora, así que no se preocupen por eso.

Nos invitó a su linda cabaña y nos acomodamos como pudimos en el sofá, mientras que él ocupó una silla del comedor. Davina, quien era la que le tenía un poco más de confianza, le contó lo que sucedía con el árbol y también toda la historia que pasó con los sacrificios y nosotros.

—Sé que los Walker y los Green tuvieron algo que ver al quitarle la maldición a los tres nefilim que debían ser sacrificados originalmente —explicó Abraham— y ellos estuvieron aquí.

—¿Qué? —grité emocionada—. ¿Los conoces? ¿Puedes decirnos dónde están?

—Ellos acudieron a mí cuando les quitaron la maldición porque comenzaron a sentirse muy mal. Tenían pesadillas, malestares físicos y empezaron a tener alucinaciones. Todo producto de la maldición. No cumplieron con lo que la naturaleza dictaba, así que a cambio les dieron todos esos males.

—Estúpido balance arruina vidas —dije—. Insisto en que es una tontería.

—El asunto es que no los veo desde hace mucho tiempo y no sé donde están.

Los Caídos #4 - HechicerosWhere stories live. Discover now