10. Peleas

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Mia

Había venido a las academias para ver a Tristán, pero cuando iba a entrar donde los Wells, vi a Cristal llegar en uno de los autos. La esperé para preguntarle si había visto a Blas, pero se veía triste y tenía los ojos rojos y aguados.

No sé qué le habrá pasado, pero la abracé de inmediato y se largó a llorar silenciosamente. Juro que mataría a quien sea que le haya hecho daño porque no lo merecía, no después de todo lo que le ha pasado y lo linda que ha sido.

Después de unos minutos, nos alejamos de las academias y nos sentamos frente a frente en el pasto para poder hablar. Me contó lo que había pasado con Christopher y todo lo que había dicho al igual que ella, lo cual me pareció perfecto porque actuó como un patán. Está bien que tomara alguna decisión, pero eso no significa que deba actuar así.

No podía evitar preocuparme, de todas maneras, porque es mi papá y lo quiero. Iría a verlo en un rato para ver cómo está porque no quiero que cometa alguna locura. Sé que probablemente lo que le dije influyó en su pensamiento y me sentía algo culpable, pero él era lo suficientemente adulto para diferenciar entre lo bueno y lo malo.

—Entonces terminaste con él —dije.

—No podía seguir así. Sabes lo complicado que es todo en este momento —dijo secándose una lágrima.

—Creo que, por el momento, Christopher no debería estar con nadie —dije—. Aún es muy inestable.

—Debes ayudarlo, Mia. Eres la única a quien va a escuchar. —Suspiró y tomó mi mano—. Aún lo quiero, pero sé que lo que pasó, puede volver a suceder si me quedo con él. Prefiero prevenir.

—Está bien —dije—. Debes hacer lo que crees correcto para ti, Tal. No te sientas culpable porque es mi papá. Sé diferenciar.

—Gracias. Me sentí tan arrepentida de dejarlo solo cuando me vine. No sabes cuánto necesitaba escuchar las palabras que me acabas de decir.

De pronto, otro auto llegó al recinto y solo vi una cabeza pelirroja dentro. Declan bajó y vino directo a nosotras, ya que probablemente reconoció a Cristal y era raro que estuviéramos aquí.

—¿Qué pasó? —preguntó.

Cuando vio a su hija aún con los ojos rojos y brillantes, frunció el ceño y se agachó para estar a su altura.

—¿Qué te pasó? ¿Estás bien? —preguntó—. No, claro que no estás bien.

—Nada, estoy bien —respondió Tal.

—¿Quién te hizo esto, Cristal? —preguntó—. Dime ahora.

Cristal bajó la mirada y Declan me miró inmediatamente. Me puse nerviosa porque lucía realmente terrorífico enojado, hasta podría decir que lucía peor que Christopher.

—Si no me dices qué te pasó, buscaré a cualquier Night para que te lea la mente aunque vaya contra las estúpidas reglas.

—Terminé con Christopher.

—¿Te hizo algo? —preguntó—. ¿Cristal, te tocó? ¿Te hizo daño?

—No, no...yo me defendí.

Declan se puso de pie y se fue directo de vuelta a su auto. Estaba rojo de la furia y la vena de la frente se le marcaba más de lo usual. Cristal y yo nos miramos asustadas y fuimos tras él porque nada bueno iba a pasar.

De pronto, como si todo estuviera en nuestra contra, Clemente salió de la academia y le gritó a su amigo.

—¿Declan, por qué te vas? —preguntó—. Te estamos esperando.

Los Caídos #4 - HechicerosWhere stories live. Discover now