Nada va a ir bien

1.3K 175 6
                                    

Esjalar mira la cama donde han tumbado a su alumna... Le han quitado los restos del vestido que aún se encontraban pegados a su piel y lo han sustituido por una sencilla bata de tela de un color verde claro... Varias personas han pasado a visitarla, incluida una preocupada Jezabel, un atónito Tánatos y varios nobles agradecidos por sus heroicos actos... Sin embargo, Esjalar es el único que ha estado ahí todo el tiempo, observando como el desmayo causado por el dolor se transformaba en un reparador sueño cuando la herida se había cerrado por completo... Los médicos no habían conseguido encontrar ninguna explicación a lo que ha pasado pero aún así le habían ofrecido a Esjalar que la chica pasase la noche en el hospital para tenerla bajo observación. El semielfo, incapaz de decidir sobre una situación de la cual desconocía más de la mitad de lo ocurrido, acetó sin pensarlo demasiado... Pese a que su alumna parecía encontrarse fuera de peligro, no quería arriesgarse a que algo extraño pasase con un médico a más de cinco minutos como máximo.

Y ahí estaba, mirando a una chica durmiendo en su cama, cubierta por mantas gruesas y cálidas y con una sonrisa en la cara... ¿Como podía seguir sonriendo incluso después de lo ocurrido?

Los periódicos no habían tardado en hacerse eco de lo ocurrido... Titulares tan sensacionalistas como "Una velada relajada termina siendo una sangrienta masacre" o "Rem Kardan, la muerte albina, gravemente herida tras extrañas circunstancias". La prensa iba como loca detrás de los que habían presenciado lo ocurrido pero, por suerte, si hay algo que los aristócratas saben hacer es ser discretos con los asuntos que el monarca ordena y, efectivamente, Tánatos ya había dejado claro que lo que había pasado ahí dentro ahí dentro debía quedarse...

El capitán tampoco había abierto la boca y cuando los periodistas fueron a atosigarle no tardaron en darse cuenta de que no diría nada.

Esjalar, por su parte, nunca se había descuidado tanto... Los ojos se le habían enrojecido por la falta de sueño constante, una incipiente barba empezaba a crecer en su mentón y aún llevaba puesto el traje manchado de sangre de la última noche... Pese a que los médicos le ofrecieron cambiarse de ropa, el semielfo se negó a salir de la habitación por miedo de que a Rem la pasara algo estando él ausente. Por el mismo motivo también rechazó cambiarse en la habitación misma, a sabiendas que, en caso de que la chica despertara, seguramente la situación le resultase increíblemente incómoda... 

Y eso fue lo primero que vio Rem al despertarse. Esjalar dormitaba, a medio camino entre el sueño y la vela cuando oyó que la chica soltaba un pequeño gemido, señal de que empezaba a despertarse. Eso le alertó de inmediato y en pocos segundos ya estaba al lado de la cama, observando cada minúsculo movimiento que Rem pudiera hacer...

La chica abrió los ojos y empezó a desperezarse, sin caer en cuenta de que su maestro la estaba mirando hasta un buen rato después...

-Hola-

Dios, esto parecía tan estúpido... Aunque claro, ¿que no lo parecería después de lo ocurrido? Incluso un discurso grandilocuente hubiera resultado insuficiente en ese momento...

Esjalar, ante una situación tan extraña, en la cual no se había encontrado nunca, no pudo evitar echarse a reír. Una seca carcajada subió por su garganta  la vez que una lágrima bajó por su mejilla.

------------------------------------------------------------------

Todo ha sido tan extraño... Me siento descansada, cargada de energía, pero aún así creo que no estoy preparada para lo que me encuentro al despertarme.

Esjalar me mira con expectación, como si estuviera ansioso por algún evento en particular. No sé exactamente qué hacer, así que me limito a saludarle, como si no hubiera estado a punto de morir.

Danza de demonios: La chica y el dragónWo Geschichten leben. Entdecke jetzt