Danza de demonios: La chica y el dragón

Interrupción de nigromante

El banquete que pasa justo después de la bienvenida es espléndido: Hay todo tipo de comidas, para hacer que los alumnos que vienen de mas lejos se sientan a gusto. Tanto los humanos como los animales se hartan de comida rápidamente, y nos dedicamos a hablar con los alumnos invitados. Se ve que, durante esta semana, tendremos que compartir habitación con uno, así que socializo todo lo que puedo.

A nuestro curso nos han asignado los alumno que vienen de Japansk, un lejano país oriental... Curioso, cuanto menos. Fue uno de los primeros países en implementar su propia escuela de magia. El nuestro, Merikanst, fue el primero, al crearse Hogskola, pero no tardaron en unirse... Todos los demás. Hoy, alumnos de siete países se reúnen en el colegio de magia mas grande jamás creado.

Comemos comida de todos los lugares. Un chico de Japansk me ofrece unos rollos de arroz con pescado crudo en su interior... Nada mal, la verdad. Aunque soy mas de carne.

La gente pasa por nuestra mesa simplemente a ver el dragón, incluso el director de unos de los colegio, el de Maskiner, si no me equivoco. Un conocido país por su fabricación y invención de todo tipo de máquinas y mecanismos. El hombre tiene un brazo mecanizado... Curioso, lleno de engranajes y piezas metálicas.

Con su brazo humano acaricia la cabeza de mi dragón y elogio su buen estado de salud. Su brazo emite una serie de chasquidos y se mueve, como si fuera un brazo normal, para coger una libreta de su bolsillo y anotar algo en ella. El hombre me mira y sonríe.

-¿Esto? Un pequeño aparatito que yo mismo he creado. Una combinación perfecta de magia y tecnología... Con un poco de tiempo, cosas de este tipo se comercializarán por todo el mundo y...-

Me suelta una explicación larga de narices que escucho (a trozos) Por simple cortesía. Finalmente, me felicita por haber conseguido la confianza de un dragón y se marcha otra vez a su mesa.

-Ay dios... Como venga otro como él me mato-

De repente, uno de los directores baja de la tarima, con la mirada un tanto ausente. Los demás le miran, pues parece que le has abandonado en medio de una conversación. Puede que vaya al baño, o que acabe de acordarse que tiene algo importante que decirle a alguno de sus alumnos.

De repente, se eleva de forma brusca en el aire, con la cabeza inclinada hacia atrás,como si una cuerda invisible lo jalara del pecho.

-Oh dios mío...-

Una serie de gritos se propaga por el lugar, expresiones que van desde la sorpresa hasta el pánico invaden todos los rostros de la sala, y Selene observa a su amigo, con la boca abierta y la tez pálida.

En clase de estudio de las criaturas mágicas hemos estudiado los demonios de bajo nivel. Uno de los signos mas significativos de estos es que, al no tener el nivel mágico suficiente como para materializar su propio cuerpo, toman el de los otros seres vivos y lo van alterando lentamente. También hemos estudiado los signos mas claros de una posesión: Levitación forzada, ojeras, comportamiento errático... Aunque no es usual que se dé tan rápido, el comportamiento del director antes de empezar a flotar hace que mis sospechas augmenten.

De repente, el hombre empieza a hablar con una voz gutural, inhumana, aterradora.

-Alumnos... Invitados, profesores... Muchos no me conocéis pero algunos...- Se gira hacia la mesa de los directores con una macabra sonrisa - Otros si... Incluso demasiado bien... ¿Me equivoco, Selene? - Vuelve a girarse hacia nosotros y sigue hablando - Mi nombre es Tánatos. Es posible que algunos conozcáis a mi maestro... Necros.-

Una exclamación recorre todo el salón... Necros... Conocido como el primer nigromante. Obviamente no fue el primero, pero se le llama así porque fue el que se dedicó a matar indiscriminadamente a civiles, mujeres, niños... Y magos. Se le conoce precisamente por conseguir matar a muchos de ellos. Demasiados. Se necesitó la intervención de muchos archimagos para conseguir derrotarle.

-Siiii... Veo que todos le conocéis... Me alegro que alguien como él no fuera olvidado . Él... Me hizo tal y como soy ahora... Pero no creáis que mi cuerpo es de este viejo decrépito- Mueve los brazos, mostrando el cuerpo del director, un hombre cincuentón un tanto encorvado - No... Soy mas fuerte que nunca y...-

Antes de que termine su frase, un haz de luz golpea al cuerpo del director y nos ciega a todos. El hombre cae al suelo.

Selene se alza de su mesa con aire imponente.

-Esto se trata de algún tipo de broma de demasiado mal gusto. Alguien ajeno al colegio se ha dedicado a introducir un demonio de bastante bajo nivel, como habéis visto, en el cuerpo de uno de nuestros estimados invitados... Necros no tenía ningún aprendiz. Mataba a todos los magos que se ponían a su alcance. Esto es una tontería, y pienso encontrar al responsable-

 Selene se gira con dignidad y se retira, seguida de inmediato por los demás directores. Dos infermeras recogen al director poseído del suelo y se lo llevan hacia la infermería. Todos nos quedamos callados, sin saber que decir y, poco a poco, todos vamos hacia nuestros cuarto sin mediar palabra.