Luchas confusas

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Jatte hace girar lentamente su bastón mientras se acerca muy despacio a su adversario. El chico fardón, que no ha escatimado elogios a si mismo entre batalla y batalla, apunta su espada hacia ella de forma amenazadora. Salme tiene ganas de darle un puñetazo que rompa esa sonrisa tan perfecta.

El chico mira a Jatte con desdén y lanza su primer ataque, dirigido directamente al pecho de la chica, una parte difícil de cubrir con el tipo de arma que esgrime, aunque la chica se las arregla para desviarlo con un golpe lateral. 

Un giro rapidísimo golpea al vanidoso chico justo en el brazo, pero se las apaña para seguir esgrimiendo la espada. Bien por Jatte. Noto que el agarre del chico es mucho mas débil que antes.

La batalla transcurre entre ataques mas o menos bien hechos, pero finalmente, Jatte desarma al chico con un golpe en la muñeca que produce un desagradable crujido y un grito de dolor de  por parte del chico. 

Krig dice al chico que vaya a infermería y indica la siguiente pareja: Celeste y Varg. La pelea resulta intensa. La chica se mueve con habilidad, esquivando los golpes de enano mientras intenta atestar golpes con su Anemoi a velocidades astronómicas. El enano, por su parte, da fuertes golpes y coloca el hacha en el lugar justo para atacar justo después de una defensa impecable. Es, con diferencia la pelea mas larga de todas. Acaba con los dos contrincantes agotados, y Varg asesta el último golpe que arranca el Anemoi de las manos de Celeste.

El resto de batallas no tiene nada destacable. Una elfa tiene un buen manejo del arco, pero al pasar a una batalla mano a mano no acaba demasiado bien. Un chico con un manejo de las pistolas espectacular resulta ser fuerte, pero le quitan la espada de las manos a su segunda estocada y una mestiza maneja la hoja curva con velocidad, pero tiene poco equilibrio y eso le hace caer deprisa.

La primera ronda termina con los siguientes resultados: Pasamos Bewit, Celeste, Bía, Varg, el chico de la coleta, el vanidoso (Maneja bien la espada, al fin y al cabo), un chico alto que ha combatido cuando no estaba, un semi elfo que tiene unas cuchillas con cadenas en sus manos y yo. Un grupo curioso.

El primer combate es de Celeste contra Bía. La primera se las arregla para dar unos buenos golpes, pero la fuerza de la segunda le abruma, y la porra termina por arrancarle el delicado bastón de sus manos. Éste se clava en el suelo, lejos de las manos de Celeste, y el combate lo gana Bía.

El segundo enfronta a Jatte y al chico que, pese a ser alto, es sobrepasado de forma evidente por la chica con sangre de gigante. La batalla dura poco. Los golpes del chico son rápidos y precisos, pero Jatte la supera en velocidad y, gracias a su tamaño, en fuerza, por lo que la espada del chico termina clavada en el suelo y él de rodillas, con una de las hojas de metal apuntando a su cuello de forma amenazadora.

Jatte se ve extraña cuando pelea... Salvaje, por decirlo de algún modo. Es... Curioso ver como cambia su carácter durante una lucha.

La siguiente batalla resulta ser de mi contra el chico vanidoso. Ya he tenido suficientes batallas verbales por hoy, así que le callaré la boca antes de que la abra. 

Nos ponemos el uno delante del otro y, sin saber porque, este chico me cabrea. No sé si es su forma de hablar, su manera de moverse... Me irrita. ¿Puede que se deba a que ha atacado a mis amigos? Eso sería una estupidez... ¡Era un entrenamiento! Bueno... ¿Qué mas da?

El chico se dispone a hablar, pero hago una barrida que hace que caiga, ya que no me ha visto venir. Es habitual proteger el torso, los brazos y la cabeza mientras dejas de preocuparte por la seguridad de tus pies. 

Se golpea duramente contra el suelo y, antes de que pueda reaccionar, le pongo la espada al cuello. Me mira con rabia, pero suelta su arma en señal de rendición. No me gusta humillar a la gente, pero tenía la sensación de que lo mejor era terminar deprisa.

Miro el resto de peleas con indiferencia. Veo como Bía es eliminada por Jatte y Bewit es apalizado por el semi elfo. Lo último no es un espectáculo agradable. Las cuchillas no le cortan, pero el golpe no puede ser evitado, y su cuerpo se llena de moretones. 

Acompaño a Bewit a la infermería, a que le pongan algo de hielo, y cuando volvemos, vemos que el semi elfo se encuentra inconsciente, delante de el chico de la coleta.

El último me mira, se relame los labios y sonríe.

-Vaya, vaya... Salem, ¿Verdad?... He oído hablar mucho de ti... Esto se va a poner interesante ¿No crees?-

Una sensación desagradable, como si acabara de pisar un insecto descalza,  hace recorrer mi cuerpo con un escalofrío horrible. El chico me mira con ojos amarillos, y, cuando este sonría, veo que tiene los dientes afilados como cuchillas. Sin quererlo, noto como mis dientes se afilan de igual manera, y le contesto con un bufido amenazador.

Esto último le sorprende, pero recupera la compostura con rapidez, y vuelve a sonreírme.

-Lo que te decía... Muy interesante-

Mi último oponente no me ha gustado nada, pero este me gusta aún menos... Algo me dice que es una persona peligrosa. Recupero la compostura y me dirijo hacia el lugar asignado para el combate. 

El grito de Krig indica el inicio del combate, y luego, todo se deforma.

Danza de demonios: La chica y el dragónWhere stories live. Discover now