Historias entrelazadas

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La pared es relativamente fácil de escalar... Por suerte, una buena fuente de información nos aseguró que el guardia de esta zona no estaría, aunque prefiero no saber el porqué... En poco tiempo llego hasta arriba del todo, desde donde puedo observar todo el edificio... Pero donde nadie puede observarme a mí.

A estas horas nadie estará en el tejado... De hecho, es algo poco habitual incluso durante las horas de luz. Los de mantenimiento suelen dedicarse más a las armas, a los gimnasios y a la fachada, pero pocas veces tienen cura del tejado de piedra. Al fin y al cabo, se ha mantenido impasible durante siglos, ¿Que puede pasar si no se limpia durante dos o tres meses?

Miro a mi alrededor y veo una atmósfera tranquila, calmada, sin nada que la perturbe, por lo que empiezo a avanzar en dirección a la parte central del edificio, donde se encuentran las habitaciones de los cargos realmente importantes... Y donde está mi objetivo.

El poder militar del país se encuentra bastante bien distribuido, eso evita que, en caso de la muerte de un alto mando, el ejército no quede incapacitado o, peor aún, en manos de un incompetente. Aún así, es obvio que hay gente que tiene un nivel superior... Y ese es el caso del general Esjalar... La marea de la muerte.

Los distintos reyes a los que ha servido han dado todo lo que han podido para prolongar su vida, con la esperanza de que eso les salvaría en caso de guerra... Y han hecho bien. Se le considera, después de los comandantes de las hostes demoníacas, el mejor estratega de guerra que ha existido jamás... Y vengo aquí a matarle.

Los rebeldes tenían la esperanza de que, después de ser ayudado por magos que le prolongaron la vida, le ayudaron en sus batallas y le curaron las heridas a él y a sus soldados, este se fuera sin dudarlo al bando revolucionario... Pero se equivocaban... Nos equivocamos. El hombre no hizo nada cuando Tánatos irrumpió en el castillo, mató al rey y se puso su corona, se sentó en su trono. El hombre conocido por proteger a su monarca con toda su alma se convirtió en un traidor... Pero no me envían aquí a por venganza.

Me envían aquí porque su muerte desestabilizará la situación del ejército nacional... Puede que eso nos permita avanzar en algunos terrenos alejados de la capital, como Uggla, y ganarnos la ciudad del corazón de la montaña sería realmente una gran ventaja...

El pensamiento se me va, sin quererlo, hacia el colegio de magia que nunca he visto... Me imagino un enorme ventanal, en el cual está apoyada mi hermana, puede que regando las flores que le dimos, o comiendo las galletas que le regalamos...

"Aguanta, Salem. Solo un poco más"

Saber que el colegio logró resistir a los ataques de Tánatos casi me hace llorar de alegría. Selene se comunicó con nosotros, pero yo no estaba en la sala de los altos mandos revolucionarios... Solo soy un simple soldado. Preguntarle por Salem hubiera sido... Estúpido. Al fin y al cabo, puede que ni siquiera haya visto a mi hermana... O que no se acuerde de ella.

Pero no me hace falta preguntarle a Selene... Sé que Salem está viva. Tiene que estarlo. Habrá aprendido a luchar, sabrá defenderse y combatir con magia... Será un hueso duro de roer.

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Mientras Slig caminaba por los tejados de la academia, con centenares de soldados durmiendo bajo sus pies, no sabía que nunca había tenido tanta razón... Y no tardaría en descubrirlo

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Un poco más tarde  

Ya hace rato que Slig y yo nos hemos fundido en un cálido abrazo cuando se separa de mí, con los ojos aún húmedos y me mira de arriba a abajo.

Danza de demonios: La chica y el dragónWhere stories live. Discover now