Danza de demonios: La chica y el dragón

Elección y habitación

Antes de darme cuenta de nada, me encuentro sentada en una mesa larguísima, con infinidad de chicos más, de mi edad para arriba. Veo que a mi lado se encuentra la chica alta y al otro celeste. Veo como el chico bajo se encuentra al lado de Celeste, y que todos están tan confundidos como yo... No recuerdo haber venido hasta aquí...

-Vaya...Así que dragones, ¿Eh?- Oigo que dice alguien detrás de mí. Al girarme, descubro que no es ni más ni menos que Luften, que me mira sonriente, como si disfrutara de mi confusión.

-¿Como se supone que he...?-

-Ya te dije que quién elegiría sería vuestro corazón. El resto de vuestros sentidos se ofuscan hasta que llegáis a la mesa que mejor se adapta a vuestro ser...-

-¡Esto no me lo dijiste!-

-Eeeeh... ¿Despiste?-

-Anda, tira hacia tu mesa, si no tenías que decírmelo no pongas excusas, dilo y ya.-

-Bueno, vale, lo siento- Dice el elfo alzando las manos en señal de rendición.- ¿Contenta?-

-Sí, la verdad, me moría de hambre- Respondo yo cogiendo un par de pinchos de carne cebolla y queso de un plato cercano. El elfo se sienta a mi lado y entabla una amigable conversación (a gritos) con un chico del otro extremo de la mesa.

El banquete que se extiende delante de nosotros es digno de la realeza como mínimo. Un sinfín de platos conocidos y por conocer se extienden delante de mí. Los alumnos mayores nos miran a los nuevos con curiosidad y alegría. Un chico de pelo castaño y mas bien fornido me coge del hombro y me sacude con fuerza.

-Me alegra que haya tantas crías de dragón este año, será divertido ver cómo os las apañáis para caminar por el colegio los primeros días, será muy entretenido- El tono es amigable, el chico me cae bien.

Me mira con unos ojos color miel y me sonríe.

-Me llamo Gnist, encantado-

-Salem, igualmente- Nos damos un cálido apretón de manos y el grita.

-¡Hey, nenazas, mas crías acaban de salir del huevo! ¡Démosles un bienvenida digna de las antiguas serpentes!-

(Nota de la autora: Las antiguas serpentes o antiguos dragones son los dragones mas poderosos, sabios y viejos, son conocidos por ser unos impecables manipuladores de la magia y tener una sabiduría casi infinita. En este colegio algo digno de una gran serpente es algo digno de admiración, respeto o culto, respecto a lo de crías, es un apodo para designar a los nuevos)

Una serie de vítores se propaga por la mesa, y veo como unos cuantos chicos y chicas se sonrojan y bajan la cabeza con timidez. Los nuevos. Somos fáciles de identificar. Celeste y yo parecemos las mas adaptables. Sonreímos abiertamente y asumimos las bromas y los cumplidos con humor.

Hacia el final de la comida estoy cansada, afónica y eufórica, todo a la vez.

Gnist se levanta de la silla y vuelve a gritar otra vez.

-¡Dragones, nos vamos a la ala este, nos vemos mañana en clase ¡IGNUS, HONOR ET VIRTUS!-

Los demás responden con entusiasmo:

-¡IGNUS, HONOR ET VIRTUS!-

Muchos de ellos se levantan y empiezan a seguir al chico. Siendo la nueva, seguiría al grupo, pero prefiero dejar que Luften me guíe. El elfo se levanta e indica que le sigamos, por lo que los nuevos (unos veintitantos chicos y chicas) empezamos a desfilar detrás suya.

El camino está bastante bien indicado. Las alas de los castillos están indicadas con dibujitos del animal perteneciente a cada casa que indican direcciones, por lo que seguimos un camino de dragones y flechitas que nos llevan a un pasillo amplio que termina de repente. Vacío. Esto es muy raro, juraría que el grupo de chicos mayores estaba justo delante de nosotros...