Cuidado con los S

1.5K 173 1
                                    

La clase me ha dejado bastante hecha polvo. Hemos estado practicando diferentes ejercicios para novatos durante dos horas seguidas... Es, cuanto menos, agotador. Estoy completamente sudada. Planeo ir hacia las duchas femeninas nada más haber comido.

Creo que los demás empiezan a entenderme... Rasgo entre mis recuerdos para ver conversaciones pasadas con ellos, y veo que no hay ni mucho menos la misma confianza, pero ya no me hablan como a una extraña... Algo es algo. Lo que más me sorprende es que a media conversación Adal viene de la mesa del grupo B... Que yo sepa, que se mezclen personas de distintos grupos no está restringido, sólo es muy inusual... Adal no me parece mala persona, pero creo recordar que no debo confiar en nadie.

Se une a nuestra conversación con mucha normalidad, como si no supiera que acaba de hacer algo que hace que, aún ahora, diez minutos después, casi todo el comedor le esté mirando. Actúa con normalidad hasta que la gente se va girando y vuelve a la normalidad, aunque veo miraditas mal disimuladas de vez en cuando.

-... El torneo es dentro de dos semanas, pero al entrar unas cuantas preparatorias más, se harán las eliminatorias de esta dentro de la academia misma con una semana de anterioridad... Eso quiere decir que la semana que viene os saltaréis bastantes clases, si decidís presentaros, claro... Aunque si no os las saltaréis igual, no está bien visto que los alumnos no vayan a animar a sus compañeros durante las eliminatorias... Y el torneo mismo, claro. Durará un par de días o tres, no me acuerdo, y estará abierto al público, por lo que se usará el estadio entero... El año pasado fue humillante. Los de la región de las montañas nos aplastaron... Todo por su sangre enana, les da una fuerza brutal, aunque son todos unos enanos...-

En cuanto dice ésto pienso en Varg... Si no me equivoco, antes de que partiéramos del colegio decidió ir destinado a la región de forja, al ser un enano le cogerían más fácilmente. Me pasaré por la zona de los herreros en cuanto pueda... Ahora que lo pienso, está hablando sobre el torneo... No sabía que se hacía eliminatorias en la academia misma... Pensaba que los aspirantes iban directamente al torneo... Aunque claro, visto de este modo parece normal, supongo que no se quieren arriesgar a enviar a un incompetente que les avergüence en la competencia contra los otros sitios...

Escucho atentamente el monólogo de Adal, que narra con detalle extremo el sistema de calificaciones, los posibles jurados, los tipos de combate y lo común que es o no el otorgado de ciertos rangos... Parece que podría estar hablando durante horas, pero el timbre le interrumpe... Hoy tendremos clases de tarde, si no me equivoco algo más de entrenamiento físico, así que voy corriendo hacia el gimnasio, todavía masticando algo de estofado.

Cuando llego veo que no hay nadie... Es raro. No todos, pero si que hay bastantes chicos que suelen llegar con algo de antelación a clase. Veo que, colgada de la puerta, hay una nota, que parece haber estado escrita a toda prisa.

"Alumnos, por favor, diríjanse al la tercera salida que da al patio de armas"

Voy hacia ahí, caminando en dirección contraria a la masa de gente... Miraculosamente, consigo llegar, encontrándome a mis compañeros en el camino, así que al menos ellos no tienen que ir al gimnasio para deshacer todo el camino después.

Cuando llegamos a la entrada nos encontramos con un hombre alto (Por el amor de dios,¿ es que no hay nadie de estatura normal aquí?) que nos sonríe mientras nos mira de arriba a abajo.

-Vaya... Tenemos buenos alumnos este año... Id tirando hacia esa zona de ahí, donde hay sacos de boxeo y demás cosas, yo esperaré al resto de vuestros compañeros-

El hombre dice esto mientras señala un lugar del patio que, efectivamente,está plagado de materiales para trabajar el combate cuerpo a cuerpo. Vemos que ahí ya hay unos cuantos chicos golpeando los sacos o calentando.

Voy mirando el lugar y reviso los sacos uno por uno. El cuero del que se encuentran recubiertos está desgastado, indicando su no precisamente falta de uso. El olor a sudor y sangre casi cubre completamente el del cuero mismo. Más de un alumno se debe de haber dejado los nudillos en estos sacos.

El profesor no tarda en venir otra vez, acompañado de los chicos que faltaban. Se para delante de nosotros y se presenta, con su característica sonrisa aún en la cara.

-Muy buenas, mi nombre es Al y seré vuestro entrenador de combate cuerpo a cuerpo. Si no me equivoco, este año algunos de vosotros tienen planeado inscribirse en el torneo... Y es mi deber informaros que una tercera parte de éste consiste en el cuerpo a cuerpo. No tengo ninguna duda de que sois jóvenes formados y prometedores, pero tenéis que tener en cuenta que os enfrentaréis a chicos y chicas que han pasado los dos últimos años de su vida practicándolo, así que dos semanas de entrenamiento, por muy intensivo que sea, no os servirán de mucho... Aún así, para los que lo queréis intentar con todas vuestra fuerzas, estaré disponible para clases de tarde si así lo deseáis... Bueno, eso es todo. Hoy empezaremos con algo sencillo: Os enfrentaré uno a uno para ver vuestras habilidades y haceros un entrenamiento a medida... No soy tan rápido como Sugar, pero creo que podré con vosotros...-

Antes de que pueda terminar la frase, alguien le da un capón por detrás. Éste se gira, entre adolorido y sorprendido, y vemos que ha sido nuestra instructora de lucha armada.

-Te dije que no me llamaras así- No parece enfadada en exceso... Parece más bien una broma entre antiguos compañeros.

Nuestro instructor sonríe mientras le da una palmada en el hombro (más musculado que el suyo y casi igual de alto)

-Chicos, os presento a Sug.... a Susanne, aunque supongo que ya la habréis tenido en clases... En el fondo es un cacho de pan-

-Te recuerdo que quedé por delante de ti en la promoción-

-Ya ya, pero sabes que por aquel entonces la lucha cuerpo a cuerpo no valía mas de un treinta por ciento, mientras que la esgrima contaba un cincuenta... Así cualquiera me gana-

-Sí, sobretodo porque parecías un mono con un palo-

-Siempre tan cruel... En el fondo me quieres-

Susanne se ríe y se va hacia el gimnasio número tres, donde supongo que le deben de esperar para una clase... Es la primera vez que veo a nuestros profesores como personas, la verdad.

De repente, se detiene y me mira fijamente. Después de eso, mira a nuestro entrenador y dice:

-Ve con cuidado con ella, Al. Clase S-

El profesor se queda callado un momento mientras vemos como se marcha, pero después recupera el hilo de la conversación rápidamente.

-Pues, a lo que iba... No hace falta que me dejéis inconsciente para ganar, sólo que me deis lo suficientemente fuerte como para que lo note. Iremos empezando por orden de rango, de menos a más, así que los que seréis los últimos podéis ir calentando con los sacos o lo que queráis-

La clase se parece sospechosamente a la de lucha armada, pero sin espadas. Es la primera vez que lucho sin arma... Aunque Eris alguna vez lo ha hecho y, como mínimo, algo sabe. Voy calentando mientras miro la pelea y hablo con mis amigos... Es verdad, el profesor no es tan rápido despachándonos como Sugar... que diga, Susanne, pero teniendo en cuenta que no usa ningún tipo de arma y eso implica un acercamiento más notorio, sigue siendo bastante veloz. Quien más problemas le da es Jatte, seguida de cerca por Dimitri. La primera, pese a no llegar a la altura del entrenador, le descoloca un poco cuando se tiene que enfrentar a una nueva proporción, y el último había practicado ciertas artes marciales con Krig de pequeño (Creo que me lo contó antes en el comedor)... Aún así no duran más de siete minutos cada uno.

Cuando me toca a mí me siento como con mariposas en el estómago. Aunque no estoy tan nerviosa como en la clase de lucha armada. En ese momento no era uno, tenía que contener partes de mi misma, pero ahora creo que podré hacerlo con más facilidad, como quien controla la fuerza con la que lanza un balón... Aún así esta pelea me pone un poco de los nervios...

Al me mira desde las alturas y sonríe un poco.

-¿Procura no hacerme daño, ¿Vale?-

En cuanto dice esto me relajo un poco. Obviamente es una broma. No parece mal tipo, de hecho... pero no puedo evitar pensar: "Procura no aplastarme, por favor"



Danza de demonios: La chica y el dragónWhere stories live. Discover now