Gay Panic |Chaesoo| Editando.

EPÍLOGO

Me he sentido un poco cansada últimamente a causa de los compromisos que hemos tenido. La enorme energía de mis hijos no me da tanto espacio como antes pero amo a mi familia con todo mi corazón. Son preciosos. Mis mellizos nacieron muy saludables, Chaeyoung no se cambia por nadie de lo feliz que está de ser madre. Serán nuestra pequeña compañía ahora que Haneul está por terminar la preparatoria. Lo último me tiene muy triste porque voy a extrañar mucho a mi niña dulce, pero supongo que así es la línea de la vida y no podrá estar con nosotras para siempre. Nuestra hija mayor resultó teniendo muchos dotes artísticos tanto como mi esposa, le gusta pintar, tocar la guitarra, canta precioso y también va en el equipo de animadoras, es muy polifacética sin perder la conducta, pues es muy tranquila, noble y a veces algo tímida, no obstante, con la ayuda de Lili que es una enorme chispa a su lado mi hija ha logrado hacer muchos amigos.

He estado algo sentimental últimamente pensando en el día en que llegara su graduación y en qué se irá de nuestro lado pronto, pero no lo he dejado salir mucho para no preocuparla a ella o a Chaeyoung. Me duele el corazón.

─¿Leo? ─pregunté en cuando entré a casa de mi madre. Lisa y mi hermana estaban de viaje al igual que mi madre y Seulgi, entonces mi esposa y yo nos quedamos con los niños, bueno, los adolescentes. Negué riendo. No lo encontré en la sala de estar, entonces como el buen comelon que es quise ir a buscarlo a la cocina a ver si estaba allí.  ─Mmm. ─ni rastro. Giré mi cuerpo y me estremecí del susto al ver a un adolescente semi desnudo viéndome coquetamente.

─Mmm... Hola, guapa. ¿Te perdiste? ─preguntó coqueto acercándose a mí sin descaro alguno. Me veía de arriba abajo de forma irreverente.

─Estoy buscando a Leo, ¿dónde está? ─pregunté con seriedad, aunque sinceramente estaba soportando la risa.

─Bueno... podemos ir a buscarlo juntos... ─se apoyó con su mano izquierda de la encimera. ¿Así coquetean hoy en día? Es gracioso. ─Haré lo que quieras.

─Te diré lo obvio. Estoy casada y soy mucho mayor que tú, niño.

─Eso no es problema. ─sonrió coqueto. ─Puedo demostrarte que no soy un niño como piensas. ─guiño su ojo de forma experta.

Jajajaja.

─¿Qué diablos haces, idiota? ─mi sobrino apartó su mano desestabilizandolo. ─Hola, tía. ¿todo está bien? ─asentí en cuanto se separó de nuestro abrazo. ─Disculpa a Theo, es un inmaduro hormonal. ─lo fulminó con la mirada. ─Te golpeare sí vuelves a intentar cualquier cosa con mi tía. Sal de aquí, irrespetuoso. ─mi sobrino imponía físicamente. Su altura era basta y su contextura corpulenta y musculosa lo hacía lucir bastante amenazante, sin perder su enorme belleza. Muy guapo al igual que sus madres.

─Gracias mi león, pero no buscó que discutas con tus amigos. ─tome su mano e inmediatamente relajo su mirada. ─¿Hablaste con tus madres?

─Sí, lo hice hace un rato. Están muy contentas, pasar tiempo a solas les ha sentado muy bien.

─Me alegró. Ahora... no quiero que se queden solos, así que ven con tu hermana a casa. Pronto te irás a trabajar de nuevo y ya no te veré tan seguido. ─soltó una risita. ─Si, sí... estoy sentimental.

Terminamos abrazados unos minutos más y luego me perdí en el pasillo de regreso a casa. Mis mellizos se encontraban jugando videojuegos en su habitación. Mi pequeña niña está vez salió con el cabello castaño claro al igual que mi hombresito, ambos con los dos lunares característicos de la mejilla izquierda de Chaeyoung. Son preciosos. No me quedé mucho tiempo allí o me quedaría jugando más de lo normal. Mis chicas no estaban por ninguna parte, pero una melodía tenue podía apreciarse así que opté por ir al estudio.