Gay Panic |Chaesoo| Editando.

CAPÍTULO 10

──¡Ya basta, Yuna! ─le exigia Lia muy enojada.

──Eres una bebé, no aguantas nada. ─le contestó Yuna claramente burlándose. ──Una bebé que necesita su biberón para no llorar cada segundo.

¡Oye!

──C-Cállate... eres una idiota. ─bufó Lia con los ojos llenos de lágrimas justo antes de salir corriendo y azotar la puerta.

Cielos.

Yuna es una persona que dicta fácil a los demás, pero aún así supe que algo andaba mal con ella; si algo no iba como ella quería la tomaba contra Lia cada maldita ocasión hasta que la hacía llorar.

Básicamente desquitaba su vida con la persona más inocente y noble; Lia es muy sensible y todo suele alterarla y Yuna lo sabía de primera mano y justamente por eso lo hacía a propósito.

Es una aprovechada.

──No la vuelvas a molestar, Yuna. ─bufé mirándola con el ceño fruncido. ──Al menos en mi presencia no le hagas eso a Lia. ─sentencié con enojo.

No puedo exigirle demasiado porque no soy la autoridad competente, pero aún así como ser humano no puedo dejarlo pasar.

──¿Y si no te hago caso? ─Yuna dió un paso hacia mí con rebeldía. ──¿Qué? ¿Qué vas a hacer? ─otro pasó. ──No eres nadie para decirme que no puedo. ─otro pasó con altanería. ──O que si puedo hacer. ─finalizó muy cerca de mi rostro fijando su mirada en mis labios.

Insolente.

──Definitivamente aquí la bebé eres tú, Yuna. ─le solté con todo.

Hay que ver o esperar su reacción y simplemente me fui corriendo Lia.

Corrí y corrí lo más rápido que pude y aún así no lograba verla, no obstante, como pude en medio del afán giré mi rostro y pude ver como entraba a la oficina de Tzuyu, por esa razón me dirigí hacia allí, pero entonces algo me golpeó fuerte en el hombro y caí inmediatamente al suelo.

──¡Auch! ─me agarré el hombro porqué sentía una fuerte punzada allí por el impacto.

──¿Estas bien? ─preguntó y levanté la vista. ──Dime qué estás bien... por favor. ─se llevó ambas manos a la cabeza con preocupación.

No lo puedo creer...

¿Que hace Haein aquí?

──Lo estoy. Tengo que irme. ─me levanté con debilidad y dolor y como pude caminé en dirección a la oficina de Tzuyu en busca de Lia. ──¿Me estás siguiendo? ─Haein venía detrás de mi y eso me incómodo.

──No, claro que no. ─él simplemente rió. ──Es que voy allí también. ─contestó refiriéndose a la oficina de Tzuyu.

──Okay. ─rodé los ojos porque él seguía viéndome fijamente muy socarrón.

Lo que me faltaba.

Al llegar a la oficina golpeé dos veces y finalmente escuché a Tzuyu dándonos el pasó.

──Haein... Bienvenido. ─saludó Tzuyu y luego hizo una pausa. ──Está en el baño. ─se refirió a Lia, por ende me encamine hacia allí muy apurada.

En cuanto ingresé y Lia me vió se desmoronó.

──J-Jichu. ─sollozó entre tiriteos.

──Oye. No vuelvas a irte de esa manera. ─le hablé fuerte mientras la abrazaba y luego le di un beso en la cabeza como compensación. ──Estás dejando que ella gane, pequeña. ─limpié sus lágrimas. ──No sé lo permitas porque ella lo disfruta.