CAPÍTULO 108

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Esa noche Jisoo se fundió en el mundo de los sueños y en eso Yeri aprovechó para indicarle un nuevo rumbo al pilotó. No irían a Seúl en primera instancia, pues la rubia y la amiga de la pelinegra habían ideado otra idea para Jisoo, así que se pusieron en acción. El viaje no tardó demasiado y pronto una pelinegra confundida preguntó.

─Yerm, ¿a dónde me trajiste? ─preguntó Jisoo confundida al sentir algo de calor y ver tantas personas rubias en cuanto el auto se avanzaba.

─Estamos en Melbourne, Australia. Bienvenida de nuevo, cariño. ─sonrió la más baja tomando la mano de Kim.

─¿Qué? ¿Por qué? ─preguntó Jisoo un poco afligida. ─Yerm, tengo que estar en otro lugar... no quiero pasear ahora. ─apartó la mirada algo frustrada. ─Hay muchas cosas que tengo que resolver antes.

─Ese asunto no supone ningún afán... además, esté lugar está lleno de innumerables recuerdos. Rosé y yo pensamos que sería una buena idea y qué te ayudaría a recordar. ─frotó su pulgar sobre la piel de su contraría y Jisoo dejó escapar un suspiro a la vez que negaba sonriendo con la cabeza, enternecida por el mensaje de amor indirecto que le enviaba la rubia. No habían pasado más de dos días y Rosé continuaba preocupándose por ella. Le parecía demasiado linda y considerada. ─Así qué planeo ser tu guía. Te va a encantar. ─le guiñó un ojo y Jisoo asintió sonrojada por la acción de su contraria.

En principio Yeri quiso descansar, así que como solía hacerlo en el pasado quiso llevar a Jisoo a su departamento, aquel que en algún momento tuvo que abandonar por falta de dinero. La más alta parecía contenta y cómoda conviviendo con la pareja; Moonbyul y Yeri parecían unas personas demasiado amorosas entre sí, que incluso lograron remover algo en su interior, una sensación de vacío se plasmó en el pecho de Jisoo y suspiró viendo hacia a la ventana. Al cielo aún lo adornaban muchas estrellas y se alegró de ver algo tan majestuoso luego de tener una pesadilla y perder el sueño a la madrugada. Una lágrima de dolor se deslizó por su mejilla derecha, responsable de enmarcar esa sensación de añoranza y pensó en Rosé, así qué en contra del sentido común tomó su celular y le marcó. El buzón repico unos instantes y luego oyó un suspiró enternecedor, pues en el lugar en el que se encontraba la rubia la media noche lo adornaba.

─Mmm. ─un quejido perezoso. ─Oh... Jichu, ¿estás bien? ─preguntó la rubia preocupada.

─S-Sí, l-lo siento, no debí llamarte, v-voy a dejarte dormir. Adi... ─preocupada y apenada Jisoo quiso colgarle a Rosé, sin embargo, la rubia se adelantó a decir.

─No... ─la pelinegra se detuvo. ─No puedes dormir, ¿no es así? ─Jisoo se quedó en silenció avergonzada, su esposa la conocía demasiado bien y así mismo lo identificaba todo al instante. ─Vuelve a la cama. ─pidió la rubia con voz dulce y Jisoo hizo lo mandado sosteniendo el celular contra su oído izquierdo. ─No sabés lo mucho que adoro que me hayas llamado a mí y no a alguien más. ─las mejillas de Jisoo se tornaron rojas. ─Tu subconsciente aún me recuerda... ─suspiró la rubia enamorada. ─Solíamos hacer ésto antes cada que estábamos separadas por trabajo. ─Jisoo sonrió apretando su pecho con su mano derecha. ─Tú nunca me dejaste sola un instante, siempre me hacías saber de una u otra forma que estabas junto a mí. Así que nos quedabamos viéndo a través de la pantalla o simplemente oíamos nuestros suspiros mientras nos quedabamos dormidas. Eso era suficiente para sentirnos más cerca.

─Eso es muy lindo... ─pronunció Jisoo y Rosé quisó gritar de alegría, de amor.

La más linda aquí eres tú, pensó la rubia, sin embargo, dijo. ─Así es, también solíamos...

Esa madrugada el corazón de Chaesoo se llenó de mucha felicidad y calidez al oír y sentir tanta dicha a causa de las palabras de la rubia. Jisoo se sentía muy contenta y Rosé aún más enamorada cada que su esposa hacia una que otra pregunta llena de inocencia. Luego de unas horas Jisoo logró dormirse y la rubia sonrió contenta al saberlo en cuanto la oyó suspirar pesado, sintió un poco de impotencia por no estrujar esas mejillas o abrazarla contra su pecho protectoramente, sin embargo, su corazón se sintió feliz a causa de la plática tan dulce que había tenido con su menor. Esos pequeños detalles y momentos compartidos juntas la enamoraban más sí es que eso era posible ya.

Gay Panic |Chaesoo| Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora