CAPÍTULO 86

289 36 16
                                    

A medida que recorría el lugar, se me asemejaba mucho a una especie de base militar vieja o algo parecido, la infraestructura era distinta a todo lo que ví antes. Las paredes eran de roca y los túneles que Wendy mencionó eran muy oscuros, tan solo eran iluminados por una pequeña luz en el techo; no había mucho más a mi alrededor, solo algunas cajas reposaban contra las paredes con objetos viejos encima, y la fría brisa me hacía temblar el cuerpo. No había nada útil.

Avancé lo más rápido que me permitieron mis heridas; iba rozando las paredes con mi mano izquierda, apoyándome e intentando mantener el equilibrio en mis pisadas. Tenía la vista algo nublada. Mi cuerpo temblaba de frío, pero también, podía sentir como el sudor se deslizaba por mi frente. Estaba enfermando poco a poco. Giré mi cuerpo, era el cuarto giró a la izquierda que hacía y el camino parecía ser eterno. No estaba consiguiendo nada.

─Agua... ─trague fuerte, y me acerqué rápidamente a la botella que reposaba sobre unos trozos de madera. No lo pensé y la bebí muy rápido, de una sola vez, hasta que vacíe el recipiente. Por fin. ─Ahh... mmm, sí.

─¿Qué fue eso? ─oí la voz de un extraño y me apresuré a esconderme detrás del borde de la pared, justo dónde cambié de dirección. Me asomé sólo un poco y una puerta se abrió de pronto, parecía una puerta escondida, empotrada en la pared. Un hombre con una escopeta en mano, apareció y echó un vistazo al lugar, buscando evidencia del extraño sonido. Comenzó a caminar de un lado a otro, investigando.

─¿Que pasa? ─oí otra voz proveniente del interior de la puerta. Otro hombre apareció. Eran dos. Respiré hondo. Mi corazón palpitó como loco.

─Creí escuchar algo, pero no es nada. Debe ser de arriba. Regresemos. ─el extraño se dió la espalda.

Cerré los ojos con fuerza por un instante y salí de mi escondite agachada. No me oyeron y continuaron caminando rumbo a aquella puerta. No lo pensé, a éste punto todo estaba sobrevalorado. Pedí perdón mentalmente, por lo que estaba a punto de hacer. Me acosté en el suelo y accione el arma cuatro veces contra ellos. Dos balas en cada uno y cayeron al suelo.

─Oh, Dios gracias. ─suspiré tranquila.

Debo apresurarme. Me fui poniendo de pie lentamente y me asomé a aquella puerta. Era un tipo de oficina con muchas cosas vitales para mí. Lo primero que mis ojos vieron fue una botella de Tequila y la tomé en mi mano al momento. Rebusque rápidamente en los cajones del escritorio y encontré: balas, tijeras, cinta, una engrapadora dañada y polvo, mucho polvo. Inmediatamente comencé a maquinar la manera de curar mis heridas; sería muy doloroso, pero no tenía otra salida. Me recosté en el escritorio, y comencé a retirarme el vestido, rasgandolo al momento.

─Agh... Mierda. ─mis manos temblaban a medida que retiraba la prenda. ─Oh, no, no. ─la herida de mi abdomen era un poco larga, seguramente por la presión que ejerció Kai; logró desgarrarme un poco la piel, podrian ser tres centímetros de largo tal vez. Inhale profundo. Tomé la botella de Tequila con mi mano izquierda, y con la otra tome la grapadora vieja. Mi pecho subía y bajaba por la adrenalina, mi corazón latía muy rápido, tenía mucho pánico, mi sangre no paraba de salir y no iba a morir aquí. No así. No por Kai. Le di un sorbo enorme a la botella y sentí al instante como quemaba mi interior.

─¡Carajo! ─cerre mis ojos con fuerza, me quemaba el cuerpo. Todo me ardía. Otro sorbo en mi garganta y un chorro sobre mi abdomen lacerado, y por último, cuatro grapas para cerrar la herida. ─¡AAAH! DIOS MIO. ─la botella se deslizó de mi mano, rompiéndose en el suelo. Creí que me iba a desmayar, pero no fue así. Un pitido resonó en mis oídos. ¡Tu puedes Kim! Tome la cinta y comencé a cubrirme todo el abdomen, tan doloroso, mi herida sangraba, pero ya no como antes, ajuste el agarré y tragué fuerte todo el dolor, limpie mis lágrimas y salí de ahí.

Gay Panic |Chaesoo| Editando.Where stories live. Discover now