CAPÍTULO 75

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Eso fue extraño pero a la vez muy liberador. Eunyeong era buena persona, no sentí en ningún momento, desde que la conozco, que hubiese sido grosera, mucho menos que se haya dejado llevar por los remordimientos. Tzuyu tenía razón en describirla como una mujer dulce y sencilla. En su momento pudo tener mucho dinero, sí, pero no me parecía que se tratara de la típica persona egocéntrica o narcisista, por lo simple, Jiyu era cálida, alocada y sencilla... no escondía nada, dejaba todo a la luz. Al igual que ella, que se dejó ver expuesta y continuó. En las personas, eso es valioso, pues dejan ver su verdadera esencia.

─Hasta que por fin apareces. Ya me estaba quedando dormida. ─bostezó Jihyo. ─¿Qué pasó?

─Me quedé hablando con Eunyeong... Haein estaba aquí e intentó aprovecharse de ella.

─¿¡Qué!? ¿Qué? ─exclamó sorprendida.

─Hablamos del pasado. ─suspiré. ─Fue muy incómodo, pero ella pareció verse mejor después de eso.

─Mierda.

─Haein, se aprovechó de su estatus, le quitó mucho dinero a Eunyeong y ahora ella planea divorciarse porque tiene claro de que él nunca la amo, solo la estaba usando. ─afirmé recostandome sobre su hombro. ─Terminó pasando lo que pensé que pasaría.

─No puedi siguir tu estili de vida. ─bufó. ─Maldito imbécil. Jamás voy a olvidar lo que te dijo, mucho menos lo que te hizo. No puedo perdonar a nadie que te haga daño. ─comenzó a acariciar mi cabello. ─Encima es tan descarado para volver y pedirte dinero, no tiene vergüenza. Ahora sí, vuelve la serpiente a morder cuando estás en el mejor momento de tú vida y sobre todo cuando sabe que tienes dinero. Iugh, es que lo odio.

─Ya, hermana. Déjalo estar. No conseguirá nada de mi. ─me incorporé y comencé acariciar su mano.

─Dios, es imposible que no me altere. Es un incordio. ─tomo una bocanada de aire. ─Jichu...

─¿Mmm?

─¿Tengo algo aquí? ─preguntó señalando su cuello, justo en la parte izquierda bajo el lóbulo de su oreja. Me acerqué a inspeccionar su piel y tan solo tenía un rastro de labial, nada más.

─Oh, ¿como pudo llegar tu barra labial hasta allí? Vaya. ¿Te volviste contorsionista o qué? ─mencioné en un crudo sarcasmo.

─No me jodas que te ví mal parada con esa niña. ─contraataco bajando del auto.

─Tengo la conciencia tranquila. No como alguien. ─justifique entrando a la casa detrás de ella. Llegamos hasta la cocina y nos miramos cómplices. Luego, el silencio se cubrió de risas. ─Te estoy jodiendo. ─dije riendo.

─Yo también. ─completo. ─Oww, mi preciosa esposa nos dejo spaghetti. ─pegó un saltito. ─¿Quieres? ─preguntó y asentí. Me dolía el estómago. Era demasiado tarde y la mayor parte de él estaba lleno de alcohol. ─La amo tanto... cosita rica, piciosa. Siempre pensando en mí. No está molesta después de todo. ─expresó contenta encendiendo la estufa.

─Te salvaste. ¿Dónde está el café? No puedo hablarle a Chaeng así. No quiero oler a alcohol... y ni hablar de lo sudada que estoy.

─Ve a bañarte. Te ves del asco. ─rio. ─Para cuando salgas tendré lista la cena y algo de café para ti.

─Oh, sí. Te quiero tanto. ─exclamé alto y Jihyo soltó una carcajada.

Dirigí mis pasos a un pequeño baño que tenían cerca al cuarto de lavado. Era un auxiliar, pero era suficiente para mí. Me miré al espejo y mi maquillaje seguía en su lugar, sin embargo, mi piel brillaba en exceso por todas partes y mi cabello estába húmedo a causa del sudor. Tomé algo de ropa de Jihyo. Me desnude y comencé a lavarme lentamente. El agua caliente me erizaba la piel a medida que iba retirando el shampoo. Lave mi cabello exhaustivamente y salí de la ducha totalmente despejada. Me sentía mejor y mi cabeza ya no daba tantas vueltas. Me vestí rápidamente, cepille mi cabello y rebusque un cepillo de dientes bajo la encimera, lo saqué de la caja y comencé a cepillarme los dientes, minutos después volví con mi mejor amiga.

Gay Panic |Chaesoo| Editando.Where stories live. Discover now