CAPÍTULO 59

266 25 19
                                    


Calvin me tenía enamorada. Era increíblemente amoroso y dulce, jamás me habría imaginado sentir algo así. Pensaba que más allá de mis sobrinos no podría encontrar esa reciprocidad tan única que él me ofrecía. No me hacia sentir incómoda, todo lo contrario, me hacia sentir aceptada y cuidada; se encariño conmigo, tanto como yo lo hice con él. Luego de ese día, no pude evitarlo, él se negaba a soltarme o a dejarme ir y mi corazón se apachurraba cada que él tenía una rabieta cuando debía dejarlos. No me quedaba, me iba antes de que fuera muy tarde y él simplemente no lo entendía; incluso quería que lo llevará conmigo y luego Tristan entraba en acción reprendiendolo. Me dolía actuar así con él, pero no podía hacer que ese apegó creciera, debía irme y sabía que lo tendría que dejar atrás al igual que a su padre. Intenté hablarlo con Tristan, pero se negaba a la idea y simplemente evitaba el tema. Nuestros encuentros se volvieron mucho más constantes, ya que no solo compartía con el, si no también con Calvin.

─¡No me lo puedo creer! Seguiste actuando como madrastra. ─suspiró con agotamiento.

─No lo soy, Nayeon.

─Por supuesto que lo eres. Justo ahora estás con el niño, cuando ni siquiera es tu responsabilidad. ¡Mierda, Soo!

─No, no lo es, pero quise invitarlo al parque de diversiones, ha querido venir siempre... ─mire a Calvin y sonrió ampliamente mientras sostenía mi mano libre en lo que hablaba por celular. ─Sabés que me iré, cálmate. ─susurre.

─Nada de ésto está bien. ¿¡Dónde se supone que está el guapote de su padre!? ¿¡Ya hablaste con él!? ─pregunto histérica.

─No grites, por favor.

─Chichu, ¿Podemos ir al carrusel? ─preguntó contento y asentí dejándome guiar con él.

─Tristan no tarda en llegar, está algo retrasado, hablaré con él... lo voy a solucionar.

─Debes estar aquí sin falta o te mataremos. ¡Te juro que te voy a golpear, Kim! ─regaño.

─Lo sé, lo sé... ¡Que pesada eres!

─¡Trae tu trasero a Seúl! Te amo, bye. ─finalizo colgando la llamada.

Calvin me miró con un puchero y supe que quería que nos subieramos rápido. Iba a hacerlo, pero entonces el personal de seguridad comenzó a pedir que todos salieran del juego; uno de ellos levantó a un pequeño niño por la camisa estrujandolo un poco mientras lo alejaba lejos del cordón de seguridad. Tristan siempre exageraba con la cantidad de guardias que disponía para nuestra seguridad, y ya tenía suficiente con los míos; parecía como si tuviéramos un ejército a nuestro alrededor.

─¡Oye! ¡Oye! ¿Que hacés? ¡Lo estás lástimando! ─regañe. Me sentí muy enojada cuando oí llorar al pequeño niño.

─Es por su seguridad mademoiselle, Kim.

─¡Es un niño! Se más cuidadoso. ─dije acercándome a él.

─Si algo le ocurre a usted o al niño Berhauthramm, el señor nos matará. Es por su seguridad. ─dijo cabizbajo.

Respecto a la seguridad Tristan nunca daba su brazo a torcer, sin mencionar, lo sobreprotector y controlador que se había vuelto cada vez que saliamos, no le reprochaba absolutamente nada, luego de enterarme de que justo la falta de está, fue una de las causantes de la muerte de su esposa.

─Está bien, solo ten más cuidado la próxima vez. ─mencione y asintió. ─¿Estás bien? ─le pregunté al pequeño niño que reposaba en el suelo. Él me miraba con algo de miedo, traía la ropa desgastada y rota, sus manos estaban muy sucias y su mejilla tenía un par de cicatrices. ─¿Tienes hambre? ─pregunté y su cara se iluminó. ─Soy Jisoo. ─le ofrecí mi mano para que se levantará y el la tomo con pena. ─¿Como te llamas? ─pregunté y Calvin rodeo mi cintura con sus brazos. Acaricié su mejilla y se relajo un poco. Estaba entrando en su modo protector.

Gay Panic |Chaesoo| Editando.Onde histórias criam vida. Descubra agora