CAPÍTULO 36

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No sé cuánto tiempo llevó aquí, pero logré divisar una botella vacía en la mesa más la que todavía tengo media llena en mi mano derecha. 

──¿Entonces ella no te defendió? ─me preguntó.

──N-No... e-ella solo s-se quido viendo... y ya.. ─le dije con dolor y luego tomé un gran sorbo adicional. 

──Ay, cariño. ─me tomó por la mandíbula. ──Te ves muy triste. 

──¿C-Crees que.. debi... golpailo? ─pregunté buscando su mirada. 

──No, claro que no. Es un hombre mayor,  hiciste bien al contenerte. ─respondió acercándose más a mí.

──Nah... lo qui sea. ─bufé tomando otro sorbo. 

──Al parecer eres una buena persona. No mereces estar así. ─me tomó por las mejillas. ──Asegurate de sonreír más seguido.

──¿C-Cuál es... ti nombre? 

──Oww. Soy Marisa. ─ella paso sus dedos justo por debajo de mis parpados consiguiendo retirarme las lágrimas. ──Así está mejor... ─sonrió. ──No llores más o me harás llorar a mi también. ¿Cómo te llamas?

──Jis-...

──¡Alejate de mi amiga! 

Escuché gritar a... ¿Nayeon?

──Ugh, cálmate. No estoy haciendo nada malo. Tranquila. ─Marisa se alejó inmediatamente. 

──Si, ajá. Claramente te estas aprovechando del estado de Soo, imbécil. ─Nayeon me agarró del brazo. 

──N-No, Nayeon... ─balbuceé viendo a Marisa alejándose.

──Jihyo, ven aquí conmigo ahora. ─exigió Nayeon. 

──¡Jichu, por Dios! Por fin te encontramos. ─Jihyo se acercó corriendo e inmediatamente me abrazó muy fuerte. ──Estábamos muy preocupadas por ti.

──Ayúdame. Soo, pesa demasiado. ─jadeó Nayeon halandome.

──Y-Yo... puedu sola... ─me levanté e inmediatamente caí al suelo. 

Mi cabeza dolió al instante, entonces sentí un pitido en mi odio izquierdo.

──No seas terca. ─Im me tomó del brazo una vez más. ──Te lastimaste la frente. Serás idiota, Soo. ─me dió un regaño. ──Ayúdame a levantarla, Jihyo. Muévete, demonios.

──De verdad eres pesada, Jichu. ─Jihyo me agarró por la cintura y Nayeon hizo lo mismo. 

──Jihyo... Im... ─balbuceé y las lágrimas me traicionaron una vez más. ──N-Necesito hablar con... mamá... mamá... ─sollocé. ──Jen... h-hermanita...

──En un momento. Ya casi llegamos, me aseguró de que tomes un café cargado y luego marcas. ─mencionó Nayeon, entonces apoyé mi cabeza en su hombro. 

No puedo dejar de llorar.

Me siento culpable y muy triste.

──Abre la puerta, Jihyo. ¡Maldita sea! ─le pidió Nayeon exasperada. ──Soo, pesa demasiado en está condición. Me va a aplastar.

──Voy, voy... ¿Dónde tienes las llaves? ─Jihyo suspiró comenzando a toquetearme por todas partes. ──Por fin, Jichu. ─me dió un besito en la frente. 

Al momento Jihyo abrió la puerta, entonces mis amigas me ayudaron a entrar. 

──Bébelo. ─me exigió Nayeon, pero me negué. ──Ya no llores más... ─me pidió Nayeon acariciándome la mejilla. 

Gay Panic |Chaesoo| Editando.Where stories live. Discover now