Gay Panic |Chaesoo| Editando.

CAPÍTULO 39

Ver la inicial de mi nombre colgando de su cuello, me hacía sonreír como una tonta enamorada. Ella dormía profundamente entre mis brazos abultando sus labios, algunos mechones dorados cubrían sus pestañas de manera desordenada, por lo que acomodé uno a uno suavemente y con esmeró. Pasé mi pulgar delicadamente por el contorno de sus cejas y por encima de sus pómulos, contemplándola. Chaeng es demasiado bella, no podría describirla con palabras, mi corazón la idolatra sin control. Acaricié todo el largo de su espalda con mucho cariño, su piel suave y tersa me provocaba un colapso en todos mis sentidos. No quería despertarla así que detuve mis caricias. Nos cubrí del todo con la sabana y me deleité con sus pequeños suspiros y sonrisas involuntarias, tal vez, estaba teniendo un buen sueño. No pude contenerme a causa de su ternura y le di un pequeño beso, rosando sutilmente nuestros labios.

Habíamos dormido todo el día luego de nuestro mágico momento de amor, no quise separarme de su lado y ella estaba muy cansada, bueno, yo también lo estaba, el viaje y la fiesta habían acabado conmigo. Le di un beso en la frente y empecé a revisar mi celular; había varios mensajes de felicitaciones por parte de mi madre, Jennie, Nayeon, Jihyo, Moonbyul, Lisa, Ryujin, Cristopher, las chicas y hasta Suzy... me sorprendió. Empecé a responder cada uno educadamente entre pequeñas risas por lo cómico que me parecieron algunos, sobre todo el de Jihyo y Cristopher... entré al chat de Suzy y casi pegó un saltó, un suspiró pesado abandonó mi boca; me enviaba una foto de ella semidesnuda, únicamente cubría sus senos y su intimidad con la mano, pero dejaba a la vista su trasero y cada detalle de su figura... me puso completamente nerviosa "Feliz Cumpleaños pequeña cachorrita, ven a morderme". Mis manos temblaban, bloqueé el celular y lo dejé de lado intentando respirar de forma normal.

─Mmm. ─se removió en mis brazos y acaricié su hombro.

Abrió los ojos lentamente y me miró completamente sonrojada.

─Buenos días mi ángel. ─la acerqué más a mi cuerpo, rozando nuestros pechos. ─¿Cómo te sientes?

─B-buenos días mi amor. ─dijo tomando las sábanas intentando cubrirse. ─Me s-siento muy bien, descansé lo suficiente.

─Bueno, dormimos un día enteró. ─reí.

─¿Cómo? ─preguntó casi en un gritó. ─No, no, no. ─se sentó de golpe en la cama.

Soltó la sabana dejándome ver su espalda desnuda y su lindo trasero.

─Ven aquí. ─la tomé de la cintura rápidamente, soltó un pequeño gritó y la regresé a mis brazos. ─No me has saludo como debes amor. ─enrede mis brazos en su cintura impidiéndole cualquier movimiento y pegue mi frente a la suya.

Su cara se tornó completamente roja y su mirada era de confusión.

─E-eh... me siento muy avergonzada. ─hizo una pausa. ─Es la primera vez que estoy desnuda frente a ti y t-tu, tu t-también. ─sus ojos bajaron a mi cuerpo, solté una carcajada y desvío la mirada.

─¿Te gusta lo que ves? ─pregunté socarrona y humedeció sus labios.

─T-todo de ti, no solo me gusta, me encanta. ─enredo sus brazos en mi cuello.

─¿Ah sí? ─sonreí ladino.

─Totalmente. ─me acarició la mejilla. ─Me hiciste sentir completamente amada y cuidada. ─se acercó a mi odio. ─Eres increíble. ─susurró coqueta y tragué fuerte.

No aguante más e intenté besarla, pero me detuvo.

─Mi amor. ─suspiró. ─Seguramente no fui la primera en felicitarte. ─dijo cabizbaja. ─Eres lo más importante para mí y me quedé dormida. ─hizo un puchero.