Gay Panic |Chaesoo| Editando.

CAPÍTULO 58

Reía mientras hacia presencia en la casa de Tristan, algo que siempre podía conmigo, era su sentido del humor. No le importaba que estuviéramos teniendo una conversación sería o que no fuera el momento adecuado, él solo dejaba salir lo que pensaba evitando que pudiera tomar una actitud muy fría. "Yo no tengo la culpa de que me gustes, la culpa la tienes tú por tener todo lo que me encanta" Volví a leer el mensaje y solté una carcajada... está loco. Negué con la cabeza... y es tan necio. Deambule por la suit con una copa de champagne en la mano en su espera. Pasarón un par de minutos y el ascensor se abrió, sorprendiendome absolutamente, me quedé petrificada. No se supone que tuviera que llegar alguien. Mierda. Ingresó una mujer joven y un niño, seguramente tan solo un poco mayor que mi sobrino.

─¿Quién eres tú? ─preguntó el pequeño con curiosidad.

─Y-yo... ─balbucee. ¿Cómo debía presentarme? ¡Ni siquiera debería estar haciéndolo! Lo mataré cuando lo vea.

─Buenas tardes, señorita. ─hizo una reverencia y negué con las manos, no era necesario. ─Mi nombre es Mélanie y soy la niñera del pequeño.

─Mucho gustó, soy Jisoo. ─le tendi mi mano y ella la aceptó cortésmente.

─Señorita, vine a dejar Calvin, sus abuelos estarán fuera unos días y su padre debe cuidarlo.

¿Qué? Casi suelto mi copa de la impresión. ¿¡Tristan tiene un hijo!? No es como si tuviera que habérmelo dicho ni nada, no tenemos esa clase de relación, pero justo ahora me hubiera evitado está situación tan incómoda. Eda también lo omitió totalmente. Me quedé viendo a Calvin detenidamente y pude reconocerlo, se parecía mucho a su padre, tal vez, lo obvie por el color de sus ojos, no son verdes como los de Tristan, son de un color azulado muy claro y es pelirrojo, a diferencia de él. El cabello de Calvin es de un color encendido, me recordó a cuando lo llevaba así, ya que ahora, mi cabellera llevaba su color natural.

─Hmm... claro, su padre no debe tardar mucho. ─respondí completamente desubicada.

─Perfecto, me retiraré ahora, le voy a notificar al señor. Fue un placer conocerla. ─hizo una reverencia. ─Te quiero mucho. ─le dio un beso en la frente junto a un corto abrazo y luego salió de la suit.

Él me miraba expectante. Estaba actuando como tonta, pero no sabía qué hacer... entonces, decidí cortar el silencio con algo simple.

─¿Quieres algo de tomar? ─pregunté nerviosa. Ésto me estaba superando, pero entonces él sonrió y me relaje un poco.

─¿Podemos jugar Pubg en mi habitación? ─preguntó sonriendo. Es un niño muy guapo y no tiene el acento francés que carga su padre, tal vez podría ser inglés.

─Me encantaría. ─respondí, pego un pequeño saltó y se acercó a mí para luego mirarme de arriba a abajo, sonrió socarrón y tomo mi mano haciendo que lo siguiera.

Las veces que había venido no detalle absolutamente nada del lugar, en cambio ahora, me daba cuenta de todas las fotos y pequeños detalles que adornaban el hogar de Tristan, incluso ahora me di cuenta de la habitación de su hijo. Ésto estaba mal, no debía involucrarme en su vida privada y mucho menos relacionarme con su hijo, cuando soy una persona esporádica en sus vidas.

Calvin es tan divertido como su padre, me hacia reír mucho con las historias imaginarias que me contaba. Pude notar que le gustaba demasiado estar cerca de mí, era como si buscará afecto o un abrazo, en ocasiones su mirada se perdía un poco y podía notarlo triste. Se me apachurro el corazón con la escena, tan solo tenía 9 años, dos más que mi pequeño León.

─Te gustaría... ¿Quieres un abrazo? ─pregunté dudosa, mi acciones eran indebidas, pero no me resistí, no quería que estuviera triste. Él giró su rostro y sus mejillas estaban inundadas en lágrimas. Lo envolví en mis brazos y él se acurrucó sobre mis piernas. Sollozaba bajito, pero aún así decidió acariciar mi mejilla derecha mientras lo arrullaba. Me produjo un nudo en la garganta a causa de la impotencia, quería matar a Tristan, habían pasado casi 2 horas y aún no hacía presencia. No me molestaba consolar a Calvin, pero estarlo haciendo estaba demasiado fuera de lugar.