CAPÍTULO 106

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Madre e hija daban pequeños pasos lado a lado con ayuda de los caminadores, pues al parecer aprender a caminar no parecía una tarea tan simple después de todo. Jisoo bufaba y Haneul hacia un mohín cada que caía sentada, pero gracias al ánimo de sus abuelos ella se empeñaba en seguir. Por otro lado, la rubia suspiraba cual enamorada viendo como al pasar de los días Jisoo volvía a ser la misma, al menos físicamente, y su bebita tierna y valiente comenzaba a sortear el primer obstáculo de la vida por sí sola.

─No sabes lo mucho que extrañé ver a mi sobrina. ─comentó Alice, viendo en dirección de Haneul. ─Ha crecido mucho... es tan doloroso verlo, hace nada era una cosita pequeña y diminuta.

─Tienes razón, es difícil, mi bebé crece demasiado rápido a diferencia de lo que me gustaría. ─agregó la rubia. ─¿Seguro volviste para vernos a nosotras, o a alguien más? ─le preguntó con algo de burla y las mejillas de Alice enrojecieron.

─No sé de qué hablas. ─esquivó la pregunta y continuó bebiendo su té.

─Lo sabía, estás aquí para ver a Stephen. ─susurró la rubia y Alice se quedó en silencio. ─Bueno, tú silencio me lo confirma, Bae... estoy contenta por ti, ya acepta salir con él de una vez. Te vendrían bien unas vacaciones o tal vez una luna de miel.

─¡Roseanne Park! ─regaño la mayor y la rubia soltó una carcajada.

Stephen a diferencia de su hermana, Everly. Optó por otro tipo de negocios, así como Alice, es por ello que en una de las aperturas de una de sus nuevas boutiques en Manhattan se topó con el pelirrojo, pues era el dueño del centro comercial donde ella planeaba instaurar su nueva sucursal. Las casualidades de la vida los unió y el hombre quedó flechado de la castaña, sin embargo, como la adicta al trabajo que es Alice, se dedicó a evitarlo por un tiempo, pero luego ya no pudo ser así, mucho menos cuando salían todos juntos; los amigos de Rosé dónde evidentemente iba Everly y su hermano mayor lograba colarse.

─Te ves increíble, Soo. ─dijo Nayeon tomando asiento a su lado.

─Concuerdo, incluso creó que tú masa muscular a causa del esfuerzo físico que has venido haciendo, se está recuperando... al parecer provocas muchos suspiros. ─soltó Dahyun con sorna señalando con su cabeza a Rosé quién veía de lejos atentamente a Jisoo. La pelinegra soltó una risita y la rubia apartó la mirada sonrojada.

─Hay tanta tensión sexual en el aire... estoy segura de que esa rubia está deseando quitarte la ropa ahora mismo. ─agregó Jihyo pasando su brazo derecho por el cuello de su mejor amiga mientras veía caminar a Rosé en su dirección.

─Jichu, es hora de tú medicación. ─mencionó Rosé con nervios mientras le entregaba a la mencionada un vaso con agua y dos pastillas de diferentes colores, muy nerviosa a causa de todas las miradas fijas en ella.

─Gracias, Rosé. Lo había olvidado. ─dijo Jisoo sonriente regresándole el vaso vacío.

─D-De nada. ─huyo la rubia a paso veloz. La ansiedad del momento le generó bastante intranquilidad.

─Rosé se quedó viéndote los labios fijamente mientras le agradecías, ¿no te diste cuenta? ─preguntó Dahyun y Jisoo negó encogiéndose de hombros.

─Ya paren con esto, me hacen sentir extraña. ¿Qué va a pensar Rosé si las escucha hablar de esa manera tan descarada? ─negó Jisoo entre risas.

─¡Que tenemos razón! ─dijeron las tres a unísono mientras chocaban sus manos.

─Ella sabe cómo somos. Ya se acostumbró, ahora es tu turno. ─agregó Jihyo soltando una carcajada y las demás se unieron a ella.

Gay Panic |Chaesoo| Editando.Where stories live. Discover now