Gay Panic |Chaesoo| Editando.

CAPÍTULO 111

─Estoy... acabada. ─Eda hiperventilaba en el suelo del gimnasio de Jisoo. Luego de una sesión de ejercicio bastante acalorada y demandante por parte de Lisa. Su cuerpo ya no pudo más y se dejó caer del cansancio. ─Jamás... me ha-habia sentido tan cansada. Eres una salvaje Lisa. ─se quejó.

─No es recomendable que te eches de esa manera, Eda. ─agregó Jisoo agachandose un poco para observarla mejor.

─Dame la mano, vamos a ponerte de pie. ─Lisa le tendió su mano, pero Eda negaba en el suelo con mucha pereza. Tan arrepentida de haber aceptado la invitación al "entrenamiento ligero" de Jisoo. ─Hey, Chicken, ayúdame. ─en ese momento ambas la tomaron de la mano para levantarla.

─Ah. Déjenme perecer aquí de una vez. ─soltó con sarcasmo. No obstante sus piernas de gelatina lograron hacerlas carcajear. Era demasiado cómico de presenciar.

Las rutinas de Jisoo volvían a la normalidad. Su cuerpo respondía satisfactoriamente a sus exigencias. Se estaba recuperando y se sentía feliz. En ocasiones muchas cosas pueden hacerse mayormente problemáticas únicamente por el descontento con uno mismo, por lo tanto, se debe procurar ser como el ave fénix que renace de las cenizas.

La mañana fue tranquila las chicas se dedicaron a descansar y conversar en el jacuzzi mientras sus músculos se relajaban. Para la tarde por otro lado tenían pensando salir y beber algo ligero con algunos amigos en un bar reconocido de la ciudad, no obstante, se sorprenderían por las visitas venideras.

─Disculpe, Señorita Kim. ─comentó Amelia ingresando a la sala de estar, pues las chicas estaban próximas a salir. ─Llegaron visitas. Son sus amigas, así que me tomé el atrevimiento de dejarlas pasar ya que fueron bastante insistentes por verla. ─afirmó Amelia para luego retirarse.

─Jichu. ─chilló Lia corriendo a abrazar a la mencionada. La cara de Jisoo fue un poema, ya se habían visto antes pero aún no se acostumbraba del todo a la personalidad tan pegajosa de su menor.

─Hola... ─saludó Yuna con calma a cada una de las presentes.

─¿Por qué van tan formal? ─preguntó Lia fuera de sí. Eda frunció el ceño hacia Jisoo en busca de respuestas y Lisa se limitó a quedarse callada, algo sorprendida por la situación. ─Dijiste que pasaríamos la tarde hoy. ─el silencio cubrió el lugar. ─¡Lo olvidaste, Kim!

─Lo mejor es irnos, podemos volver después. Al parecer ya tenian planes, no queremos molestar. ─comentó Yuna con rapidez. Sí antes se sentía un poco incómoda por como terminaron las cosas, ahora más, cuando Jisoo se crispaba cada que la veía.

─¿Desde cuándo actúas tan tímida? ─inquirió Lia susurrándole. ─Nos quedaremos, hace mucho tiempo que no pasamos tiempo con Jichu. ─regaño. Las dos permanecían ensimismadas susurrandose cosas. Jisoo se sintió mal al respecto, así que tuvo que intervenir.

─Disculpenme por olvidarlo. ─se disculpó la pelinegra.

─Sí, lo nuestro puede esperar. Reprogramare con los chicos y... ─comentaba Eda mientras tecleaba algo con ligereza en su celular. El timbre de la casa volvió a sonar y las chicas se miraron unas a otras con intriga.

─Chicken, ¿esperas a alguien más? ─inquirió Lisa.

─No que yo sepa... ─dijo dudosa. ─¿Creés que esté comenzando a tener más problemas de memoria?

─Señorita Kim. Hay varios jovencitos en la entrada de la residencia esperando entrar. ─anunció nuevamente Amelia. Jisoo abrió los ojos de par en par al igual que las demás. ─Hay un joven llamado Krit, ha sido demasiado persistente y... ─inmediatamente Lia escuchó ese nombre corrió a toda prisa hacía la puerta principal. Jisoo simplemente se limitó a seguirla junto a Lisa en busca de respuestas.