CAPÍTULO 54

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Por supuesto que me dolió, claro que una verdad a medias duele tanto como una mentira a trozos. Y quien diga que no, miente, o está tan roto que prefiere sonreírte a que veas que lo que tiene entre las costillas le está cortando por dentro; Lloraba todas las noches desde que ella se fue hasta que me quedaba dormida. Vivir el día a día estaba siendo muy difícil para mí, no lograba sacarla de mi mente; era mi primer pensamiento en las mañanas y el último en las noches. ¿Como hago que deje de doler? Sí solo veo que estoy rodando por el acantilado cuesta abajo sin parar y no puedo dejar de caer. De día ponía una barrera; actuaba como siempre, intentaba sonreír, bromeaba... estaba viviendo, sin embargo, mis noches eran desastrosas; comencé a padecer de insomnio, a lo mucho dormía 4 horas, hasta que mis párpados no resistían y se terminaban cerrando. La primera semana fue agobiante, llevé mi fortaleza al límite; ella me llamaba todo el día, dejaba notas de voz, mensajes, enviaba cartas, incluso hasta intentó colarse en la residencia. No le permití volver a verme, no quería que lo hiciera, no quería verla, tenía miedo de montarle cara, ella podía conmigo y no me iba a permitir flaquear. En todas sus notas de voz, me decía que me amaba y que la perdonará, siempre hablaba de sus sentimientos por mí y de lo doloroso que eran mis rechazos, al principio los oía, necesitaba escucharla, oír su voz e imaginarla junto a mí, luego, ya no pude continuar, estaba siendo masoquista, debía soltar e intentar dejarla ir. Ella había podido ser cura, pero decidió ser cicatriz. Me atormentaba verla con ese tipo, pero así se dieron las cosas y su suerte la labro ella misma... yo siempre estuve calentando el banco de los suplentes. No volví a las redes sociales y evite al máximo los medios de comunicación, sabía que siempre habría alguna noticia sobre ella y verla me haría mal. Me refugie en el gimnasio y en el trabajo en la empresa, aunque, en algunas ocasiones caía en una botella o dos... eran relámpagos de alcohol. Habían sido las semanas más difíciles de mi vida intentando "vivir con normalidad".

He aprendido que el amor si duele. El amor de verdad te quiebra en pedazos que hasta incluso te cuesta respirar.



─Odio que te encierres aquí todo el día. Lo detesto.

─Eda, tengo responsabilidades, debo procurar que todo marche bien.

─Te estás escudando... no me malinterpretes, tienes un cuerpo de muerte a causa de lo obsesiva que te has vuelto por el gimnasio y sé que trabajas muy duro y eso ha traído más proyectos... pero, te estás olvidando de vivir, Soo. 

─Estoy viviendo, mírame, disfruto lo que hago.

─¡Basta! Necesitas pasar página o al menos intentar hacerlo con más ganas. Somos jóvenes, debemos disfrutar y vivir la vida. Ya basta, vamos a lidiar con ese corazón roto. ¡A la mierda la ligera de Rosé!

Escuchar su nombre me punzaba el corazón. Me removía todo. Era prisionera de una mariposa traicionera. 

─¿Que quieres que haga? Estoy bien, estoy viviendo... debes dejar el tema de una vez.

─No estás bien, Jichu. ─mencionó mientras hacía presencia en mi oficina. ─Actuas por inercia, te has vuelto más inexpresiva que antes, ya ni siquiera, hablas y permaneces más callada que de costumbre. Sé que estás sufriendo y debes dejarlo salir de una maldita vez. No tienes a todas nosotras para apoyarte en lo que necesites. ─tomo asiento a mi lado y puso una mano sobre mi hombro.

No respondí y me quedé en silencio.

─Soo, acepta ir de fiesta conmigo, te he estado rogando incansablemente estas 2 semanas. Necesitas despejarte, divertirte y conocer personas nuevas... ¡Mierda! ¡Necesitas ligar otra vez! Seguir lamentándote, no te va a servir de nada.

Tomé aire y reposé mi cabeza sobre las piernas de Jihyo. ¿Sigo queriendo ligar? ¿Aun soy buena para eso?

No quiero a nadie que no sea ella y, duele.

Gay Panic |Chaesoo| Editando.Onde histórias criam vida. Descubra agora