Gay Panic |Chaesoo| Editando.

CAPÍTULO 115

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El mejor tipo de amor es aquel que despierta el alma y nos hace inspirar a más, nos enciende el corazón y nos trae paz a la mente. Ese amor que te abraza como si te quemarás, pero a la vez te cobija y te llena de seguridad. Últimamente sentía muchas sensaciones, pero en definitiva cada una de ellas era de total felicidad; una que se llamaba Jisoo y Haneul. Mis dos amores. Mi inspiración. Mientras veía a Jichu ejercitarse o más bien a ella y a nuestra hija jugar en el gimnasio pude escribir muchas cosas, me daban inspiración, me hacían sonreír. Cada que pensaba en la tristeza, la agonía y la desesperanza que me mantuvo encerrada en el fondo del abismo cuando mi esposa dormía simplemente parecía un tiempo fugaz, algo efímero a lo que vivía ahora. Cada que me miraba o me tocaba, yo simplemente creía estar en otro mundo porque su mirada en mí era demasiado pesada y absorbente, me quitaba el aliento.

─Ahhhhh. Mami... ar.. acho, acho. ─mi hija gritaba y carcajeaba cada que Jisoo la envolvía en sus piernas mientras ella subía a hacer una dominada. Le divertía, pero en definitiva yo me podía quedar viéndolas horas. No sólo era eso, sino también la forma tan sobreprotectora en la que mi esposa la trataba; cuidando cada detalle y cada movimiento evitando lastimarla y sobre todo procurando su alegría. Luego de eso me quedé viendo a mi compañera beber de la botella mientras recuperaba el aliento. Se veía tan linda y celestial que no pude evitar dejar escapar un suspiro enamorado. ─Ota viz. Ota viz. ─pidió mi pequeña estirandole sus brazos. Jichu se quedó viéndome y gesticulo.

─¿Siempre me has mirado de esa manera tan hambrienta? ─lo entendí perfectamente. Sonrió ladino y mis mejillas ardieron. No puedo similar lo mucho que me gusta y tampoco tendría porque hacerlo. Lo siguiente que sucedió fue ella alzando a nuestra pequeña en el aire dándole algunas vueltas. Haneul chillaba de alegría. Su sonrisa es hermosa y sus carcajadas simplemente me alegran el alma. Jichu comenzó a simular morderle la pancita y ahí mismo no pude evitar soltar una risita al verlas, me contagiaban. ─¿Sabés quien más quiere cosquillas, mi pequeña? ─le preguntó mi bella esposa a nuestra bebé y ambas clavaron su mirada en mí.

─Mamá... a ella mami. ─Jisoo la dejo en el suelo y ambas corrieron hacia mí.

─N-No, no. ─intenté huir pero fue en vano. Los brazos de mi esposa me tomaron y me dirigieron al suelo. Luego Haneul me abordó comenzando a mover sus manitos en mi cuello torpemente y cuando Jisoo comenzó a toquetearme no pude resistirme. Ver los dos rostros que más amaba reír sin parar mientras me quedaba sin aliento por sus movimientos fue demasiado para llenar mi corazón. Cada gramo de alegría que me daban me aseguraba una larga vida. ─Bebé para por favor... ─pedí tomando las manitos de mi hija. ─Amoooor yaaa... ─ella negó y Haneul hizo un puchero y tuve que soltarla. Varias lágrimas de felicidad se deslizaron por mis mejillas, Jisoo se percató y lo siguiente que ocurrió fue qué me dió un dulce beso mientras me acariciaba las mejillas. Sus labios tomaban los míos con cautela y gracia. Enrede mis brazos en su cuello evitandole alejarse. Sonreímos entre el beso. Me dejó un piquito en la nariz y luego dijo que me amaba, repetí su acción y le robe un piquito.

─Mami... ─nuestra bebé se interpuso entre nosotras con celos. ─Yo tanben quelo un besho. ─al instante mi esposa me soltó y fue a llenar sus mejillas de muchos besos. ─Mami mía. ─oh, eso definitivamente fue amenazante y dulce. Mi pequeña enredó sus bracitos en el cuello de mi esposa con posesividad. Jichu se encogió de hombros mientras me enviaba un beso disimulado. ─¿Mami mi ama tanben?

─Sí, te amo mucho, mucho, mucho. ─la apachurro en sus brazos haciéndola reír. ─Igual que amo a mamá. ─tomó mi mano izquierda y le dejo un besito. Es tan linda y dulce. Oí el timbre y salí de mi burbuja de amor. Hoy Amelia no estaba, así que me levanté con la intención de abrir la puerta, mi esposa repitió mi acción con nuestra hija en brazos y dijo. ─Amor, debe ser Jihyo con las demás. Iré a arreglarme rápidamente. No tardaremos. ─me dió un beso fugaz que me dejó encantada, sus labios son mi perdición. Haneul repico pidiéndole uno también y solté una risita.