Wake Up With Me!

CAPÍTULO 54 - "Your heart got a story with mine"

"Tú corazón tiene una historia con él mío"

Canción: Ellie Goulding - Still Falling For You

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Presente...

Kara

Había algo que me desconcertaba sobre mí misma en las mañanas y era que últimamente, tenía dos modos de despertar.

El primero era que me pesaba la existencia como para no querer levantarme rápido y era el modo, donde probablemente tardaría un par de horas y dos tazas de café para considerarme mentalmente estable y hacer tareas simples sin gruñir.

El segundo modo no era mejor que el primero y era todo culpa de Mon-El.

O tal vez era mía, por aceptar que mi novio, un sujeto encantador, cálido, que besaba como los ángeles y que se veía más delicioso que levantarme tarde en las mañanas, durmiera conmigo en la misma cama y despertara junto a mí.

Básicamente en esas ocasiones me levantaba rogando por una ducha de agua helada que me encalambrara los pensamientos traviesos.

Menuda tortura, la que yo misma nos había impuesto, pero me consolaba a mí misma diciéndome que era por el bien de ambos y que solo estábamos cuidándonos de hacer las cosas bien.

En cierta parte era un alivio que Mon-El fuera más madrugador que yo, aunque mi instinto me decía que últimamente madrugaba solo para mantener sus manos lejos de mí.

La mañana de nuestro viaje no fue la excepción.

Cuando me levante, sus cosas de aseo personal ya no estaban en el cajón, y las maletas de ambos estaban en el guarda equipaje de su camioneta y él estaba en la cocina bebiéndose una taza enorme de café y comiendo un panecillo de una bolsa de papel.

-No hay café -dije refunfuñando cuando me acerqué a la máquina.

-Buenos días para ti también preciosa -dijo él con una sonrisa y yo no pude haberlo encontrado más irritante.

-Grr... buenos días y todas esas cosas -dije moviéndome pesadamente por la cocina, revisando los gabinetes en busca de café, pero no lo encontré en su sitio habitual.

-Me temo que debemos dejarle una nota a Alex y Barry para comprar más café -dijo él acercándose para dejar un beso sobre mi cabeza y su taza en mis manos -. Puedes tomar lo que queda de la mía, pequeño Grinch.

-Mmm-jum... -dije aceptándola, en lo que él se acercó para rodearme con sus brazos por la espalda mientras dejaba un par de besos en mi mejilla y la base de mi cuello.

De acuerdo, eso era agradable y probablemente ayudaba a derretir un poco mi mal genio.

Pero no quería que él lo notara, así que trate de distraerme.

-No entiendo cómo te las arreglas para estar de buen humor en las mañanas.

-Es un don, tanto como el tuyo de dormirte extremadamente tarde -dijo él tratando de hacer una broma, pero eso hizo que se ganara una mirada fulminante de mi parte.

-Lo cual admiro mucho porque de lo contrario no escribirías artículos asombrosos -dijo rápidamente tratando de arreglarlo -. Así que tenemos que compensarnos el uno al otro de alguna forma.

-¿Compensarnos cómo?

-Ya sabes, tú me ayudas a dormir en las noches y yo te ayudo a despertarte en las mañanas -dijo apartándose de mí y guiñandome un ojo en el proceso.