CAPÍTULO 31 - "And We Sit Here Twiddling Our Thumbs"

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"Y nos sentamos aquí girando nuestros pulgares"

Canción: Hold me down – Trapdoor Social

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11 años antes...

Mon-El

A veces es difícil mirar al pasado y recordar como todo comenzó para mí.

En especial cuando me detenía a pensar que quizás todo lo que me hacía sentir, seguro y afortunado, era tal vez una mentira.

Mi familia se había mudado a Midvale desde que Nía y yo éramos niños.

Nía era mi anticuada y odiosa sabelotodo hermana menor, y aunque a veces me volvía loco, durante mi infancia era la luz de mis ojos y sabía que haría cualquier cosa para protegerla.

Mis padres a veces estaban fuera mucho tiempo, mi padre Leonard Mathews había logrado levantar a pulso un negocio que requería de su atención casi veinticuatro horas siente días a la semana en el taller de reparaciones y mi madre Rhea Queens debía a veces viajar hasta Nacional City para atender trabajos temporales como maestra sustituta en una escuela pública.

Nuestra economía nunca había sido un tema sencillo, cuando era niño y vivíamos en Nacional City, a veces la situación se complicaba demasiado cuando mamá no le llamaban para hacer remplazos en la escuela y papá no lograba conseguir trabajo; tanto así que teníamos que desplazarnos hasta algunos de los comedores comunitarios de la ciudad para poder cenar.

Mi padre se aseguro de una forma u otra que Nía y yo nunca nos fuéramos a la cama con el estómago vacío.

Victor Ardeen había contratado sus servicios para hacer reparaciones en la iglesia del Valle de Midvale por recomendación de un conocido; aunque mi padre decía que los trabajos que Victor le daba solo eran una excusa para poder darnos caridad sin ofender su ego.

Pero pronto papá comenzó a pasar tanto tiempo en Midvale, que decidió mudar a toda la familia allí, era más económico y por lo menos ya no estábamos solos, Victor y su familia, se aseguraban en acompañarnos cuando era necesario.

Decir que estábamos agradecidos y en deuda, era quedarnos cortos.

Por aquel entonces yo solo era un muchacho ingenuo de catorce años, deslumbrado ante los encantos de Imra Ardeen, la hermosa hija de Victor Ardeen, con quien me había cruzado en múltiples ocasiones en casa, cuando era la niñera de mi hermana Nía.

En ocasiones prefería esconderme en mi habitación para evitarla y que no se diera cuenta que tenía un pequeño enamoramiento por ella.

Aún recuerdo uno de esos tantos días en la tarde, mamá estaba en Naciontal City haciendo un remplazo y Imra estaba ayudando a Nía con su tarea, yo como era costumbre baje a eso de las cinco de la tarde por un vaso de limonada y algún bocadillo.

-Simplemente no puedo entender porque tengo que estudiar esto, ¿De qué va a servirme la raíz cuadrada de pi cuando estudie sociología? -escuche quejarse a Nía como todas las veces que debía hacer sus deberes de cálculo, aunque realmente yo tampoco podía culparla, ninguno de nosotros era un estudiante sobresaliente.

Una conversación de lo más trivial se estaba colocando critica, últimamente Nía estaba pasando demasiado tiempo con sus amigos del club de pensamiento crítico y disfrutaba de torturarnos a todos con preguntas complicadas para evitar hacer sus deberes, Imra era uno de sus blancos favoritos y por supuesto yo no estaba exento.

-Mon-El, ¿Tu qué opinas?

-Opino que quieres arruinarme mi sándwich -dije sin prestarle demasiada atención en lo que colocaba un poco de mantequilla de maní en el pan.

Wake Up With Me!Where stories live. Discover now