Wake Up With Me!

CAPÍTULO 4 - "It Comes And Goes In Waves"

"Viene y va en olas"

Canción: Dean Lewis – Waves

-

Presente...

-¡Kara! –llamó Alex interrumpiéndome de mis pensamientos mientras iba al volante.

-¿Si? -pregunté distraída.

-Estas muy callada –dijo.

-Eso es extraño ¿Por qué? –pregunté sin darle mucha importancia.

-No, pero hay algo diferente en ti, te notamos más pesada –dijo James desde la parte trasera del Jeep en tono serio.

-Estoy bien, solo un poco exhausta –fije observando el camino a la reserva J'onz.

-¿Por qué no nos hablas de tu amigo? ¿De quién se trata? –preguntó James.

Alex soltó una risa cómplice observando a James con ironía.

-Es un viejo conocido de Midvale, solíamos coincidir en eventos de la ciudad, ya saben, colectas de caridad, galas, campamentos de verano. Siempre ha sido bastante dado a ayudar causas benéficas, lo último que supe era que había conseguido un puesto como piloto en una aerolínea –dije sin dar demasiados detalles.

-Así que es un niño rico voluntario, interesante –dijo Alex – Mejor aún, tenemos más oportunidades de que nos ayude. No como algunos de esos simples mercenarios que nos vemos obligados a contratar.

-Probablemente –dije sin poder compartir su entusiasmo.

La realidad era que no sabía qué tipo de persona era Mon-El ahora, pero en el pasado si era para ayudar habría dicho que si sin pensarlo.

-Qué casualidad que te haya encontrado justo aquí, ¿Segura que no vino a buscarte? ¿Qué tipo de relación tenían? –preguntó James tratando de que su tono sonara casual; pero si no fuera porque conocía a James, diría que estaba receloso.

James Olsen era el menor de cinco hijos varones y un largo legado de misioneros.

Era alto, de facciones atractivas y de piel morena; sus padres se conocieron en un viaje misionero a Ruanda y en medio de una persecución su padre le dijo a su madre que si lograban escapar con vida la haría su esposa y se establecerían en alguna parte de Latinoamérica y así fue.

Los hermanos de James, tomaron el legado de convertirse en predicadores locales, mientras que James impulsado por la historia de sus padres siempre se sentía inquieto y asfixiado dentro del mismo círculo de predicadores y hermanos así que decidió tomar un curso de idiomas, para luego marcharse a un intensivo migratorio por Europa, había visitado varios lugares pero ninguno como Nairobi y sus comunidades; así que decidió asentarse un tiempo; podría decirse que era el guía de Alex y mío en asuntos de la aldea, debido a que conocía mejor las costumbres y el idioma.

-Es solo una coincidencia que Mon-El este aquí, no éramos tan cercanos–dije en un tono relajado sin darle demasiada importancia.

De hecho, a una parte de mi se le hizo divertido que James creyera que Mon-El había ido hasta el corazón de la selva africana para buscarme.

-¿Cuál dijiste que era su nombre? –preguntó James ahora más relajado.

-Mon-El Mathews.

James se quedó en silencio; imagine que estaba revisando en sus archivos mentales si conocía algún Mon-El Mathews de sus anteriores viajes.

-Esperemos que siga por aquí –dijo Alex mientras estacionaba el Jeep en la mitad del aeropuerto.

-No recuerdo a ningún Mon-El Mathews, debe ser un piloto muy nuevo -dijo James.