Wake Up With Me!

CAPÍTULO 37 - "And Let All Your Damage, Damage Me"

“¿Dejaras que todo tu dolor me duela a mí?”

Canción: Big Red Machine ft Taylor Swift – Renegade

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8 años antes…

Mon-El

Sr. Mathews,

Es un honor para nosotros comunicarle que su solicitud de beca para la APNC, Academia de Pilotos Nacional City, ha sido aprobada, en la presente permítanos darle nuestra enhorabuena, como uno de nuestros estudiantes.

A partir de este momento termina el proceso de selección y convocatoria de nuestra beca anual y comienzan los preparativos de su instancia del próximo curso.

Adjunto encontrara la lista de tramites requeridos para iniciar su proceso educativo y las fechas en que debe presentarse.

Esa fue la primera pagina del sobre que recibí la mañana en la que todo Midvale se preparara para darle su último adiós a Victor Ardeen.

Supuse que tener ese papel en mis manos podría brindar algún consuelo de lo que deparaba el futuro y aunque una parte de mi estaba emocionado y feliz, me sentía culpable de serlo con la tragedia que azotaba de por medio.

En cualquier otro momento tal vez abría corrido por la casa escaleras arriba para abrazar a mi madre, darle la noticia a mi padre y celebrar con Nía, pero eso se veía ahora como una misión suicida.

En vez de celebrar regrese a mi habitación, deje la carta sobre el escritorio y busque en el interior mi armario el traje oscuro que utilice para la entrevista de la beca un mes atrás, solo con el propósito de prepararme para el funeral.

Atándome el nudo de la corbata frente al espejo por primera vez en días pude prestar atención a mi aspecto.

Mi cabello no tenía corte, llevaba un bigote diminuto que aparecía cada tres días de por medio que hacía ver mi nariz más en punta. Las ojeras también eran parte de la decoración.

Conciliar el sueño por aquellos días parecía ser el menor de mis problemas, pensando que solo sería transitorio por los acontecimientos, lo que no tenia idea era después de ese día tendría que pasar un par más de noches en vela de las que esperaba.

-Buen día -dije cuando entre en la cocina para servirme un vaso con jugo de naranja, mi madre sonrío entregándome un plato con pan tostado, huevos y tocino, Nía y mi padre ya estaban sentados a la mesa, mi padre leía el periódico y bebía una taza de café humeante y Nía enviaba textos desde su teléfono.

-Te ves muy elegante, aunque creo que esa camisa necesitara una planchada -dijo mamá cuando me reparo.

-¿En serio es necesario? -pregunté exhausto pero una mirada de mi madre me basto para saber que no hablaba en broma.

-Me tomo casi media hora hacerme el nudo de la corbata -me queje un poco molesto aflojándome el nudo para quitarme la camisa y entregársela a mamá que pronto desapareció con la camisa seguramente para ir al cuarto de planchado.

-Te abrías ahorrado ese tiempo si hubieras pedido ayuda -dijo papá dándole un trago a su taza de café.

Gracias, papá por lo obvio.

-Si, tienes razón, solo, no lo pensé -dije sentándome a la mesa y colocando mis manos entre el rostro.

-Te ves muy cansado -dijo Nía.

Lo estaba, pero preferí no decir nada.

-¿Has hablando hoy con Imra? -preguntó papá.

-No ha respondido mis mensajes, Sydney me escribió anoche, le dio algo para dormir, tal vez aún sigue en medio de ello, Jonathan las llevara al funeral, quería pasar antes por la casa para ver si necesitaban ayuda con algo.