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Frunció el ceño cuando sintió algo moverse por encima de su nariz, siendo algo bastante incómodo. Por lo que restregó su puño rápidamente contra su nariz para quitar aquello que lo estaba molestando.

La luz entraba por la un agujero que se encontraba en la pared de la habitación, cumpliendo la función de una ventana, pero sin cristal. Abrió los ojos con molestia y gruñó cuando la luz dio de lleno en su rostro, jadeando mientras se daba vuelta sobre la cama, para poder alejarse del punto de luz.

Cuando su vista se mostró nítida, se pudo dar cuenta de que Yoongi estaba a su lado, viéndolo atentamente, con sus ojitos rasgados bien abiertos. Eso lo hizo extrañarse, por lo que carraspeó ante la extraña sensación en su garganta y se sentó lentamente en la cama.

―Novio ¿Cómo te sientes? ―fue la primera pregunta de Yoongi, haciendo que Jimin suspirara y se acercara al mayor, quien estaba sentado en una pequeña silla de madera, al lado de la cama.

―Me siento algo cansado...―dijo sin siquiera poder llegar a recordar algo en ese momento, sintiendo su cabeza pulsar levemente.

El hada hizo una mueca con los labios, pensando en que quizá el menor había olvidado por completo lo que había pasado horas antes, porque no parecía tener algún comentario al respecto.

―Jiminie ¿No recuerdas lo que pasó con el Squonk? ―preguntó con preocupación mientras tomaba las manos del menor entre las suyas, dándoles un pequeño apretoncito.

Jimin en ese momento pudo pensar realmente en dónde se encontraba y en qué circunstancias había llegado ahí. Recordó todos los sucesos anteriores y los que el hada intentaba hacerle recordar.

No sabía qué era lo que había pasado, pero en un momento sintió la necesidad de poder ayudar al ser desconocido, por lo que su cuerpo comenzó a tomar control propio, no sabiendo realmente el motivo de sus acciones, pero tampoco colocando resistencia.

Lo que sí podía recordar bien, era la forma en la que el Squonk y él se habían conectado, desde el momento en que ambos cerraron los ojos, solamente eran ellos dos en aquel espacio y el menor curaba lentamente aquellos lamentos que eran parte de la naturaleza del ser.

No sabía cómo lo había hecho, pero en ese momento sintió que todo el conocimiento se almacenaba en su cerebro y lo demostraba en sentido automático.

Después de aquello, solo sintió muchísimo cansancio y no recordaba mucho más.

Viéndose a sí mismo, pudo darse cuenta de que no tenía la misma ropa con la que había ido al bosque. No estaba hecha de hojas, sino de algodón. Suponía que era ropa de Namjoon, en especial por el gran tamaño.

―Yo...te limpié el cuerpo, porque estabas bastante viscoso por el líquido natural del Squonk―dijo con un pequeño sonrojo el hada, viéndose apenado. ―Tuve que verte sin ropa, lamento mucho si eso te molesta, pero no quería que durmieras con ropa viscosa. Mis disculpas, novio.

El pálido levantó ambas manos del menor hasta sus labios, dejando un beso en cada dorso en forma de disculpas. Ya que sabía que lo había desnudado sin su consentimiento y eso no estaba bien.

Jimin sonrió enternecido y se arrastró sobre la cama para poder quedar en la orilla de la cama, justo frente al mayor. Pero aquella cercanía no le parecía suficiente, por lo que se levantó ligeramente para poder sentarse en las piernas del hada, quien suspiró aliviado con la reacción de Jimin.

―No te preocupes, de hecho, agradezco el que me hayas cuidado―dijo con tono suave, aún sintiendo ese estado de somnolencia que no había experimentado antes. Se acercó para darle un casto beso en los labios al hada, quien sonrió de lado. ― ¿Qué me pasó después de conectar con el Squonk?

Fairytale 🍃 YMWhere stories live. Discover now