Lazos Malignos

By JessRe

4.6M 517K 1M

«Dentro de cada uno de nosotros existe la semilla del bien y del mal» More

Sinopsis 💚
Prólogo ✴
Capítulo 1 ✴
Capítulo 2 ✴
Capítulo 3 ✴
Capítulo 4 ✴
Capítulo 5 ✴
Capítulo 6 ✴
Capítulo 7 ✴
Capítulo 8 ✴
Capítulo 9 ✴
Capítulo 10 ✴
Capítulo 11 ✴
Capítulo 12 ✴
Capítulo 13 ✴
Capítulo 14 ✴
Capítulo 15 ✴
Capítulo 16 ✴
Capítulo 17 ✴
Capítulo 18 ✴
Capítulo 19 ✴
Capítulo 20 ✴
Capítulo 21 ✴
Capítulo 22 ✴
Capítulo 23 ✴
Capítulo 24 ✴
Capítulo 25 ✴
Capítulo 26 ✴
Capítulo 27 ✴
Capítulo 28 ✴
Capítulo 29 ✴
Capítulo 30 ✴
Capítulo 31 ✴
Capítulo 32 ✴
Capítulo 33 ✴
Capítulo 34 ✴
Capítulo 35 ✴
Capítulo 37 ✴
Capítulo 38 ✴
Capítulo 39 ✴
Capítulo 40 ✴
Capítulo 41 ✴
Capítulo 42 ✴
Capítulo 43 ✴
Capítulo 44 ✴
Capítulo 45 ✴
Capítulo 46 ✴
Capítulo 47 ✴
Capítulo 48 ✴
Capítulo 49 ✴
Capítulo 50 ✴
Capítulo 51 ✴
Capítulo 52 ✴
Capítulo 53 ✴
Capítulo 54 (Final parte 1) ✴
Capítulo 55 (Final parte 2) ✴
Epílogo ✴

Capítulo 36 ✴

70.4K 8.3K 21K
By JessRe

Ronan.

Me acerco a un cuadro familiar que muestra mi reflejo. La imagen me deja pasmado al ver que Allison tiene razón. Mis ojos son brillantes, los irises destacan un color grisáceo pálido que reemplazaron al marrón. ¿Qué diablos? Parpadeo varias veces, pero nada regresa a la normalidad.

¿Es porque usé mis poderes?

Gritos. Horribles y escalofriantes gritos me hacen apartar la mirada. Allison y su madre no pronuncian ni una palabra. Es Demetrio quién está lloriqueando en el suelo, su brazo podrido libera una cantidad incontenible de sangre.

Yo le hice eso.

Estuve a punto de matarlo y no lo lamento. Al contrario, deseo terminar lo que empecé.

—¿Quién es el monstruo ahora, Ronan? —pregunta él con un gemido adolorido —. Siempre supe que eres un jodido fenómeno capaz de matarnos a todos.

Mi estómago hace volteretas mientras doy un paso hacia él y trato de decirme que la acidez creciente en mi garganta son los nervios. Me niego a sentirme culpable por lastimar a un bastardo que cometió crímenes espantosos. Mi cabeza repite que es un asesino, violador, pedófilo y permitió que arruinen la vida de mamá.

Él violó y mató a Georgie.

El único monstruo es Demetrio y obtuvo su merecido esta noche. No hay nada que lamentar ni arrepentirse. No es ninguna víctima, solo un psicópata insensible que cumple con las órdenes y expectativas de su señor. No le importa nadie más que él mismo.

—¿Yo un monstruo? —Me dirijo a él fríamente. Allison y su madre persisten expectantes a mi próximo ataque —. Vas a decirme todo lo que sabes sobre mis orígenes y tu señor, hijo de puta. También admitirás los crímenes que cometiste durante años en esta casa.

Demetrio se arrastra lejos de mí hasta apoyar su espalda contra un escalón. Sus pupilas están dilatadas, el sendero de sangre que deja en la alfombra me hace estremecer. Asher y Josh encontraron viva a Mila.

Debería ir con ellos, pero quiero terminar este asunto con Demetrio. El desgraciado sabe mucho, no descansaré hasta que admita cada uno de sus crímenes. Solo necesito tocarlo y sabré cada uno de sus secretos.

Solo un toque...

—¿Y por qué no deduces tú mismo los malditos hechos? —escupe Demetrio —. Lo hacías desde que eras un mocoso.

Cierro los ojos, lucho contra las ansias en el momento que mis recuerdos me transportan al pasado. Veo a mi pequeño yo de siete años, Demetrio sostiene rudamente mi brazo que pronto empieza a formar moretones por su violencia. Mi cabello está despeinado, mis ojos llenos de lágrimas mientras me arrastra hacia el auto.

Hay nieve cayendo, tanta nieve. El frío congela hasta mi sangre, mis labios están violetas porque ni siquiera tengo un abrigo. Siempre fue cruel conmigo, un enfermo insensible que lastimaba a un niño.

—Papá, no quiero ir —imploro —. ¿Por qué me obligas a ir? ¡Por favor, no me obligues!

Mi cuerpo cae bruscamente hacia la nieve cuando me empuja y uno de mis tobillos se dobla por el ataque. ¿Cómo pudo tratarme así? Sus maltratos fueron innecesarios. Yo era inofensivo, jamás me defendí.

—A partir de hoy asistirás todos los días a las malditas terapias —gruñe, mirándome desde arriba con asco —. Tu madre ha tomado la decisión. Ya no podrás hacer ninguna de tus rarezas, mocoso. Estoy harto de escucharte gritar en las noches.

¿Mis rarezas?

Punzadas de dolor pinchan mi estómago al ver sus ojos rencorosos. Él nunca fue amable conmigo. Solo me aparta cada vez que intento acercarme. Jamás me consideró digno de su afecto y evita hasta el aire que respiro. No pasa mucho tiempo en la casa porque no soporta mirarme.

Me odia desde que nací y ya entiendo los motivos.

No soy su hijo.

Estuvo obligado a criarme.

La pregunta del millón es... Si soy un semidiós, ¿por qué nunca demostró el respeto que me debe?

—No me quieres —musito —. Tú no me quieres, papá.

Se agacha para estar al mismo nivel de mis ojos, apoya las manos en sus rodillas, mirándome como si fuera un simple ser insignificante. No oculta el odio, mucho menos el desprecio.

—No lo hago, Ronan. Nunca lo haré.

Las palabras pican más de lo que deberían y dejo caer mis ojos al suelo. Cuando vuelvo al presente me sigue doliendo. ¿Qué culpa tenía yo? No pedí venir al mundo, menos de esa manera.

—Allison —susurro.

Mi novia se acerca con pasos dudosos. Demetrio sigue sangrando, su brazo está empeorando. A pesar de su estado vulnerable no disimila el aborrecimiento. ¿Acaso no nota que puedo matarlo? ¿Por qué me sigue minimizando? Nunca volveré a ser el niño que podía lastimar y humillar.

Hoy soy muy capaz de defenderme.

—¿Sí?

—Cura ese brazo y después déjalo inconsciente —ordeno —. Lo necesitamos cuerdo para que confiese.

El rostro de Allie es de completa indignación.

—¿Qué? —jadea —. Dime que no hablas en serio.

Demetrio rechina sus dientes cubiertos de sangre y escupe cerca de mis pies. ¿Es lo único que puede hacer? ¿Dónde quedó su educación de hombre con clase que solía presumir?

—No tengo nada que confesar, imbécil —refunfuña Demetrio —. No pierdas tu tiempo, soy difícil de doblegar.

Esbozo una sonrisa cruel mientras levanto mi mano derecha, el humo siniestro se forma alrededor de él. El miedo está grabado en cada rasgo de Demetrio, haciéndolo lucir más viejo que antes.

—Veremos hasta cuando sigues en negación. Confesarás o te irá peor.

Allie hace una mueca, Arianne continúa sin responder. Vagamente me pregunto qué piensa de mí en estos momentos. Tal vez le recuerdo a su pasado, esa chica que no podía evitar la oscuridad. Esa chica que estuvo a punto de ser consumida.

Ella amaba destruir.

—No quiero malgastar mis energías en esta basura —masculla Allie —. Que se pudra, no merece nada.

Arrastro un suspiro.

—Lo necesitamos vivo —Intento convencerla —. Al menos por unas horas para saber todo sobre su amo.

Los hombros de Allie se hunden con entendimiento.

—¿Tendré que tocar a esta escoria? —protesta con un mohín.

Bajo mi mano sin dejar de reír y el humo se disipa. Allie puede romper la tensión en momentos más serios.

—Voy a compensártelo después —aseguro —. Lo prometo.

Se vuelve un centímetro hacia mí y nuestros ojos se encuentran. Mi corazón late tan fuerte que sofoca todo a nuestro alrededor. Somos ella y yo encerrados en una mirada. No me está juzgando, al contrario, solo hay fascinación en su rostro.

—Entonces haré lo que sea por ti si me lo pides así —Me guiña un ojo —. Estoy a tus órdenes, cariño.

Me lamo los labios y la veo centrarse en Demetrio. El imbécil pretende apartarse, pero enormes ramas de árboles rompen las finas baldosas y aprisionan su cuerpo. ¿Qué más puede hacer Allison? Me enseña algo nuevo todos los días.

Ella me tiene encantado.

—Quédate quieto —sisea Allie —. ¿O prefieres seguir sufriendo?

Los gritos de Demetrio son callados por una rama en su boca. Arianne observa con una chispa de orgullo a su hija. El humo de hace minutos es aclarado por la hermosa luz que ilumina las manos de Allison.

Sana a Demetrio con un simple toque cuando yo casi acabo con él.

Ella es vida.

Yo soy la muerte.

La comprensión de ese hecho me remueve el corazón. Es todo lo opuesto a mí, pero a la vez la indicada. Mis pensamientos traidores cuestionan una vez más el motivo por el cual nos unieron. Estoy condenado a destruir vidas, Allison a devolverlas.

¿Y si no soy capaz de contener este fuego que arde? ¿Estas inmensas ganas de aniquilar todo aquel que me estorbe? Tomo un respiro tratando de averiguar qué pensar y qué sentir.

—Listo, vete a la mierda —El puño de Allie vuela a la cara de Demetrio y éste queda inconsciente —. No puedo creer que sané a un psicópata.

La abrazo a modo de disculpa, aferrándome fuertemente a ella. Siento su molestia como oleadas, una furia que apenas está conteniendo. La ofendí al sugerir que use su don en alguien que no vale la pena.

—Lo siento por eso —musito —. Será la primera y última vez.

Juntos observamos a Demetrio quien sigue sujetado a las benditas ramas. Su brazo quedó como nuevo, dando la impresión de que nunca sufrió daños. Destruir, reconstruir. Una combinación perfecta que nadie esperaba.

La vida y la muerte se reunieron.

—¿Dónde vamos a llevarlo? —cuestiona Allie.

Es su madre quien se toma la molestia de responder. Al fin. Su silencio me estaba matando.

—A la comisaría de tu tío Axel. Olenna vivirá en la mansión y no quiero meter a este enfermo cerca de ella.

Sus palabras son un alivio para el nudo que todavía está atrapado en mi garganta.

—Gracias —carraspeo.

Arianne sonríe.

—No es nada, estamos aquí para apoyar.

No tengo tiempo para la conmoción o pavor. Los gritos de Josh me recuerdan que hay asuntos más pendientes en esta casa de terror.

—¡Allison! —La voz de Josh nos hace sobresaltar —. ¡Arianne!

El miedo se cierne sobre nosotros espesa como una nube y corremos hacia dónde proviene la voz. El cuerpo de Allison irradia tensión y calor. Apenas logro pensar cuando bajamos al sótano. Ya no me siento reprimido ni en negación, escucho cosas que antes me negaba a creer.

Ahora es una realidad diferente.

Siento un frío sudor en mi nuca al poner mis pies en el interior. Moho, humedad, flema y más son los familiares olores una vez dentro del sótano. Arianne ilumina la oscuridad con una llama en su mano, Asher sigue en su forma lobuna, Josh tiene a Mila en sus brazos.

La bruja está inconsciente.

Allison se precipita en dirección a su abuelo y toca a Mila. La furia se extiende a través de mi cuerpo, imaginando las cosas que pudo hacerle Demetrio. Tengo la certeza de que no llegó lejos, pero sí lamento que Mila haya pasado por esta terrible situación.

¿Cómo ese psicópata pudo con ella? Mila es una mujer poderosa.

—Huelo somnífero en sus labios —informa Allie —. Probablemente se encargó de dárselo en algún café que Mila consumió. ¿Cómo?

Tenso la mandíbula.

—Demetrio es demasiado listo —digo, enojado —. Debió encontrar alguna manera y la atacó cuando estaba desprevenida.

Mi sangre arde en rabia al ver el aspecto de Mila. Su camiseta está rota, dejando al descubierto su estómago. Sangre en la comisura de sus labios y cabello desastroso. Pruebas de que ella luchó, pero no pudo con Demetrio. ¿Qué mierda?

—Juro que esto no se quedará así —gruñe Josh con rabia desenfrenada —. Pagará muy caro cada rasguño en el cuerpo de Mila. No permitiré que respire un segundo más.

Allie mira a su abuelo.

—Sé que estás muy enojado, pero ahora lo importante es que Mila sigue viva —susurra —. Debemos sacarla de aquí lo antes posible

Arianne examina el sótano con desconfianza. Yo también estoy inquieto, hay susurros llamándome, tentándome.

—Hay que movernos ahora —solicito.

Asher está muy concentrado en una zona, sus grandes patas intentan arrastrar algo. Arianne se acerca a él.

—Aquí hay algo —dice Arianne —. Asher acaba de encontrarlo.

¿Qué...?

Se me ponen los vellos de punta, la piel de gallina brota y largos escalofríos recorren mi espalda. Arianne ilumina más la habitación con su fuego y es ahí donde vemos una imagen terrorífica. Detrás de un viejo mueble polvoriento veo el cuerpo de una mujer.

—¿Qué carajos? —chilla Allie. No estoy seguro si es la resonante incorpórea voz, la brillante luz o la confusión, pero me está doliendo muchísimo la cabeza.

Fue demasiado por un día. Primero las cosas que dijo mi madre en el hospital y ahora los crímenes de Demetrio. Reconozco perfectamente bien a la chica muerta. Su cabello rojo es imposible de olvidar.

Es la misma mujer que vi el día que regresé a buscar el retrato de Allison.

—Oh, dioses... —Allie habla, pero estoy concentrado en observar a la víctima —. Está muerta.

Trato de inhalar, pero cualquier movimiento es impedido por la corriente de dolor que me atraviesa de repente. ¿Cuántas profanidades sucederán en esta casa? ¿Quién será la próxima víctima?

—¿Ronan? —pregunta Allie —. ¿Me escuchas?

Tiemblo y suelto un aliento entrecortado mientras la bruma negra se enreda entre mis pies, como pequeñas y espesas cuerdas oscuras. Me invaden por completo, mi cabeza lejos de mi entorno actual.

Estoy en el sótano, pero es un sitio diferente. Fui transportado a otro mundo lleno de oscuridad y dolor. Solo dolor. Veo cuerpos apilados, millones de cuerpos que Demetrio trajo a este lugar. Paredes manchadas con sangre, olor nauseabundo y una niña conocida que me hizo sentir miserable desde que la conocí.

Georgie.

Nadie más está en la habitación, solo ella y yo.

La temperatura baja a helado, la oscuridad me rodea y la miro atentamente. Siento su sufrimiento, esa tortura que no le permite descansar en paz. Sangrientos trozos de carne cubren su pobre rostro. Da la sensación de que alguien lo hubiese esculpido con un cuchillo de carnicero.

Tanto dolor.

Ese agujero en la cabeza nunca dejará de conmocionarme. ¿Le dispararon una vez que fue violada?

—Te dije que perteneces al mismo lugar que todos nosotros —Señala los cuerpos y abraza el peluche de conejito contra su cuerpo —. Frío y oscuro.

Tomo una profunda y estremecedora respiración. Jadeo como si no hubiese estado respirando y me estuviera hundiendo. Estoy fuera de la superficie, estoy asfixiándome.

—¿Pertenezco aquí? —susurro.

Georgie asiente.

—Sí.

Doy un paso cerca, mi mano tiembla cuando pretendo tocarla. Ella no me aparta, tampoco tiene su actitud defensiva. Siento su dolor y miedo dentro de mí. El mismo pánico que la absorbió ese día en el bosque.

El día que Demetrio la violó brutalmente.

Las lágrimas que he estado conteniendo fluyen y caen por mis mejillas. Mi garganta está espesa, mi voz se quiebra cuando veo a una niña perdida en el bosque. Georgie decidió huir de su casa porque tuvo una pelea con su madre.

Y ese fue el inicio de la tragedia.

Noche lluviosa, una niña perdida en el bosque y aferrándose a un peluche. Pasos se acercan a ella, alguien que no tiene buenas intenciones. Alguien que le arrebató la vida y la obligó a ser una fantasma vengativa.

Un Poltergeist que no ha tenido descanso desde el día de su asesinato.

—¿Mami? —Habla Georgie en la oscuridad —. Lo siento por las cosas feas que te dije, no quise ser mala. Te quiero, mami.

La persona que ella esperaba ver no era su mami. Se trataba de un hombre con el traje arrugado, aliento rancio por el alcohol, ojos maliciosos observándola con deseo y una paleta en la mano. El asco que siento es tan grande que me genera arcadas, mi estómago duele.

Miro la escena, temblando por el miedo que se cuela al instante. No puedo creer lo que hará este monstruo. Georgie se sobresalta al percibir la presencia de Demetrio. Sus inocentes ojos están amplios, sus manos aprietan fuerte al peluche.

—¿Dónde está mi mami?

Una sonrisa malvada se forma en la siniestra cara de Demetrio.

—No soy tu mami, pero puedes llamarme Señor D.

—¿Puedes llamar a mi mami?

—Por supuesto, pero tienes que venir conmigo —sonríe Demetrio —. Tengo algo para ti.

Los ojos de Georgie se iluminan.

—¡Me encantan las paletas!

—Ven conmigo, niñita.

Y Georgie acepta porque no tiene idea de las cosas que le espera.

A continuación, escucho gritos, veo oscuridad, una niña llorando mientras su ropa es desgarrada. Sonido de gemidos, un hombre desalmado tomándola brutalmente. Puedo oler el miedo teñido de sangre y sudor.

Huelo tanto sufrimiento. Ella no pude defenderse porque aún era inexperta con sus poderes.

Me volteo por inercia, negándome a ver más. Y no termina ahí, un hombre sin rostro se encuentra parado justo frente a mí.

—¡Ronan!

Es todo lo que escucho antes de caer en la inconsciencia.

💚

Melissa.

El viaje hasta la Fortaleza parece interminable. Hay una despiadada agonía en mi corazón mientras trato de convencerme que pronto voy a olvidarlo. Tengo dieciséis años, mi vida recién está comenzando.

Los chicos vienen y van.

Además, cuando aparezca mi compañero cualquier sentimiento que tenía por Tristan quedará en el olvido. Mi dolor no será eterno, pero eso no es un impedimento para sentir esta sensación desagradable. La traición en mi pecho.

Él simplemente me dijo adiós.

Sacudo mi cabeza y alejo las lágrimas frustradas. No más. Ya he llorado demasiado. Me toca recordar que él solo está cuidando a su familia como yo hago con la mía continuamente. No puedo llorar cuando hay más problemas en mi vida.

Viéndolo desde otra perspectiva, estoy feliz por la decisión que tomaron los Persson. Ellos estarán lejos del peligro y a salvo. Algo que nosotros no tenemos el lujo de escoger. La familia Karlsson prefiere quedarse en New Hope para salvar a los más vulnerables. ¿Y quién se preocupa por nosotros? Apuesto a que cientos de personas nos desprecian en el pueblo.

Maldición, iniciaron una campaña en contra de mi abuelo porque están hartos de verlo en el poder. ¿Qué pasará el día que mi tío Ashton gane las elecciones? Porque su victoria es evidente.

La mochila se siente pesada sobre mis hombros a medida que camino. Quiero llamar a mi madre para decirle como me siento, pero me contengo. No necesito que me vea en un momento de debilidad. Ella está estresada con las pesadillas de Asa.

Lo mío es insignificante.

Parecen diez minutos más de camino antes que una familiar camioneta baje velocidad y se detenga.

No me jodan.

Es mi padre.

La puerta lateral se abre y veo sus curiosos ojos avellanas. Su uniforme de policía me recuerda que es una de las máximas autoridades.

—¿Qué haces caminando sola a estas horas? —inquiere mi padre con las manos sobre sus caderas —. Te dije que el bosque está fuera de los límites, Melissa.

Arqueo una ceja y observo a la menuda mujer demacrada en el asiento del pasajero. La he visto con Ronan y en la fiesta de mi prima Allie. ¿Es Olenna Dumont?

—Uh... me adelanté y quise venir por mi cuenta —explico, vagamente —. No me gusta socializar como Raven y Ellie.

Papá examina mi cara con el ceño fruncido, deteniéndose más tiempo en mis ojos rojos.

—Estuviste llorando —asume —. Tristan ya te lo dijo, ¿no?

Parpadeo hacia él, fallando en ocultar la sorpresa en mi rostro.

—¿Cómo lo sabes?

Papá lanza un suspiro.

—Hablé con su padre ayer.

Con el dolor de la despedida aún fresco en mi corazón, las lágrimas vuelven a llenar mis ojos. Hasta mi padre lo sabía menos yo.

—Adelante, puedes decirlo —mascullo —. Me lo advertiste y no quise escuchar.

Él aprieta los labios en confusión.

—¿Qué cosa?

—Sabías que Tristan rompería mi corazón —expreso. Mi voz es débil, pero estoy segura de que escucha.

De forma inesperada, su rostro está lleno de pesar.

—Ven aquí —dice simplemente.

Sin aviso alguno, envuelve sus fuertes brazos alrededor de mí en un abrazo acogedor. No me pide que no llore, incluso no me echa en cara que he sido ingenua al creer que mi relación con Tristan duraría. Él simplemente limpia mis lágrimas con las puntas de sus dedos y me da palabras reconfortantes.

—Soy el menos indicado para reprocharte —dice, acariciando mi cabello —. Fui joven como tú y cometí muchos errores. Cuando me puse intenso con el tema solo quería protegerte.

Asiento contra su pecho.

—Lo sé.

—Supongo que no todo ha sido malo, ¿verdad? —pregunta, apartándose —. No lo veas como una mala experiencia. Fuiste muy feliz el tiempo que duró, tú misma me lo dijiste. Este es solo el comienzo de tu vida, aún te queda mucho por experimentar.

Hay una sonrisa estúpida pegada en mi cara. Amo este lado comprensivo de mi padre.

—Quiero experimentar la vida como tú, papá.

Me mira, su expresión cálida con un toque de travesura.

—Prefiero que busques tus propias experiencias —expone —. Las mías no fueron del todo agradables.

Me encuentro riéndome a carcajadas a expensas de él.

—¿Te refieres a tu trauma especial que mis tíos no olvidan?

Él hace una mueca.

—No hablemos de eso.

Me toma en sus brazos para dirigirnos a su camioneta. La señora Dumont tiene puesto su cinturón de seguridad, una sonrisa nerviosa en sus labios. Está asustada, se nota. ¿Pero de qué?

—Soy Melissa —saludo y dejo mi mochila en el asiento —. Imagino que vivirá con nosotros a partir de hoy. Bienvenida a la familia, es un gusto conocerla.

Sus mejillas pálidas se tiñen con color.

—Sí, espero no ser una molestia.

Papá se ubica en el asiento del conductor y yo atrás mientras cierro la puerta.

—Descuide, le aseguro que nuestra casa es lo suficientemente grande para cien personas.

La señora Dumont me lanza una mirada perturbada a través del espejo retrovisor. Me da una mala impresión de inquietud. ¿Qué pasa?

—Oh, eso es... reconfortante.

Papá enciende los estéreos y conduce. Suena una canción deprimente que me provoca ganas de lanzarme al vacío. Gracias, papá. Chequeo mi celular para leer los últimos mensajes con Tristan. Auch, duele. ¿Y así pretendo olvidarlo?

—Carajo... —dice papá.

¿Qué? La música se apaga y oigo a varios cuervos llorar. La señora Dumont tiembla en su posición. Siento una especie de pánico, no entiendo los motivos. Quizás se debe al mal pronóstico de la atmósfera.

—Alguien nos está siguiendo —concluyo.

—¡Es él! —grita la madre de Ronan, su voz estrangulada por el miedo y lágrimas en sus ojos —. ¡Yo sabía que vendría por mí! ¡Esto fue un error!

¿Él?

La camioneta aumenta velocidad, se tambalea y amenaza con rodar. Una fuerza inexplicable de repente impide que sigamos moviéndonos. El caño de escape suelta una gran capa de humo que nubla el camino.

Mierda. Guardo mi celular, poniéndome en alerta.

Mi boca se seca por completo, mi corazón tartamudea en mi pecho. Más cuervos vuelan a nuestro alrededor y una figura desconocida va formándose a pocos centímetros de distancia. Olenna grita tan fuerte que me provoca escalofríos. Esta mujer no ayuda en absoluto a mi compostura.

—Es él —dice de nuevo —. ¡Es él!

Papá pisa el embrague, pero el auto no se mueve.

—Mierda, mierda, mierda —gruñe papá —. ¡¿Qué está pasando?!

A pesar de toda mi rabia y valentía, tengo miedo... aterrada de que no voy a tener la fuerza para hacer lo que pretendo. No hay manera de escapar, a menos que luchemos. Mi padre es un hombre fuerte, puede cambiar a su forma lobuna, pero apuesto a que no es rival para este ente sin rostro. Solo es un cuerpo cubierto de humo.

Y viene por Olenna.

Me pongo en movimiento, mis puños tensos a mis costados, mi mandíbula fijada en concentración. Las puertas de la camioneta se abren por su propia cuenta, apenas un destello de mi poder.

—¡¿Qué diablos estás haciendo, Melissa?! —contesta papá —. ¡¡Vuelve aquí!!

Ignoro sus peticiones, mi atención en mi objetivo. La zona está inundada de humo, cuervos volando y chillando. El humo hace difícil respirar.

—Déjame a cargo, papá.

Mi cabello vuela por la velocidad del viento, mis colmillos salen a la vista mientras una bola de color rojo se forma alrededor de mis manos. No estoy segura si puedo detenerlo, pero no pierdo nada con intentarlo.

—¡¡Melissa!! —exclama papá. Planea bajar del auto, pero me encargo de que los seguros estén puestos —. ¡¡Maldita sea, Melissa!!

Pasa tan rápido que no logro contener mi ansiedad, incluso si lo intentara. Con un gruñido gutural, arrojo los orbes de luz roja desde las yemas de mis dedos, enviándolas directamente al responsable de todo esto. Las bolas de luz cegadoras encuentran su objetivo en cuestión de un milisegundo después de que dejan mis manos, enviándolo lejos.

Pero esto no termina aquí.

Levanto mis puños al mismo tiempo qué grandes piedras sacuden el suelo y aplastan al objetivo. Nos da el suficiente segundo para huir. Escucho a la camioneta rugir, Olenna gritando y papá a punto de tener un infarto.

—¡¡Melissa!!

Sintiéndome energizada, formo dos orbes de luz roja y los lanzo hacia el monstruo. Así continuamente hasta que siento que es suficiente, pero al parecer no. La cosa arroja las piedras lejos, su cuerpo toma forma de nuevo. El humo cada vez más intenso, acercándose a mí. El grito de papá es angustiado.

—¡¡Sube aquí, carajo!! —solloza papá —. ¡¡Obedece o estarás castigada toda tu vida!!

La cosa camina a pasos lentos, como si tuviera todo el tiempo del mundo. Capto sus zapatos caros, su traje de diseñador. ¿Por qué no muestra su rostro? ¿Es muy cobarde? El olor a acre es cada vez más fuerte, mi confusión es reemplazada por el miedo.

¿Qué es esta cosa?

Viene por Olenna y no puedo olvidar que marcó a mi hermano. Miedo y rabia inundan mis venas como agua helada, apagando la pasión fiera y reemplazándola con un desprecio ardiente.

—Tarde o temprano tendremos otro encuentro —siseo —. Te mataré.

Mi padre toca la bocina.

—¡Entra de una puta vez!

Las puertas se desbloquean, entro al interior y finalmente la camioneta arranca a toda velocidad. Mi padre sostiene el volante, la madre de Ronan está llorando con intensidad. ¿Y yo? Observo el lugar dónde se encuentra la cosa estudiándonos. ¿Por qué no viene? ¿Por qué me dejó huir?

—¡¿En qué diablos pensabas?! —exige papá —. ¡Él pudo haberte matado!

Me giro hacia mi padre, cuyos ojos avellanas se encienden más brillantes de lo que nunca he visto, su mirada atravesándome. Sus dientes están apretados tan fuerte que puedo ver los músculos a lo largo de su mandíbula agitándose con dolor.

Está furioso y no lo culpo. Arriesgué mi vida.

—Lo sé —digo.

—¡¿Lo sabes?! —exclama, indignado —. ¡Estás jodidamente castigada, Melissa!

Olenna tiene las mejillas empapadas de lágrimas, su cara sin color y labios temblorosos.

—Acabas de retarlo —musita —. Él lo tomó como un desafío y volverá a ti.

💚

Allie.

Recurrimos a la ayuda de mis otros tíos porque el gran Sheriff de New Hope nunca respondió las llamadas de mi madre. Sacamos los cuatro cuerpos de la casa como pudimos. Tres inconscientes y uno muerto. Mi tío Andrew solicitó hacerle pruebas a la víctima de Demetrio en su morgue.

En cuanto a Ronan, ha perdido el conocimiento y no volvió a abrir los ojos. Descansa en la camioneta, se encuentra agotado mentalmente. Mi pobre chico está cansado. Papá robó ropa de la casa Dumont apenas cambió a su forma humana. Le desagrada, pero ahora lo necesita.

Mi furioso abuelo Josh se retiró con Mila cuando tuvo oportunidad. Quiso matar a Demetrio, pero lo detuvimos. El psicópata será interrogado más tarde por mi tío Axel.

—Me aseguré de que ninguna prensa molesta nos siga —informa mi tío Ashton —. ¿Están todos bien?

Observo el cuerpo de la chica muerta ser envuelto con una bolsa negra y después ingresada a una furgoneta de la morgue. La tristeza se presiona sobre mí como una enorme piedra y apenas logro soportarlo. Siento que me aplastará.

¿Quién era esta desconocida? ¿Cómo tomará la noticia su familia cuando sepan sobre su muerte? Me enferma saber que miles de chicas tienen el mismo final diariamente. La vida es tan injusta.

—Sí —responde mi padre, abrazando a mamá —. ¿Hay noticias de Axel?

Las líneas de su frente se arrugan cuando mi tío Ashton contesta.

—Fue atacado cuando llevaba a Olenna en la Fortaleza, pero Melissa pudo defenderlos. Llegaron a salvo.

No puedo hablar. Estoy completamente sorprendida y horrorizada mientras pongo una mano inestable en mi pecho.

—¿El señor de las sombras atacó? —indaga mamá.

Mi tío Andrew asiente. Él se encargará de la chica, hay marcas siniestras en su cuerpo que deben ser estudiadas. Oh, también informará a la familia de ella.

—El mismo —Mi tío Andrew sacude el polvo de sus manos enguantadas —. Cada vez está haciéndose más presente y creo que pronto va a darnos batalla. Tenemos que estar listos.

Papá frota los brazos de mi madre quien tiene una mirada perdida.

—Todo está saliéndose de control.

—Saldremos adelante —dice mamá —. Podemos con esto y más. Respecto a Ronan...

La miro.

—¿Qué sucede con Ronan? —indago.

La expresión de mamá es sombría y preocupada.

—No tiene control de sus poderes y necesitamos ayudarlo más que nunca.

—Tú eres la indicada, bonita —sugiere papá.

Ella sonríe.

—Espero que sí —suspira —. Vámonos de una vez, aún hay otros asuntos qué arreglar.

La veo alejarse con mis tíos hacia las camionetas mientras papá y yo observamos la mansión Dumont. La luz del porche está encendida, pero no es suficiente para iluminar. Todo aquí es muy turbio.

—Encontré esto en la habitación de ese infeliz —Papá saca un cuaderno del bolsillo de la chaqueta —. Creo que le pertenece a Ronan.

Recojo el cuaderno en mis manos, sonriendo al ver que tiene una tapa negra y sticker de Arctic Monkeys. Sí, definitivamente le pertenece a mi chico.

—Es suyo —musito —. ¿Crees que Demetrio lo leyó?

Papá se encoge de hombros.

—No lo dudo, estoy seguro de que hay algo importante aquí.

Presiono el cuaderno contra mi pecho.

—Lo leeré cuando despierte.

Papá besa mi frente.

—Vamos.

—Un segundo más —solicito.

Él me da mi espacio mientras prosigo a mirar la casa. Estoy con muchas dudas inundándome, Ronan perdió el conocimiento por un motivo muy fuerte. El problema es que no pude escuchar sus pensamientos, no me permitió.

Está empezando a molestarme que se oculte.

—¿Qué haré contigo? —susurro.

Entrecierro los ojos al ver que las cortinas de la ventana se mueven y luego una niña con peluche de conejo me devuelve la mirada. De repente me siento mareada y muy confundida. Su aspecto no es nada normal. Está cubierta de sangre y su cabello me recuerda a Samara.

Maldita niña de la llamada. ¿Por qué puedo verla? ¿Es Georgie?

—¡Allie! —grita mamá.

Aparto mi atención de la ventana y el cuaderno en mi mano cae al suelo. Lo recojo de nuevo, confundida por la situación. ¿Qué hay aquí?

💚

El alboroto sigue cuando llegamos a la Fortaleza. Es chistoso ver la forma en que mi padre carga a Ronan hasta su habitación como si se tratara de un simple saco lleno de papas. El resto de mi familia está presente en la sala. Mi tía Reynard luce ansiosa, sus ojos marrones cargados de preocupación.

—Necesitamos hablar —masculla, levantándose de su lugar.

—Esperaba hacer lo mismo —enfatiza mamá.

Raven jadea al ver inconsciente a Ronan. Ellie mastica su chicle y Melissa se ve desastrosa. Espero tener una conversación más tarde con mi prima, debe contarme cómo fue su batalla con el Señor de las Sombras.

—¿Estará bien? —inquiere Raven.

Le doy una sonrisa sensible.

—Sabes que sí —miro a Melissa —. ¿La señora Dumont cómo se encuentra?

—Bien —contesta —. Está descansando en la habitación que le asignamos. Un poco alterada, pero mejorará.

Gracias a los dioses.

—Tú y yo tendremos una seria conversación —Le señalo con un dedo y sostengo el cuaderno de Ronan.

Me guiña un ojo.

—Te espero.

Sigo a mi padre hasta las escaleras sin detenerme y llegamos a la habitación de Ronan. Ya habrá tiempo para las explicaciones. En este momento me concentraré en mi compañero. Quiero estar para él cuando despierte.

Papá deposita con cuidado a Ronan sobre la cama y mi corazón da un vuelco.

Está dormido, sus oscuras pestañas contra su mejilla. No parece que esté colmado de preocupaciones o muriéndose internamente. Es solo mi Ronan. Un chico que ha sufrido desde que nació.

—No sé qué pensar de él —farfulla papá —. Parecía una persona diferente hace horas.

Una espina de tristeza golpea mi corazón con esas palabras.

—Todo será complicado porque apenas está descubriendo sus habilidades.

Papá se rasca la barbilla.

—Me recuerda tanto a tu madre.

Una sonrisa levanta mi boca.

—A mí también.

Papá me da un beso en la frente.

—Te dejo con él —Señala su aspecto desaliñado —. Me da asco seguir usando la ropa de ese bastardo.

Hago una mueca de repulsión. Ni siquiera le queda bien esa camisa y pantalón de vestir. Es ropa para viejos, mi padre es de todo menos un viejo decrépito.

—Eww, date prisa. Borra cualquier huella de ese degenerado.

Papá me deja sola con Ronan y me siento en la cama mientras estudio el cuaderno en mis manos. Tengo ganas de husmear, pero mi moral no me permite invadir la privacidad de Ronan. Otro misterio se suma a la lista.

El diario de Olenna y el cuaderno de Ronan.

Lo dejo sobre una cómoda cerca de la cama y me acurruco al lado de Ronan. No entiendo el motivo de su desmayo, él acostumbra a mantener cerrado sus pensamientos de mí. Incluso cuando duerme. Es tan increíblemente poderoso y apenas lo nota.

Dioses, su toque es letal.

—No me asustas, cariño —Aparto el pelo de su cara —. No me asustas.

Mis caricias siguen en su sedoso cabello mientras me maravillo por este hermoso chico. Él es fuerte, un hombre capaz de soportar cualquier cosa. Trago saliva y la ola de vehemencia que brota a través de mí es confusa al mismo tiempo que es familiar. Siempre la he sentido cuando estoy a su lado, pero ahora es más pronunciada.

Quiero protegerlo y recordarle que nunca más estará solo.

Ronan suelta un quejido antes de abrir lentamente los ojos. Su mirada conecta con la mía, viendo la profundidad de mi alma. Mi respiración se atrapa porque algo se siente raro.

Sus ojos...

Conservan la misma tonalidad gris pálido de hace una hora, el mismo color que resalta cuando usa sus poderes. ¿Qué? Creí que volvería a la normalidad como los míos.

—Hola —sonrío. Cálmate, Allie.

Él parpadea lentamente. Maldición. ¿Dónde quedó el marrón en su mirada que tanto amo?

—¿Qué pasó? —cuestiona —. ¿Dónde está mi madre y Demetrio?

Me hago a un lado cuando empieza a moverse frenéticamente y sostengo sus brazos para calmarlo.

—Tu madre está aquí y Demetrio fue trasladado a la comisaría para que lo interroguen —informo —. Shh... relájate, Ronan. Iré por agua y unos analgésicos.

Trato de tomar distancia, pero me envuelve en sus brazos, inhalándome. Necesita la paz que solo yo puedo proporcionarle. Algo que ninguna pastilla podrá darle.

—Quédate —suplica.

Sonrío débilmente mientras me acurruco más cerca de él.

—Bueno.

Levanta nuestras manos entrelazadas y observo con detenimiento. La mía es pequeña con las uñas pintadas de negro mientras que la suya es más grande. Sin embargo, encajan tan bien.

—Te ocultas de mí todos los días —musito —. No puedo saber lo que pasa por tu mente.

—Estoy haciéndote un favor. Me pongo en tu lugar y sé lo abrumador que son mis pensamientos.

Aparto mi cabeza de su pecho, mirándolo con el ceño fruncido.

—A mí no me importa, Ronan.

Él ubica los brazos detrás de su cabeza en una posición más relajada.

—¿En serio? A nadie le gustaría ver muertos todo el tiempo y recuerdos dolorosos de mi pasado —dice, molesto —. Quiero lo mejor para ti, Allison.

Mi corazón golpetea en mi pecho.

—Y yo quiero que confíes en mí. Quiero que me dejes ayudarte, no tienes que lidiar solo con tus problemas.

Se aparta, incorporándose en una posición sentada en la cama. Su puño parece temblar mientras descansa contra su pierna, su rostro está pálido a medida que evita mirarme. ¿Por qué no me mira?

—Dudo que puedas ayudarme a entender cómo me siento.

—Pruébame.

Gira su rostro, sus extraños ojos grises encontrándose con los míos. Me costará acostumbrarme al nuevo color.

—No creí decirlo, pero cuando usé mis poderes le di la bienvenida a esta oscuridad que estaba dormida dentro de mí.

Confesión inesperada.

—¿Y sabes qué, Allison? Me sentí increíble, lo disfruté —dice con culpa —. Odio que me haya gustado tanto.

La mirada de completa resignación en el rostro de Ronan me angustia. ¿Por qué debería sentirse culpable? Todos disfrutamos de la oscuridad cuando nos tienta. A veces es mucho más atractiva que la luz.

—No tienes que odiarlo —susurro —. Tampoco sentirte avergonzado de mí, incluso yo amo mi lado demonio.

—¿Sí? —Su pregunta es suave —. La diferencia es que tú puedes controlarlo y yo no.

—Puedes aprender a controlarlo, nadie nace sabiendo.

Él me contempla un largo segundo, sus ojos grises oscureciéndose de nuevo.

—Dime que nada cambiará entre nosotros.

Está tan preocupado que me provoca una punzada de dolor en el corazón.

―¿Por qué cambiaría?

―No lo sé... soy diferente.

Alcanzo su mano y vuelvo a unir nuestros dedos.

―¿Me tratas diferente cuando Catalina posee mi cuerpo?

Evade mis ojos.

―No.

―Entonces no te preocupes, cariño. Tú siempre serás mi Ronan.

Él regresa su atención a mí y lanza una pequeña sonrisa.

―Joder, te adoro.

Baja su cabeza y sus labios se reúnen con los míos: cálidos, firmes, deliciosos, suaves. Nunca me cansaré de besarlo porque sentir su boca contra la mía es como probar un aliento invernal. Me da vida, llena los lugares más vacíos en mi cuerpo.

Besar a Ronan se convirtió en una adicción que nunca calmaré y tampoco quiero. Lo beso con intensidad para hacerle saber que estoy a su lado por un largo tiempo, independientemente de nuestros pasados.

Cuando empiezo a tirar de su camiseta, él se ríe y detiene mi mano impaciente.

―Tranquila ―murmura entre risas ―. Aquí no hay privacidad.

El calor viene a mis mejillas.

―Perdón.

―Descuida ―dice, poniéndose de pie y estirando los brazos ―. Voy a darme un baño para sacarme este hedor que me dejó el sótano. Aún puedo olerlo en mí, después veré a mamá.

―¿Hoy también vas a saltarte la cena? ―inquiero ―. Puedo traer la comida.

Sonríe, su sonrisa familiar y cálida regresa.

―No, gracias ―masculla ―. Ya no podría soportar más lechuga o tofu.

Agarro una almohada y se lo lanzo en la cabeza. Ronan suelta una carcajada.

―Cómo quieras ―Le muestro el diario y su sonrisa se desvanece ―. Mi padre lo encontró en la habitación de Demetrio. Tengo el presentimiento de que es importante.

Deja escapar un quejido de exasperación.

―Yo también, pero primero necesito bañarme. La cabeza me está matando.

―De acuerdo.

Trato de abandonar la habitación, pero sus fuertes brazos me atrapan rápidamente.

―Gracias ―susurra.

―¿Por qué?

―Por creer en mí, por no verme como un monstruo.

Mi corazón empieza a acelerarse cuando me analiza con sus intensos ojos grises. Dioses, me encanta ese sentimiento. Ese en el que somos los únicos que existimos en la tierra y nadie más importa.

―Siempre creeré en ti ―afirmo.

Ronan deposita un beso en mi cabeza.

―Bien, no te quitaré más tiempo.

Me da mi espacio y lo veo desaparecer en el baño. Mi pulso late, mi respiración se atasca al bajar la mirada hacia mi blusa. Se levantó unos centímetros, enseñando rastros de mi piel púrpura. Hay más contusiones.

La misma zona que tocó Ronan.

No. Puede. Ser.

El pánico me domina, estremeciéndome a través del dolor. No pudo haber sido Ronan, la única responsable aquí es mi maldición. Estoy débil por Catalina.

«Sabes que no es así. Yo te lo advertí, Allison». ―Se burla la voz en mi cabeza.

El sonido de la ducha me hace sacudir la cabeza y abandono la habitación. No quiero que Ronan escuche las estupideces que pasan por mi mente. Suficientes problemas lo atormentan y no pienso agregar otra a la lista.

Annie está en mi habitación cuando ingreso y empiezo a desnudarme. Me llevo un susto de muerte al ver a mamá cerca de la ventana. Mierda, estaba tan distraída que no la vi. Sus ojos verdes apuñalan las marcas en mi cuerpo. La preocupación evidente en sus suaves rasgos.

―Lo supuse ―espeta.

—¿Qué? —pregunto con confusión.

—¿Desde cuando tienes las marcas en tu cuerpo?

Es inevitable no sentir vergüenza mientras pienso en las manos de Ronan sobre mí, su cuerpo golpeando contra el mío, nuestros alientos descontrolados mientras teníamos una intensa sesión de sexo en la biblioteca.

—Uh...

—No me lo digas —Rueda los ojos —. Estoy muy preocupada desde que lo vi destruir con una facilidad increíble. Parece que esa habilidad estuvo en su naturaleza todo este tiempo.

Me froto los brazos, pretendiendo alejar el malestar en mi cuerpo.

—Es hijo del enemigo —Le recuerdo —. Nunca fue humano completamente, su padre es un dios de la oscuridad. Y él...

Mamá vuelve a mirar la ventana y Annie se frota contra sus piernas como una buena gata.

—Un semidiós —completa —. Tú también eres una, Allie.

Mi boca se abre por la sorpresa y la miro con mis ojos bien abiertos. Toda mi vida creí que solo tenía cuatro naturalezas. ¡Vaya! Acabo de añadir otro a mi lista.

—¿Yo una semidiosa?

Mamá es toda sonrisa y dulzura cuando me abraza. Ella me sostiene como si fuera la misma niña de dos años que se negaba a soltar. Siempre fuimos tan unidas.

—Es una larga historia que contar —susurra —. Tengo el título gracias a ti.

Me alejo, analizándola como si tuviera dos cabezas. Desde que era una niña idolatré a mamá. Ella siempre será un ser superior para mí. Una diosa que debe ser admirada todos los días.

—¿De verdad?

—Sí.

—Debes contarme esa historia con lujos de detalles.

Toca mi mejilla, sus ojos verdes colmados de amor.

—Noté el odio en Ronan, una ira incontrolable que será difícil calmar —dice con un suspiro tembloroso —. Soy fiel creyente del destino y puedo entender porque la diosa Luna decidió unirlos. Tú serás la calma a toda la destrucción que Ronan provocará.

La sorpresa hace desaparecer el color de mi cara, mi pecho tronando con cada revelación.

—Ronan sería incapaz —digo, aunque no estoy muy convencida.

—Aprendí en esta vida que nunca debes subestimar a nadie —sonríe —. Ni siquiera a un alma tan pura como Ronan. Su aura es noble, pero él es heredero de la oscuridad.

Estoy paralizada por el miedo, a la sola idea de que Ronan algún día podría destruir y poner en peligro a mi familia.

—Su familia heredó un pecado capital.

Su madre es la excepción según el diario.

—Hoy quedó demostrado que el suyo es la ira —asume mamá —. Ronan es como un explosivo sensible. Ante la primera provocación, también explotará.

Trago saliva, nerviosa por esta nueva revelación. ¿Qué más descubriré sobre mi compañero? ¿Aún hay más?

—Dioses...

—Sé lo que se siente estar en su lugar —continúa mamá —. Por esa razón mañana mismo él empezará a entrenar con nosotras. Hay más poder y oscuridad de lo que demuestra. Puedo verlo.

Escalofríos corren de arriba a abajo por mi espalda y piel de gallina se forma en mis brazos porque algo terrible está aproximándose.

—Le haré saber que entrenará con nosotras. Ronan no tendrá problema.

Mamá cierra las cortinas antes de acercarse a la puerta.

—Te veo en la cena, cielo.

Muerdo mi labio y suelto una frustrada maldición. ¿Cuántas sorpresas más me espera en esta trágica vida? Siento que todo está golpeándonos a la vez y me pregunto qué tan fuerte seremos para soportarlo.

💚

Ronan.

Mi cabello está húmedo cuando termino la ducha y me visto con ropa adecuada. Es reconfortante saber que mamá finalmente está aquí, puedo dormir tranquilo en las noches. Claro que aún me preocupa su enfermedad, pero tengo la certeza de que también será solucionado.

Prometí que no me rendiría fácilmente.

Todavía estoy atormentado por las cosas nefastas que vi en el sótano, pero mis prioridades se concentran en mamá. Ella necesita mi dedicación, al menos por hoy. Miro sobre mi hombro para encontrar a Raven parada en mi puerta. Sus ojos azules me estudian, una sonrisa tímida en sus labios.

—Hablé con tu madre —susurra —. Es una mujer sensacional.

La felicidad me invade. Realmente mamá está aquí.

—Lo sé —digo —. Tiene un sentido de humor que la hace única.

Raven asiente y entra a la habitación.

—Mi madre vio su aura.

Termino de abotonar mi camiseta, enarcando una ceja.

—¿Y cuál es su veredicto?

—Está preocupada —Raven tiene la mirada inquisitiva —. Es de color gris como tus ojos en estos momentos. Una mezcla de blanco y negro.

No me toma desprevenido esa información, mi aura pura tiene más sentido que nunca. Mamá siempre fue un alma bondadosa, pero fue manchándose por todos los sacrificios que ha ofrecido al señor de las sombras.

—Mamá no es mala.

—Eso es evidente, pero oculta muchísimos secretos —Aparta un mechón rojo de su cara y hace una breve pausa —: Mi tío Andrew acaba de leer sus informes médicos y su diagnóstico es como el de cualquier ser humano. Le quedan pocos meses de vida.

No puedo respirar.

—Lo sé —expongo con dolor. Raven se remueve de un pie a otro. Algo está incomodándola, queda demostrado —. ¿Hay otra cosa que deseas añadir? Tu cara está diciéndome mucho.

Cierra los ojos un breve segundo antes de abrirlos.

—Sé que sonará como una locura, pero tu madre aún tiene salvación. Puede curarse gracias al mundo sobrenatural.

El sentimiento de satisfacción que me da su respuesta es inexplicable. Una parte de mí siempre mantuvo las esperanzas y me alegra no haberlas perdido nunca. No quiero renunciar a mamá tan rápido.

—¿Cómo sería posible? —pregunto, mi voz ronca por la emoción —. ¿Raven?

Ella exhala y se retuerce las manos nerviosamente. Ahora me gustaría no haber preguntado, la idea no será muy buena. Para mamá no.

—Mi tía Melody puede convertirla en vampiro —contesta —. Claro, tu madre podrá elegir si acepta la propuesta o no. Es su elección.

Por supuesto que esa es una posibilidad excelente, pero mamá no estará de acuerdo. La conozco.

—Ella no aceptará, pero voy a convencerla. No permitiré que me abandone.

Raven asiente con una sonrisa comprensiva y chilla mientras la envuelvo en mis brazos. Doy vueltas con ella, dejándola mareada cuando la deposito en el suelo.

—¡Ronan! —Se ríe.

—Eres una genio. ¿Te lo han dicho?

Se encoge de hombros con un rubor modesto y trata de calmar su dura respiración.

—Se me ocurrió la idea y tenía que decírtelo.

—Ella no volverá a ser la misma, pero aprenderá a manejarlo —mascullo —. Será inmortal como yo.

—Cruzaré los dedos para que diga sí —musita. Su voz es suave, dulce.

—Puedo ser muy convincente —Le guiño un ojo y abandonamos la habitación —. Es una idea arriesgada, pero eficaz. Ya no quiero verla sufrir.

—Te comprendo, odiaría ver a mis padres en esa situación —Muerde su labio y mira las puntas de sus zapatos —. Búscame cuando hables con ella, quiero hacerte otra propuesta.

¿Otro más?

—No hay problema.

Raven me da la espalda y camina hacia las escaleras con una sonrisa por mi entusiasmo.

—La habitación de tu madre se encuentra cerca de la mía —espeta sin mirarme —. Nos vemos en la cena, Ronnie.

La felicidad en mi pecho es inmensa. Estaba preocupado cuando Allison dijo que era inmortal por su mordida y temía ver morir a mamá de vieja. Ahora el pensamiento de que ambos podremos vivir muchos años más es reconfortante.

Quiero disfrutarla por mucho tiempo, ya perdimos bastante esos días que fui internado a la clínica. ¿Y ella? No vivió su vida como debería, se encargó de complacer a ese monstruo cada segundo.

Mamá merece ser feliz.

La puerta de su habitación se encuentra abierta y no contengo mi sonrisa de alegría. Tiene el cabello arreglado, ropa cómoda y una gran cama. No extrañará en absoluto su antigua casa. Los Karlsson la harán sentir como si fuera su propio hogar. Conozco la sensación desde el día que puse mis pies aquí.

—Mamá —susurro.

Abre sus brazos y corro hacia ella como un niño necesitado de afecto. Está aquí, no más noches sola en el hospital o atormentada por ese monstruo. Voy a protegerla.

—Ronnie —dice y besa mis mejillas para después apartarse —. No puedo creer que estamos juntos de nuevo. El día que decidiste venir a vivir con los Karlsson me sentía muy agradecida, sabía que Allison te mantendría a salvo.

Me siento a su lado en la cama, amo que las sábanas sean blandas como a ella le gusta. La habitación es espectacular con una enorme televisión de pantalla plana, cuadros, cortinas en las ventanas y tiene su propio baño.

—¿Siempre supiste que ellos no son normales?

Mamá sonríe.

—Tenía mis sospechas, pero adiviné este año —admite —. Nunca conociste a Allison por internet.

Mis mejillas se calientan. Inhalo profundamente, susurrando mi respuesta.

—No, ella es mi compañera.

—No es simplemente tu novia.

—La definición es mucho más que eso —aclaro —. Ella y yo nacimos para estar juntos, compartimos un lazo que fue otorgado por la Diosa Luna. Podemos hablarnos a través de nuestros pensamientos. No podemos vivir sin el otro.

Mamá me ofrece una brillante sonrisa. Me resulta extraño que no comente nada sobre mis ojos. ¿Acaso no percibe el cambio?

—Qué profundo, Ronnie.

—Te explicaré en otro momento, es más complicado de lo que imaginas.

—No lo creo, suena hermoso.

Recojo sus manos entre las mías, confundido porque no muestra sus secretos. Mamá tiene una manera de bloquearme y no preguntaré cómo.

—Él no puede entrar aquí —Le aseguro —. Podrás descansar tranquila.

Menea la cabeza y mira hacia otro lado. Sus ojos se llenan de lágrimas.

—Vine aquí porque quiero pasar mis últimas semanas contigo —susurra con pesar —. Mi hora se acerca.

Mis temblorosos labios se convierten en una mueca.

—¿Tú quieres irte, mamá?

Me mira, sus ojos cargados de dolor antes de cerrarlos y apoyar su cabeza contra las suaves almohadas.

—Solo quiero un descanso, Ronnie —murmura en voz baja —. Pasó mucho tiempo desde que no tuve uno. Quiero un descanso.

Ahí está la respuesta que tanto temía.

Ella no aceptará la propuesta de convertirse en vampiro porque desea morirse. Ya no es capaz de soportar estar en este mundo por más tiempo.

Ni siquiera por mí.

—Shh... duerme, mamá —Beso su frente —. Duerme.

💚

Camino con las manos en los bolsillos mientras pienso en las decepcionantes palabras de mi madre. ¿Me pongo en su posición? Por supuesto que sí. Vivió cuarenta y cinco años atormentada. Fue condenada desde el día que nació, entregada a un dios para que lleve a su hijo.

Yo.

No la culpo si desea terminar con su sufrimiento, ella solo desea un descanso, un alivio dónde ese monstruo no la moleste nunca más. ¿Pero la muerte? No me gusta creer que será la única solución.

Mis pensamientos son callados cuando percibo una serie de suaves suspiros. Hago una pausa cerca de la puerta de Ellie, lo suficiente para verla sobre Logan, besándolo con intensidad. No reprimo mi sonrisa. ¿Me gusta esta pareja? Diablos, sí. La rubia ayudará para que el Ken olvide a Allison de una vez.

Un clavo saca otro clavo, ¿no?

—Eres tan malo, cariño —Allie susurra en mi oído y me sobresalto —. La competencia acaba de salirse de tu camino.

Aparto mis ojos de la escena para admirar a la hermosa chica frente a mí. Su atuendo de hace horas fue reemplazo por un vestido de algodón verde claro con mangas largas. Su cabello oscuro está húmedo y suelto. Mmm... el olor a jabón de ducha será mi favorito a partir de ahora.

—¿Escuchaste eso? —pregunto.

—Oh, sí —Allie coge mi mano para guiarme al comedor —. Te sientes tan feliz que quieres gritarle a los cuatro vientos que Ellie y Logan están a punto de follar.

Sonrío.

—Si hago eso tu tío Andrew tendrá un infarto.

Allie me da una sonrisa burlona.

—Él está trabajando y mi tía Emmie no regañará a Ellie —contesta —. Estoy feliz de que Logan disfrute su estadía aquí.

Arrincono su cuerpo contra la pared, embobado por su simple existencia. ¿Sigo afectado por lo sucedido de hace horas? Sí, pero mis sentimientos hacia Allison no me permiten pensar en otra cosa que no sea su presencia. Menos con ella tentándome cada día.

Y no negaré que esta noche tengo inmensas ganas de desnudarla, besarla y sentirla retorcerse bajo mi cuerpo. Ella me volvió un idiota codicioso, alguien que encontró la mejor distracción en sus caricias.

—No te olvidará fácilmente —digo.

Allie agita sus largas pestañas.

—Lo sé, pero a estas alturas solo me importas tú.

Toco el escote de su vestido y ella se tensa. ¿Mmm?

—¿No crees que hace calor para usar esto? —cuestiono.

Sus nervios evidentes me contagian.

—El clima no importa cuando se trata de la moda —alega. ¿Por qué creo que está mintiéndome? —. Deberíamos ir al comedor de una vez, a mi familia no le gusta esperar.

Me da la espalda y examino sus largas piernas. Es ahí cuando noto otra pequeña marca de color purpura y me estremezco. Maldición. ¿Es lo que estoy pensando?

—¿Estás ocultando las huellas que dejé en tu cuerpo? —exijo saber.

Allie se paraliza.

—Ronan...

—No digas nada —apresuro mis pasos y camino lejos de ella —. No digas jodidamente nada, Allison.

💚

Allie.

Pensé que mi estúpido vestido cubriría cualquier evidencia en mi cuerpo, pero claramente me equivoqué. Ronan notó la maldita huella en mis piernas, lo cual no entiendo porque están ahí. Ni siquiera me tocó en esa zona.

Mierda.

¿Cómo le haré entender que no es responsable?

La cena es incómoda cuando me reúno con mi familia en el comedor. Noto varios asientos vacíos como el de Ellie, Logan, Mila y mi abuelo Josh. La señora Dumont está cansada para unirse a nosotros.

Pobre mujer.

En la mesa hay diferentes alimentos como moluscos, salmón y pescado acompañado de vinos. Hago una mueca al ver que para mí hay una simple ensalada rusa. Mi abuela se ríe al ver mi expresión.

—No conozco muchos menús veganos —Se justifica —. La próxima vez puedes decirme que te gustaría comer.

Papá le da un sorbo a su vino y yo lleno mi plato con la ensalada. Ronan evita hacer contacto visual conmigo porque está avergonzado. ¿Por qué no entiende que nada es su culpa? Me frustra.

—Descuida, abuela —me mofo —. Cocinaré yo misma la próxima vez.

Hago pucheros como niña pequeña y pruebo el primer bocado. Amo las ensaladas, pero estoy aburriéndome.

—¿Cómo está tu madre? —Mamá se dirige a Ronan —. Espero que muy bien.

Ronan corta un trozo de su marisco.

—Está descansando muy feliz en la habitación que le asignaron —manifiesta él —. Gracias por preguntar, Arianne.

Mamá sonríe dulcemente, Aden se inclina en la mesa para observar los ojos de Ronan. Aquí vamos.

—¿Qué les pasó a tus ojos? —pregunta mi pequeño hermano —. ¿No es molesto usar lentes de contacto?

Como de mala gana mi aburrida ensalada.

—Aden... —siseo.

—No, está bien —Ronan habla al terminar de tragar —. Cambiaron repentinamente de color porque usé mis poderes. No son lentes de contacto.

Raven permanece impasible, mis tías tienen las bocas abiertas y Melissa no oculta su asombro.

—¡Wow! —exclama Aden —. ¿También tienes poderes?

—Sí —sonríe Ronan.

—Creí que era solo un humano —añade mi tía Emmie.

—Yo también —Se entromete mi tía Melody —. Pero Arianne me ha dicho que su poder es destructivo.

Mi tío Axel no disimula su expresión entretenida.

—¿Otro bicho raro en la familia? Yo no me creía que fuera un simple humano.

Trago mi ensalada, lanzándole un ceño fruncido. Sé lo mucho que Ronan odia esa palabra.

—Ronan no es un bicho raro —Lo defiendo —. Es un semidiós mucho más fuerte que cualquiera de ustedes.

La habitación queda mortalmente silenciosa, el único sonido que percibo es el que hace Amy al mascar su salmón.

—Tranquila, tigre —bromea Melissa —. Ya sabemos que es hijo de la cosa que nos atacó esta tarde.

Mierda, olvidé decírselo a Ronan. Mi compañero detiene el movimiento de su tenedor y bebe con calma su vino. No parece incómodo por los comentarios de mi familia lo cual es genial. Él está en su casa.

—Y tú te defendiste, pero no fue suficiente para acabar con él —comenta Ronan —. No cuando es un ente que tiene la capacidad de disolverse en el aire como el humo.

—Sí —responde Melissa —. Mis ataques fueron inútiles.

—También estúpidos —agrega mi tío Axel.

Asa observa a su hermana con mala cara. Alguien está molesto.

—La próxima vez patearé tu culo si me entero que volviste a enfrentarlo —amenaza Asa.

Melissa rueda los ojos y le resta importancia a la mirada asesina de su hermano. No es secreto en esta casa que estos dos son muy unidos como los mellizos.

—Estoy bien —asegura mi prima.

—Sí, pero estás castigada —habla mi tía Melody —. Nada de salidas por un mes, solo irás a la escuela.

Melissa suelta un grito indignado y mira a su padre en busca de ayuda, pero éste no contradice a mi tía Melody.

—Esto es totalmente injusto —chilla ella —. Solo quería ayudar.

—No quita que sea un acto estúpido —gruñe Asa.

Melissa no replica y se concentra en su plato. Sabe que es mala idea seguir discutiendo porque jamás tendrá la razón. ¡Dioses! Se enfrentó a un monstruo, ni yo me atreví a tanto.

—Entonces, Ronan... —Mi tía Reynard ignora su cena y pone su atención en mi compañero —. Sé que tu toque es destructivo si te lo propones.

Papá bufa.

—Y vaya que sí.

—No sé cómo funciona —Se justifica Ronan —. Ni siquiera sabía que soy capaz de hacer eso hasta hoy.

Roy se sirve más vino antes de interferir.

—Tus ojos no volvieron a la normalidad porque no puedes controlar tus poderes —explica mi primo —. Estás muy conmocionado y alterado en estos momentos. Hay muchas cosas pasando por tu mente como la enfermedad de tu madre, tu verdadera identidad y Georgie.

Me como la última migaja de mi miserable ensalada. Estos médiums siempre adelante con las revelaciones.

—En simples palabras, estás estresado hasta la mierda —dice Raven —. Hay un fuego dentro de ti que se niega a apagar. Solo vas a calmarte cuando aprendas a controlar lo que eres.

Mi tía Reynard aclara su garganta, su esposo atento a cada palabra. Él siempre mira a su mujer con una hermosa fascinación.

—Necesitas calmar tu ira y debes hacerlo antes de que lastimes a alguien más —Mi tía Reynard me da una mirada alarmante que me deja congelada en mi lugar —. Tus poderes despertaron y es normal que te sientas fuera de control. Ellos actúan porque tú aún no eres capaz de detenerlos, menos porque llevas reprimido diecinueve años.

El tiempo se detiene en la habitación. Mirando al reloj, me muerdo el labio mientras la aguja de las horas llega a las 10:00 p.m. Intento desesperadamente evitar el contacto visual con Ronan. Ahora soy yo quien no se siente capaz de mirarlo.

—Allison —La voz de mi tía Reynard me hace sobresaltar en la silla —. ¿Piensas que las marcas en tu cuerpo son por la maldición?

¿Es en serio? No puede decirme estas cosas frente a la familia. Deberíamos hablar en privado para evitar discordias.

Mis oídos pitan, me cuesta respirar los siguientes segundos. Yo sabía que la pregunta llegaría pronto, pero no calculé que sería hoy. Primero quería asegurarme de que Ronan no se sienta culpable por lo que está sucediendo.

—Sí. ¿Por qué más sería? —me tiemblan las manos.

La máscara de mi tía Reynard se desliza, mostrando su pánico.

—No sé qué decir al respecto...

—Yo sí —Ronan se pone de pie y mira a cada presente en el comedor con culpa —. Tienes todas esas marcas en tu cuerpo porque tengo la habilidad de absorber la oscuridad. Estoy consumiéndote, Allison.

Mi corazón se congela, comprendiendo finalmente. Sus palabras son una puñalada en mi corazón. Me golpean duro, haciéndome sangrar.

—Ronan...

Sus ojos grises destellan, el sufrimiento incuestionable en sus profundidades.

—Puedo matarte si no logro controlarme —continúa él —. Absorbería cada parte de ti y no podrías sobrevivir. Mi toque te destruirá.

El dolor se desliza sobre mis sentidos: dolor que no quiero sentir porque entiendo el odio de Catalina. Si Ronan logra absorberme, a ella también.

—Es totalmente estúpido creer que Ronan podría lastimarme —expreso —. Él lo único que ha hecho fue apoyarme desde que nos conocemos.

Mi padre carraspea, mamá tiene una expresión aterradora en su cara.

—No lo hace intencionalmente, ¿pero cómo explicas las marcas en tu cuerpo? —espeta mi madre —. No es por Catalina. Él destruye, Allison.

Oh, no.

Ronan empuja su silla y abandona el comedor. Rápidamente me pongo de pie con intenciones de seguirlo, pero mi madre me detiene. Su fuerza impide que me mueva un segundo más. Mi cuerpo late con otra oleada de furia, estoy tan molesta con ella.

¿Cómo se atreve a hablar así? ¡Fue insensible!

—Él necesita estar solo para procesarlo —musita mamá —. Tú vas a alterarlo más.

La miro furiosa, lágrimas caen de mis ojos.

—¡No tenías que decirlo así! —reclamo en un sollozo —. ¿No pudiste ser más suave con él?

Mamá aprieta los labios y papá mastica su cena como si nada hubiera pasado. El resto de mi familia no hace comentarios y agradezco. No soportaré otro insulto a mi compañero.

—Sé que no fue la forma, pero es la realidad —interfiere mi tía Reynard —. Él puede acabar con tu vida, Allison. Su toque es tóxico.

💚

Instagram: JessiR17

Twitter: JessiRivas17

Facebook: Lectores de Jess 


Continue Reading

You'll Also Like

72.9K 3.4K 72
Cristianno ingresa a San Angelo el instituto más conocido de Roma para ajercer como profesor de física y química. Todas las chicas se vuelven locas...
297K 26.8K 25
jungkook es el omega mas bonito y tierno , esta cursando su ultimo año en la universidad en la cual es víctima del acoso de varios alfas los cuales m...
2K 470 33
Ellos no eran un amor posible, pero tampoco imposible; ellos no eran nada concreto pero tampoco eran malos para estar juntos, ellos no eran suyos per...
57.5K 4.6K 17
Takemichi es un omega dominantes sus feromonas son rosas con dorayakis pero tuvo la mala suerte en toparse con dos hermanos que peleaban deteniendol...