Capítulo 41 ✴

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Ronan.

La adrenalina que siento en estos momentos es inexplicable. Estoy sudando, los vellos de mis brazos se levantan por la tensión. Me cuesta procesar lo que captan mis ojos y me veo en la obligación de explicar mis anteriores palabras.

Annie es una tigresa blanca con algunas rayas negras.

Examino boquiabierto sus dientes de sable. Sus patas son imponentes, sus garras afiladas intimidan a cualquiera, pero son sus ojos lo que me asombran. El color azul zafiro brilla en la oscuridad como una aurora boreal, sus pupilas están dilatadas mientras mira a Catalina con amenaza.

Es una guardiana sagrada, una leyenda que creía muerta.

En la antigua cultura celta, varios animales estaban relacionados a deidades. Eran una simbología muy fuerte, venerados por dioses. Estos elegían a ciertas criaturas para que los acompañen en guerras y a cambio les otorgaban dones increíbles. Habilidades que los hacían poderosos.

Especies como Annie eran guerreros y protectores de males. Que pelearan a tu lado significaba la victoria absoluta, Allison es afortunada por tenerla. No puedo dejar de mirar a la gatita que de repente cambió a una tigresa poderosa.

Esto parece una película épica de fantasía urbana.

Catalina deja salir una fuerte carcajada mientras las llamas inundan sus manos. No parece conmocionada como yo. Ella conocía la identidad de la gata hace tiempo. ¿Por qué no intentó matarla entonces?

―Vaya... ―Se burla la bruja ―. Estaba preguntándome cuando te dejarías ver, gata estúpida.

Mis instintos me gritan que cubra mis oídos y lo hago de inmediato. Annie suelta un profundo rugido que hace chocar a Catalina contra las paredes. El estruendo es tan potente que varios muebles se derrumban y forma un cráter en el yeso.

Mierda.

Esto terminará mal.

La tigresa rueda por el suelo, esquivando el chorro de fuego que surge de la bruja. Después aprovecha que Catalina se encuentra desorientada para lanzarse sobre ella. Sus garras su hunden a su costado y la bruja grita. Mi estómago se aprieta con tensión cuando recuerdo que el cuerpo es de Allison. No quiero ver ninguna herida en esa hermosa piel.

―Annie, espera... ―intervengo, pero la pelea no cede ―. ¡Annie!

Catalina responde esta vez, arrojando lejos a la tigresa. Annie impacta a unos centímetros cerca de mí y la bruja está sobre ella, hundiéndole sus dientes en la garganta. Es una batalla de vida o muerte.

―¡Oh, Dios mío! ―Ellie aparece en medio de la batalla ―. ¿Qué diablos estoy viendo? ¿De dónde salió ese tigre? ¡Llamen al zoológico!

Viste un pijama corto y sostiene un vaso de agua con ojos amplios. Esquiva una llama de fuego que roza su cabeza. Los siguientes en aparecer son el resto de la familia Karlsson y mi madre. Todo el mundo está atónito, incluyendo a Arianne, pero se recupera antes de que alguien se dé cuenta y sonríe orgullosamente.

También conoce el secreto de Annie.

―¡Déjenme a cargo! ―exclamo ―. ¡Lo tengo bajo control!

Me protejo con mi antebrazo cuando un trozo de metal me golpea. Melissa se burla.

―Ya nos dimos cuenta.

Una potente fuerza sacude la Fortaleza, pero Arianne anticipa un estallido de la explosión y crea el escudo de aire para proteger a todos. Ellie a pesar del caos saca su móvil para capturar un vídeo de la batalla. ¿Es en serio? Aden está gritando palabras de aliento a favor de Annie.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora