Capítulo 48 ✴

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Ronan.

Mi cabeza golpea dolorosamente una roca, cada parte de mi cuerpo aúlla de agonía. Pretendo quitármela de encima, pero sus garras están en mi pecho, arañándome. Por supuesto que yo seré su primera víctima. Esta bruja me desprecia y siempre encuentra una forma de herirme. Me digo que debo respirar, aunque me duele el esfuerzo de forzar el aire a través del nudo en mi garganta.

Me quedo quieto, observando sus ojos rojos. No hay humanidad allí, ni compasión. Es el reflejo de un demonio perdido. Debería reaccionar antes de que me arranque las extremidades, pero no puedo dejar de verla.

Tenía la esperanza de que Allie la vencería, creía que la batalla era nuestra.

Me equivoqué.

Catalina ejerce control sobre mi chica.

Indago en sus pensamientos, decepcionándome porque no escucho la voz de Allison. Ella está perdida, será difícil traerla de regreso. ¿Cómo sucedió esto? Luchó con todas sus fuerzas, hizo lo imposible para sobrevivir a la transformación. ¿Por qué Catalina le arrebató eso?

—¿Allie?

Su saliva salpica mi rostro, colmillos filosos se acercan peligrosamente a mi cuello, pero sostengo su mandíbula. No muestra misericordia o señales de que es mi compañera. Está poseída por la bruja.

—Ronan, sal de ahí —ordena Arianne.

Un último intento...

Por favor, un último intento.

Mis manos rodeadas de humo tocan su pelaje negro. Trato de escuchar algún pequeño rastro, pero el silencio en su cabeza me envuelve.

La perdí.

No, no, no. Esto no está sucediendo. Catalina no vencerá, ella jamás le arrebatará su cuerpo a Allie. No se saldrá con la suya mientras esté vivo, no le haré las cosas fáciles. Avanzamos mucho, no retrocederemos. Mi poder detona, haciéndola volar. La loba cae contra una roca, aullando por el golpe.

Ahí no acaba.

Las serpientes de Serenity finalmente atacan.

Se enroscan alrededor de la loba, mordisquean, asfixian, insertan sus venenos en la piel de Allie. Todo pasa mientras permanezco suspendido, mi boca abierta por la escena. Arianne trata de interferir, pero la Diosa Luna la detiene.

El sudor destila por mi piel, el miedo me ahoga y la oigo gritar de impotencia. La loba se tuerce en el suelo, pretende defenderse, pero es una batalla inútil. Los reptiles la tienen indefensa.

Maldición.

Adrenalina, euforia y miedo. No hay lugar en mi cabeza para otro sentimiento. El terror de Catalina es penetrante y opresivo. El pánico me inunda al ver la sangre correr por su boca. Sus huesos se desgarran, su corazón está deteniéndose.

Y el veneno...

El veneno la está matando.

―No ―Me pongo de pie y me dirijo a Serenity ―. ¡Diles a tus serpientes que se detengan! ¡Van a matarla! ¡Maldita sea, para!

La strigoi me devuelve una mirada sin emociones. ¿Cómo puede estar tan tranquila?

―Dale tiempo. Tiene que salirse de ese cuerpo, el envase le resultará insoportable.

¿Envase? ¿Se refiere al cuerpo de Allie como un envase?

Observo a Arianne en busca de ayuda. Mi cerebro entra en modo pánico porque conozco la realidad. Catalina no se rendirá, prefiere matar a Allison en el camino antes que ceder. Mi chica no resistirá si los reptiles continúan con los ataques.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora