Capítulo 34 ✴

59.9K 9K 33.4K
                                    

Ronan.

Confusión, pánico y miedo son las emociones que sobresalen. Cierro con fuerza los ojos mientras intento que esas imágenes desgarradoras se borren de mi cabeza. No soporto saber que ese monstruo abusó de mi madre y yo soy producto de una violación.

No soporto saber que es mi padre.

No soporto saber que soy su hijo.

Mis manos no paran de temblar, el aliento me falla y las lágrimas se acumulan en mis ojos. Me siento perdido, el dolor no me permite respirar. Estoy hiperventilando. Quiero que alguien me sacuda y diga que todo es una mentira.

Sin embargo, nadie lo hace.

Ni siquiera Allison.

—Respira —Allie me lleva a nuestra cama y acuna mi rostro con sus cálidas manos —. Respira, Ronan. Respira.

Mis ojos continúan cerrados, mi corazón se está acelerando con la suficiente rapidez para explotar. Me encuentro en una pesadilla, necesito despertar. Puedo oír a mi madre gritar, llorar y suplicar por ayuda.

Me lastima ver el pasado.

Me desgarra.

Este don me ha condenado.

—Respira... —La voz suave me hace parpadear y me encuentro con unos profundos ojos verdes —. Recuerda que no estás solo, cariño. Nunca más. Todo estará bien, lo prometo.

Mis brazos la rodean fuertemente y juntos nos acurrucamos en la cama. Oigo los latidos de su corazón, el pavor que desprende su cuerpo, pero ella intenta mantenerse fuerte por mí. Conoce la gravedad del asunto.

Sabe que nada volverá a ser lo mismo.

Está destinada a ser compañera de un monstruo.

Soy el heredero de la oscuridad.

Fui concebido en el mal.

—Él no es tu padre —musita Allie sin soltarme —. No es tu familia, nunca lo será.

Exhalo una dura respiración, mi pecho oprimido debido al dolor. Todavía estoy sangrando, convirtiéndome en pedazos. Nada puede borrarme los recuerdos, esas imágenes de cuando mi madre me trajo al mundo y un culto siniestro alentándola.

Veo a formas humanas, vestidos con túnicas negras. Sus cabezas estaban cubiertas con capuchas, sus cantos indicaban el inicio de una nueva vida, una nueva entidad llegaba al mundo. Ellos me recibían como si fuera el mismísimo demonio.

Mi dolor invoca una fuerza que permaneció dormido durante diecinueve años en mi interior y comienzo a sentir el calor de mi sufrimiento. Puedo sentirlo salir con un descontrol que no logro detener, formando una neblina oscura a nuestro alrededor.

Allie se aparta como si estuviera quemándola y juntos observamos la neblina cerniéndose en mi piel. Mis ojos están amplios, mi boca casi toca el suelo. Apoyo mi espalda contra el cabecero, horrorizado por la escena. Entonces la imagen de ese monstruo acechándonos regresa a mis recuerdos. Él tenía las mismas características que yo, ese humo imparable.

Hay tanto humo, solo humo...

—¿Ronan?

Muevo mi atención de golpe a Allison quien tiene el rostro conmocionado, su piel pálida, su expresión completamente aturdida. La neblina se disipa, dejando nada más que confusión a su paso. Los segundos pasan, pero se sienten como horas. Los latidos de mi corazón están volviéndome loco.

Respira.

—¿Qué sucedió? —Allie salta de la cama —. ¿Qué diablos fue eso, Ronan?

No contesto.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora