Capítulo 23 ✴

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Ronan.

Una masa de emociones gira a mi alrededor: tristeza, dolor, impotencia, culpa, pero al ver a mi padre en ese estado empeora el panorama. ¿Cómo pudo perderse en el alcohol mientras mis mascotas eran masacradas por esa fantasma? ¿No hizo nada?

Claro que no. Mora y Teddy nunca les importó. Él consideraba a ambos un estorbo.

Ya no siento la presencia de Georgie, pero sí la de otro monstruo que me ha complicado la vida desde que nací. El cabello de mi padre se ve grasiento y tiene restos de comida en la comisura de sus labios. Los botones de su camisa ni siquiera están abrochados y sus pantalones lucen arrugados. ¿Qué le pasó? Él jamás se mostraría de esta manera. ¿Cuándo cayó tan bajo?

—Yo me encargo —dice Asher y observa a su hija —. Sácalo de aquí.

Allie niega.

—No voy a dejarte solo en esta casa, papá.

Limpio mis lágrimas e ignoramos al bastardo borracho. Qué se joda.

—Yo no dejaré tirados a mis mascotas —espeto con dificultad —. Les daré una sepultura.

—¿De qué hablan? —Papá sale de su estupor —. ¿Qué diablos pasó aquí? ¿Por qué rompes las ventanas?

Mis puños se aprietan, la rabia toma su lugar en mi corazón. Poco a poco estoy hundiéndome, sintiendo un profundo odio. Quiero desquitarme con alguien. Necesito descargar este dolor. Alguien debe recibir cada golpe de desahogo.

—¡¿Sabes en qué mundo vives, bastardo?! —Le grito —. ¡Los perros llevan horas muertos y apenas lo notas!

No pestañea durante unos segundos, su boca está abierta por la sorpresa. Allie está a mi lado mientras Asher observa la escena con el ceño fruncido. No es sano permanecer en este lugar, pero no permitiré que los cuerpos de Mora y Teddy se pudran como si fueran basura.

—¿Por qué diablos me miras como si fuera mi culpa? —gruñe papá, su voz arrastrada —. ¡Tú te fuiste de aquí y los dejaste a su suerte! ¡Eran tu responsabilidad, pero prefieres estar entre las piernas de tu novia!

La rabia hierve en mis venas.

—Cuida mucho lo que dices —advierto.

Asher suelta un profundo gruñido molesto. Su mandíbula se mueve de un lado a otro con ira y estoy casi seguro de que él está a punto de estallar. Allie palidece y muerde sus labios. Esto no terminará nada bien.

—Vuelves a hablarle de esa manera y te juro que no saldrás del hospital en años —Asher amenaza a mi padre —. Respeta a mi hija también.

—No quise faltar el respeto —Papá deja salir un aliento. Sus jadeos crecen más ruidosos, más frenéticos, sus ojos están inyectados en sangre —. Han sido horas muy difíciles y no noté que ellos estaban muertos.

Asher no quita la mirada amenazante de mi padre penoso.

—Allison.

—¿Sí? —pregunta mi chica.

—Busca en la cajuela del auto. Encontrarás una lona y cinta de embalar allí adentro —ordena —. Agarra cualquier otra cosa que podamos necesitar. Enterraremos a los perros lejos de aquí.

Ella asiente.

—Claro.

Allison me da una mirada apenada antes de alejarse. Mi padre exhala y se pasa la mano por el pelo. ¿Dónde está mi madre? ¿Cómo pudo notar hasta ahora la desgracia? ¿Estaba muy perdido en el alcohol? ¿Desde cuándo bebe?

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora