Capítulo 16 ✴

100K 10.1K 19.1K
                                    

Allie.

Limpiamos la sangre que manchaba el piso, todas las cosas están en su lugar.

Con el inminente peligro de muerte, la realidad se me viene encima, la desesperación se filtra en mis poros, el pronóstico es aterrador. No puedo creer que hayan intentado matarlo en mis propias narices. Apuñalaron a Ronan y no logré hacer nada.

Esa pequeña Poltergeist me encerró y después jugó con él. Lo hirió. El dolor me desgarra las entrañas cuando pienso en sus gritos de agonía y la expresión de sufrimiento en su rostro. Me mató lentamente por dentro verlo sufrir.

Mi cuerpo es una masa estremecida de nervios. Estoy temblando por todas partes, sintiendo frío hasta la médula. Esta es la primera vez en mis dieciocho años que siento frío. ¿Qué tipo de poder maneja esa Poltergeist?

Mantengo el ceño fruncido mientras examino la enorme mancha oscura que decora la puerta de Ronan. ¿Cómo logró Georgie encerrarme tanto tiempo? Fue complicado escapar. Ella sabía que yo tengo poderes.

¿Qué es realmente?

La peor parte fue cuando me costó llegar a él. Sentí cada puñalada en mi cuerpo, cada malestar, aunque eso no me detuvo. Mamá siempre me recordó que al ser druida soy increíblemente resistente al dolor por mis habilidades curativas.

Ronan guarda lo necesario en su maleta. Noto el leve temblor en sus hombros, los restos de sangre manchando su estómago. Cierro los ojos brevemente.

—Ve a bañarte —musito —. Te ves terrible, yo recogeré las cosas por ti.

Exhala, sus manos se hacen puños en una de sus camisetas. Sus ojos marrones observan con anhelo el lienzo cubierto. Sé que el arte se trata sobre mí, aunque él no me lo haya mostrado. Es tan lindo.

—Mi habitación siempre fue un santuario—murmura —. Aquí tengo todo lo que necesito, Allison. Es mi refugio, me costará dejarlo.

Muerdo mi labio nerviosamente, la pena obstruye mi garganta.

—Entiendo cómo te sientes, pero recuerda que estás en peligro, Ronan. Las cosas materiales pueden ser reemplazarlas. Tu vida no.

Enfoco de nuevo mi atención en la grieta oscura, manchando las paredes. Mila tiene que ver esto lo antes posible. No me trago el cuento de que es una simple Poltergeist. Georgie resistió a la hipnosis, logró encerrarme.

—¿Cómo convenceremos a mi madre de que se vaya con nosotros? —pregunta Ronan —. ¿Usarás de nuevo la hipnosis en ella? No querrá abandonar su casa, ama estar aquí.

Mi cuerpo se tensa inmediatamente. Solo quería usar la hipnosis una vez en Georgie, no dos veces. Catalina ganará más influencia sobre mí. Ronan se queda estoico, la ropa en su mano cae al suelo. Mierda, escuchó mis pensamientos. ¿Cuándo aprenderé a ocultarlos?

—¿Catalina ganará más influencia? —cuestiona —. ¿De qué hablas?

Me paso el cabello por detrás de la oreja, consciente de que he omitido información. El hielo de su mirada me hace sentir incómoda. Sacudo la cabeza, forzando a salir las palabras a través de mis labios secos.

—Uh... no es recomendable que abuse de la hipnosis porque es un poder que me cedió Catalina —explico en voz baja —. Cada vez que la uso será más fácil para ella manipularme.

Los ojos de Ronan se abren de par en par y su cara palidece. Todo lo que veo es incomprensión mientras digiere mis palabras, por alguna razón, parece confundido... es mucho para asimilar. Cuando al fin lo comprende, me da una expresión molesta.

—Aun así, lo usaste con mi madre.

Trago saliva.

—Sí.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora