Capítulo 3 ✴

100K 10.8K 13.4K
                                    

Ronan.

Entrecierro los ojos, tratando de comprender qué diablos dijo la pelirroja. ¿Destinados? Antes creía que yo era la persona más rara de este mundo. Claramente estoy equivocado. Las chicas superaron mis expectativas, sobre todo, Raven Karlsson. Sus primas mencionaron algo sobre visiones. ¿Escuché mal?

Esto no es nada normal. ¿Es vidente? ¿Médium? A la mierda, me largo de aquí.

―Necesitan hacer una pausa ya mismo ―espeto, aturdido por tantas revelaciones ―. Me están mareando.

―Sé lo que eres ―dice Raven ―. Conozco tus secretos más oscuros.

De acuerdo, eso sonó muy espeluznante. No puedo dejar que ella vea la sorpresa en mis ojos, así que la analizo, tratando de ocultar el huracán de confusión en mi estómago.

―¿De qué hablas? ―exijo ―. No comprendo.

Raven agarra mi mano y entrelaza nuestros dedos. El contacto es repentino, miles de flashes aparecen en el fondo de mi mente, casi volviéndome ciego.

Veo a la misma chica que dibujé los últimos meses.

Veo sus ojos verdes.

Veo su sonrisa.

Veo su nombre escrito en el tronco de un árbol.

Allie.

―Eres... ―Raven me suelta, presionando una mano sobre su pecho. Las demás nos observan con la boca abierta ―. Tú eres especial.

Me quedo mirándola fijamente como si fuera una bomba de tiempo. Pongo una distancia entre ambos, necesito respirar. La presión en mi pecho es opresora. Me falta el aliento. No puedo creer que la vi.

Ella es real.

Es de carne y hueso.

La chica de mis dibujos existe.

Existe.

―Y tú eres rara ―jadeo ―. Apártate, no me toques de nuevo.

Las primas se ríen.

―Mira quién habla ―bromea Ellie —. Tu segundo nombre es raro, ¿no?

Pongo mi cámara en su estuche. Debo alejarme ya mismo. Raven ha visto demasiado de mí y eso es peligroso. No planeo romper mis propias reglas, nadie sabe lo que soy.

―Olviden que me vieron ―advierto ―. Olvida lo que acaba de suceder aquí ―añado, mis ojos permanecen en Raven.

La pelirroja sonríe.

―No puedes irte así, tengo que explicarte muchísimas cosas ―musita, fascinada ―. Tú no eres ningún bicho raro, Ronan.

―Aléjate de mí —repito —. Solo apártate.

Melissa da un paso amenazador, Ellie levanta sus cejas rubias. Ella luce como una adorable palomita, pero apuesto a que tiene lo suyo. No subestimo a nadie.

―Estamos tratando de ayudarte ―advierte Melissa —. Deberías darnos las gracias.

No le respondo. ¿En serio piensan que creeré cualquier mierda que salen de sus bocas? Escuché muchas estupideces en mi vida y nada ayudó. Lo mejor es permanecer con el perfil bajo, justo como lo hice durante años. La única manera de sobrevivir y no terminar en una clínica psiquiátrica es guardar todo para mí mismo.

―No tienes idea de lo que estás diciendo ―masculla Raven ―. Habrá un momento que no podrás controlar lo que eres y te volverás loco. Mi familia y yo podemos ayudarte. Sé de las cosas que has visto, tienes un don fascinante.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora