Capítulo 19 ✴

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Allie.

Me río.

Lo único que puedo hacer es reírme de esta patética situación.

Estoy riéndome tanto que me duele el estómago y lágrimas caen de mis ojos. Siento que no puedo parar. Melissa y Mila me observan con expresiones confusas. Probablemente piensan que perdí la cabeza. Da igual.

¡Mi padre es un hipócrita!

Pretende que Ronan y yo seamos respetuosos con el resto de la familia, pero él y mamá tienen una habitación insonora. Tengo inmensas ganas de gritarle que es un farsante. Es el menos indicado interferir en mi vida sexual.

—¿Allison? —inquiere mi prima —. ¿Estás bien?

Asiento con la cabeza mientras intento contener mis carcajadas. Esta es la situación más divertida de mi vida. Ay, me duele la panza. Voy a vomitar el batido que consumí.

—Un minuto más —río, limpiándome las lágrimas —. Mis padres son unos desgraciados.

Mila se burla.

—Diría que son precavidos.

Pff... Más que eso. Lanzo mi vaso de malteada vacío en el contenedor de basura cuando Melissa hace lo mismo.

—Quiero el mismo truco en mi habitación —Le digo a Mila —. Y por favor, ni una palabra de esto a mis padres. Queda entre nosotras. ¿De acuerdo?

Melissa observa sus uñas con una expresión aburrida.

—Aplícalo en mi habitación también, Mila—pide —. No creo que se den cuenta si lo mantenemos en secreto.

Esto se salió de control.

—¿Si saben que es por seguridad evitar la privacidad? —Nos recuerda Mila —. Durante años sucedieron muchísimas cosas en este pueblo y la Fortaleza fue destruida. Sus padres las está protegiendo, niñas.

Yo más que nadie conozco la historia detrás de la poca privacidad, pero me sigue pareciendo una injusticia. Si mis padres tienen una habitación insonora, es justo que los demás también. ¿Qué opinarán mis tíos sobre esto?

—Tal vez sí, pero es muy egoísta que solo ellos puedan intimar —musito —. Deseo estar con Ronan lo antes posible y él no se siente cómodo con la idea de que todos nos escuchen. Es por una buena causa, Mila. ¿Por favor? Ándale, no seas malita.

—¿Y en caso de ella por qué debería hacerlo? —Mila le echa un vistazo a Melissa —. No tiene una buena razón. ¿O sí? Quiero saber.

Melissa responde con un simple encogimiento de hombros.

—Quiero ser capaz de masturbarme sin sentirme juzgada —dice con total naturalidad —. ¿No es ese un buen motivo?

La observo con la boca muy abierta por su sinceridad.

—Esa no es una gran excusa —digo para molestarla.

Mi prima está a punto de golpearme.

—¿Estás bromeando? —inquiere ella, indignada —. Terminé con Tristan y necesito autosatisfacerme. No quiero que nadie me escuche en un momento tan íntimo. Asa es capaz de hacerme bullying por siglos, ni hablar de tu hermano.

Puedo entender perfectamente eso. Aden y Asa cuando están juntos se convierten en la pesadilla de cualquiera.

—Son razones muy buenas, lo haré cuando regrese. Ahora debo ir a casa de Ronan —Mila sacude la cabeza con una sonrisa —. Es un tema más importante que sus intimidades.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora