Capítulo 11 ✴

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Ronan.

Cada sonido irrelevante se disuelve a nuestro alrededor.

Mis sentidos perciben solo a Allison: sus suspiros, los latidos de su acelerado corazón o la forma que tiembla su cuerpo. ¿Está asustada de mí? Su aroma a flores me invade por completo. Es exquisita como cada parte de ella. Se encuentra en todas partes, en mi piel, mis labios. Es como si pudiera saborearla.

En algún momento nos sentamos en la banca más cercana con nuestros brazos rozándose. Los antifaces en el suelo. Ella está muy agitada, no puede controlar sus emociones.

Yo tampoco.

Y cuando más la miro, más huelo la pesada necesidad que hay entre nosotros en el aire, aferrándose a mi piel como la niebla del amanecer. Cada átomo de mi cuerpo me obliga a mirarla.

Debería dejar de babear.

Nos quedamos demasiado tiempo ahí, saboreando el aroma refrescante del aire libre. Y de pronto, quiero dar explicaciones sobre quien soy. Ella está confundida como yo. Quiero hacer algo para calmarla. Cualquier cosa que la haga sentir cómoda a mi lado.

Una camarera se acerca y acepto la copa de champagne con una sonrisa. Ella se retira cuando Allison rechaza amablemente la bebida. Necesito un trago para despejar mi mente abrumada.

«¿De dónde salió?».

«¿Estoy escuchando sus pensamientos?».

«Ellie tenía razón. El bastardo es muy guapo».

Maldita sea. ¿Por qué diablos escucho su voz en mi cabeza? ¿Son imaginaciones mías? Allie jadea cuando nuestros ojos vuelven a chocar. La conmoción nos golpea.

—Deja de invadir mi privacidad —exige —. Es de muy mala educación.

A la mierda... Las primas Karlsson no mencionaron nada de esto. Solo dijeron que la conexión es muy poderosa, no que podía escuchar sus pensamientos. Cristo...

—¿Qué estás haciendo? —pregunto —. ¿Por qué te metes en mi cabeza?

Nos observamos de nuevo.

No me muevo.

No se mueve.

Miro fijamente a sus hermosos ojos verdes. El color me recuerda a un lago cristalino, donde las profundidades parpadean entre turquesa y esmeralda. Hermosa.

—Es el lazo —susurra —. El lazo está haciendo lo suyo.

¿Qué? Mis labios se separan para decir algo inteligente, pero mi voz no funciona. Tampoco mis pulmones. Soy un completo desastre bochornoso. Soñé con sus ojos durante meses, sin embargo, ahora que la tengo cerca no me siento capaz de permanecer despierto.

Siento que estoy soñando.

Aflojo mi corbata en un intento de respirar mejor y bebo mi champagne. Bueno, ella cree que soy guapo. No todo es tan malo. Allie se ríe al oír mis pensamientos.

—Dioses... —dice, ocultando la cara entre sus manos —. ¿El amor de mi vida? Esa línea fue tan cursi y predecible.

Una suave sonrisa levanta la comisura de mis labios.

—Alguien tenía que ser educado y presentarse.

Levanta una ceja interrogativa. La manera en que me contempla hace que mi corazón aumente sus latidos.

—¿Estás diciendo que no soy educada?

Me encojo de hombros.

—Solo quiero escuchar tu nombre.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora