Capítulo 43 ✴

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Ronan.

Una vez que tocas a la muerte, quedarás marcado para siempre...

Analizo muy bien las palabras de Asher mientras abandono la celda de Demetrio y escucho carcajadas de pura burla a mi espalda. Me quedo con las ganas de matar a ese psicópata, no me ensuciaré las manos. Tenía miedo de admitirlo, pero mamá confirmó mi futuro en nuestra última conversación.

Él quiere someterme y yo no podré evitarlo.

Estoy caminando en una cuerda fina que dirige a mi destino: del tipo que deja sangre, dolor y mucho sufrimiento. Podría tomar a Allie en mis brazos, huir de este pueblo, pero sería muy absurdo. Él nos encontrará.

La segunda alternativa es seguir luchando y aprender a utilizar mis poderes. Ser blando no me salvará, pero mi poder sí. No desperdiciaré la oportunidad de despertar mi máximo potencial. Necesito ser más fuerte que nunca y demostrar que soy capaz de hacer lo más bajo para proteger a quienes amo.

Necesito demostrar que soy un dios, pero con un propósito distinto. Yo no cumpliré su voluntad. Nunca. La única profecía que se llevará a cabo será su destrucción. Libraré al mundo de ese monstruo. ¿Y después? Seré feliz con Allison. No pensaré mucho en las cosas que dijo Demetrio. Quiere herirme y no le daré ese gusto. Él está acabado.

—No escuché ningún grito de dolor —masculla Axel y saca un arma de su pantalón —. ¿Quieres que acabe con él? No tengo inconvenientes.

—No vale la pena —respondo —. Lo mejor será hacerlo pagar en vida todos sus crímenes. Será un castigo peor.

Asher suspira, Axel guarda nuevamente su arma.

—Si esa es tu voluntad, no hay nada más que decir.

Axel hace un mohín.

—Ustedes son muy gentiles —protesta el rubio —. Les hace falta un toque de maldad.

—Lo que me hace falta ahora es ir a la biblioteca de mi madre —Miro a Asher —. Demetrio no vale un segundo más de mi valioso tiempo. Hay mucho qué leer y descubrir. Nuestro futuro depende de lo que encuentre en esas páginas.

El licántropo entrecierra los ojos hacia mí.

—¿A qué te refieres exactamente? —inquiere Asher.

—Mi madre escribió cosas importantes.

Los hermanos Karlsson lucen sorprendidos por la nueva información. Tuve la misma reacción esta mañana. Mamá no me lo dijo antes porque estaba esperando a que digiera los nuevos descubrimientos respecto a mi naturaleza. No quiere alterarme.

—¿Y qué estamos esperando para irnos de una vez? —consulta Asher —. Vámonos.

Axel resopla.

—¿Tengo permiso de torturarlo? —cuestiona.

Su hermano rueda los ojos.

—¿Acaso lo necesitas?

Sacudo la cabeza con una sonrisa tirando de la comisura de mis labios. ¿Cómo se sentirá Demetrio? Están jugando con su vida de la misma forma que lo hizo muchas veces. Está recibiendo las cosechas que sembró.

—Si nos movemos antes, será mucho mejor —sugiero.

Mi suegro comparte un breve abrazo con su hermano.

—Cuídate, hombre. No confío en ese gusano.

Axel le da una expresión irónica.

—Perderá el pene flácido si intenta algo.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora