Capítulo 25 ✴

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Ronan.

Sostengo el humeante vaso de café negro en mis manos. Raven desapareció hace minutos muy nerviosa y me pregunto qué pasa. Tengo la leve sensación de que está metida en problemas. Asher y Arianne continúan en la sala de espera, hablando en susurros. Allison no está dispuesta a abandonarme. Pasaron horas después de que el médico volvió a explicar el diagnostico de mamá.

Tiene leucemia aguda.

Su sangre y médula ósea están afectados.

El médico mencionó que nunca había visto algo así. La enfermedad avanzó con mucha rapidez y ninguno pudimos notarlo a tiempo. Esto no es nada normal.

Mi intuición grita que Georgie y la casa maldita están involucrados. Nadie se enferma tan rápido como mamá. Es una mujer sana, pero mi familia tiene antecedentes con la leucemia. No sé qué pensar, todavía no estoy listo para dejarla ir.

No lo estuve cuando me despedí de mi abuela.

Me acostumbré a estar sin ella, pero eso no hizo que el dolor sea menos. Que su pérdida no me doliera todos los días. Me niego a pasar por lo mismo.

No le daré esa satisfacción a Georgie.

Vi muchísimo en mis diecinueve años de vida. Fantasmas me hablaron, tengo leves visiones y soy compañero de una licántropo. En mi mundo todo es posible.

Incluso evitar la muerte.

—Ronan... —Allie se tensa al oír mis pensamientos —. No vayas allí.

Los nervios me marean, pensando en locuras. Aunque no pierdo nada. Tengo que encontrar una manera de salvar a mamá. No es justo que se vaya por culpa de Georgie, no lo acepto.

Ella aún tiene mucho para dar.

—La magia hace milagros —Hablo en voz alta, atrayendo la atención de Arianne y Asher —. Mi madre no merece este final. Yo no quiero meses con ella, necesito años. Además, es culpa de Georgie. Ella la enfermó.

Allie no responde, pero sé lo que pasa por su mente. Ella piensa que debo dejarlo ir. ¿Cómo puedo aceptar una injusticia? Mamá es solo una víctima de las circunstancias, los secretos y Georgie.

—Sé cómo te sientes —musita Ari desde su lugar —. Hace años perdí a alguien que amaba muchísimo. Hice todo para recuperarlo y él regresó de la muerte.

El miedo se revuelve en mi pecho porque estoy captando muy bien lo que intenta decir.

—No era el mismo cuando regresó —asumo.

Arianne niega con la cabeza. Asher extiende la mano y le toca el antebrazo, sus ojos cálidos y preocupados por su esposa.

—No, estaba muerto en vida y no me recordaba —susurra Arianne con dolor —. Era un monstruo que me costó muchísimo matar.

Allie me mira con esos intensos ojos verdes, el dolor brillando en sus profundidades por las palabras de su madre. No necesita decirme los detalles. Arianne mató a Theo, su hermano menor. Le clavó un puñal en el pecho para darle el descanso que tanto buscaba.

—Mi abuelo también regresó de la muerte, pero fue un caso diferente —dice Allie —. Él no estaba rodeado de tanta oscuridad y aún no había terminado en la tierra.

El silencio cae durante unos segundos en la sala de espera.

—Todos cumplimos un ciclo en esta vida —agrega Asher —. Sé que es doloroso decirle adiós a un ser querido, pero es mejor asumirlo, aunque cueste. No quieres ver a quien amas convertido en un desconocido. Volver de la muerte va en contra de la naturaleza y retarla trae graves consecuencias.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora