Capítulo 14 ✴

102K 10.6K 16.1K
                                    

Allie.

Ronan está hiperventilando.

Necesito hacer algo rápido antes de que pierda la cabeza. Su dolor me tortura y hace que me sienta agobiada. No lograré acostumbrarme pronto a la idea de estar conectada a alguien. Sus pensamientos aterrados en mi cabeza me marean y hago una mueca de dolor.

Auch.

Su madre está desmayada en mis brazos. Intenté curarla con mi toque, pero no funcionó. ¿Qué diablos puedo hacer? Supongo que su malestar es mucho más profundo de lo que creía. Ese Poltergeist la lastimó por dentro y solo algo puede sanarla.

Mi sangre.

—Ronan —Miro a mi compañero quién está a punto de marcar a la cruz roja —. Olvida lo que dije y tráeme un cuchillo.

Sus manos temblorosas aprietan el teléfono, sus ojos marrones lucen horrorizados. Quiero abrazarlo, pero ahora debo contenerme por ambos. Su madre nos necesita fuertes. Mantendré el control.

—¿Para qué? —jadea —. Ella debe ir al hospital lo antes posible. No dejaré que muera.

—Ella no morirá. Los doctores no pueden curarla, yo sí —espeto —. Mueve tu sexy trasero y trae el bendito cuchillo. Te explicaré después, confía en mí.

Traga duro.

—Bien.

Rebusca en los cajones de la cocina mientras pongo la cabeza de su madre en mi regazo. Es una mujer tan dulce y encantadora. No merece nada de lo que está pasando aquí. Es un daño colateral de los verdaderos problemas que tiene esta familia.

Problemas que me preocupan.

Señor D, Georgie. ¿Qué oculta la familia Dumont? No es normal que esa fantasma se obsesione tanto con Ronan. Hay un motivo peligroso.

—Espero que sirva —Ronan me tiende el cuchillo plateado con punta filosa.

—Lo hará —afirmo, aceptando —. Relájate, ¿de acuerdo? Si te vuelves loco yo también.

Ni siquiera parpadeo cuando presiono la punta en mi palma y corto mi piel. Un hilo de sangre empieza a deslizarse lentamente por mi muñeca. Ronan no pregunta, pero entiende muy bien lo que voy a hacer.

—Tengo la capacidad de curar debido a una de mis naturalezas. Soy druida —Le explico —. Mi sangre limpiará cualquier cosa que dejó el Poltergeist en el cuerpo de tu madre. Sanará, pero debe ir al médico de todos modos. Está estresada.

Ronan asiente, el alivio es evidente en sus ojos marrones.

—Gracias —susurra.

—De nada, amor.

Pongo mi muñeca en la boca de su madre y ella bebe como si no pudiera resistirse. En realidad, no puede. Mi sangre es demasiado tentadora para los humanos. Un elixir anhelante.

—Carajo... —dice Ronan. Observa la escena entre fascinado y confundido.

La señora Dumont abre los ojos segundos después mientras aparto mi mano con una encantadora sonrisa. Sé que la herida desaparecerá pronto.

—Tranquila, señora Dumont —musito —. Estará bien.

Ella gimotea e inmediatamente observa a su hijo.

—¿Ronan? —Se frota la cabeza mientras se incorpora lentamente —. ¿Qué sucedió?

Pobre mujer.

«Por favor, no menciones de nuevo al Poltergeist. Ella no cree nada». —Le advierto a Ronan.

Me da una mirada herida.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora