Ronan.
La habitación que me asignaron es igual de lujosa. Posee las comodidades necesarias, la cama puede abarcar más de tres personas. El armario está lleno con mis ropas y ubiqué mis artículos de arte en el nuevo escritorio. Hay un balcón que me ofrece una perfecta vista al bosque. ¿Soy feliz? No.
Estos últimos días me acostumbré a dormir y despertar con Allison a mi lado. Sentir el calor de su cuerpo impidió que mis pesadillas regresen. Tampoco tuve episodios con las parálisis de sueño. Allison me ayudó a dormir en paz, pero ese privilegio se ha terminado.
El infierno en forma de pesadilla ha regresado y me costará acostumbrarme. Catalina tuvo un gran protagonismo para complicarme la situación, Asher le dio el gusto al separarme de su hija. ¿No puede ver el error que cometió?
La rabia que siento hace arder mis venas y quiero romper cualquier objeto a mi paso. Allison no desea verme y se siente culpable por las acciones de esa bruja. Debo encontrar una manera de convencerla que ella no es responsable de nada.
Estamos mejor juntos, no separados.
Me perdí en ella desde que nos conocimos. Cada momento que pasamos juntos, solo demuestra lo profundo que se ha metido en mi mundo. Quiero protegerla, aunque Allie no lo necesita. Es increíblemente poderosa, ¿pero otras veces? Una criatura suave que deseo envolver en mis brazos, sostenerla en mi pecho por miedo a que se estrelle contra el suelo y se haga añicos. Porque, cuando miro profundamente sus ojos verdes, veo todas sus debilidades.
Ella es vulnerable cuando Catalina aparece.
Ella no quiere decepcionar a su familia.
Ella ama con locura a sus hermanos.
Respecto a su padre, es más complicado. Ahora está cediendo a las exigencias de Asher porque no quiere defraudarlo y mi seguridad le importa. ¿Cómo le explico que esta distancia solo la vuelve una presa fácil para Catalina? Ni siquiera hemos vuelto a hablar y no pretendo presionarla. Necesita el mismo espacio que pedí una vez, seré paciente.
Tengo que ser paciente.
—Lo que sucedió en el comedor es una mierda —La voz profunda de Roy me hace mirar hacia la puerta —. Esa bruja está muy contenta con el desastre que provocó.
El disgusto arde en mi estómago con la mención de Catalina, pero pronto voy a demostrarle quien manda. Me desafió anoche y tomo el reto.
—Ni me lo recuerdes —Acomodo una almohada en su lugar —. Salió beneficiada porque me separó de Allison. Tu prima está cayendo en su juego y no lo entiende. Es terca.
La risa de Roy regresa con más profundidad.
—No puedes culparla si pide un poco de espacio. Anoche fue humillada por esa bruja, la utilizó a su antojo. Allison está herida —expone —. Tomará un tiempo para que vuelva a recuperar su confianza, ahora está rota.
La tristeza me envuelve cuando recuerdo su desesperación. Se veía tan destrozada y arruinada. Su dolor aprieta mi pecho, llenando de hielo mi ya maltratado corazón. Mi Allie.
—Buscaré la manera de reconstruirla si es necesario —Paso las manos por mi cara en un gesto de frustración —. Es un error que esté sola en las noches, la bruja se meterá en su cabeza. Tendrá más oportunidades de manipularla.
Roy se rasca la barbilla.
—Mi tío Asher fue muy claro. Él no permitirá que duerman juntos.
Respiro hondo.
—Sí, pero la opinión de Allison es lo que me importa —murmuro, sentándome en la cama —. Es mayor y puede decidir qué hacer. Ella está de acuerdo con su padre porque cree que es lo mejor.
—Entonces demuéstrale que está equivocada.
Muerdo el interior de mi mejilla.
—Pude sentir el miedo de esa bruja y me llamó blasfemia. Estamos cada vez más cerca de descubrir lo que soy.
Roy observa el diario sobre la mesita de luz.
—¿Por qué aún no lo has leído? —cuestiona.
—Anoche no fue el mejor momento y dentro de poco debo visitar a mi madre —contesto —. No puedo dejarle esa carga a Mila siempre, ella es mi responsabilidad. Estaría más tranquilo si la tengo cerca.
—Tu madre es bienvenida aquí —expresa Roy.
Emito un suspiro.
—Lo sé, pero ella jamás vendría a una casa de desconocidos. Se sentirá como una intrusa.
Roy cruza la habitación y se sienta a mi lado.
—Sospecho que ella sabe más de lo que realmente dice —murmura.
Mis nervios se elevan ante esa afirmación.
—Creo lo mismo, pero todas sus respuestas están aquí —señalo el diario —. Ella no hablará porque está muy asustada.
—Te acompaño a verla, no te dejaré solo.
—Gracias, es bueno tener un amigo.
—Y sobre esto... —Su sonrisa se ensancha mientras señala la habitación —. No tienes a Allie cerca, pero a mí sí.
Ruedo los ojos y pongo la correa con mi cámara alrededor de mi cuello. Hoy planeo darle un buen uso.
—Te agradezco la increíble oferta, pero prefiero a tu prima.
Roy se ríe a carcajadas.
—No me busques cuando cambies de opinión.
—No pasará, campeón. Sigue soñando.
Eleva ambas cejas con picardía.
—Lo hago todo el tiempo.
Guardo el diario bajo las almohadas y salimos de la habitación aun riéndonos. Me gané a una novia, una nueva familia y unos amigos excepcionales. Espero que mi estadía en la Fortaleza Karlsson dure por siempre.
Es mi hogar.
Mi corazón se tambalea en mi garganta cuando nos detenemos junto a su puerta. La puedo escuchar susurrar una canción y su única compañía es Annie. ¿En serio piensa que es adecuado estar sola? Yo aprendí que no a la mala.
—Recuerda lo que hablamos —farfulla Roy —. Sé paciente.
Aclaro mi garganta.
—Tienes razón.
Pasamos por la siguiente puerta justo cuando Ellie se atraviesa en nuestro camino. Sus ojos azules se iluminan, una sonrisa pícara curva sus labios. El rubor se arrastra por mi cara al conmemorar que ella me vio como mi madre me trajo al mundo. Ese evento penoso me perseguirá el resto de mi vida.
—Ronnie —saluda Ellie —. Me imagino que te sientes mucho mejor después de lo sucedido. Quiero decir, todos te vimos muy desnudo.
Mis mejillas se calientan. Mierda, ella no lo olvidará pronto. Yo tampoco lo haré.
—Ellie, no seas pesada —Roy me defiende de la vergonzosa situación —. Madura y molesta a alguien más.
La rubia hace un mohín.
—Hoy amanecimos de mal humor, ¿eh?
—Me enteré que Zoe publicó fotos nuevas en twitter —masculla Roy —. Pasó sus vacaciones en París. ¿Por qué no echas un vistazo?
Ellie suelta un grito indignado.
—¿Por qué no me lo dijiste antes? —chilla antes de regresar a su habitación y azota bruscamente la puerta.
Me río.
—Gracias por eso.
—Ellie es intensa, pero una buena chica —murmura y seguimos caminando —. De todas mis primas, es la que menos problemas ocasiona. Ella es amor y paz. Su tiempo lo invierte en redes sociales y en Adam. Ama muchísimo a su pequeño hermano.
¿Quién no amaría al pequeño Adam? Es adorable.
—Pienso que pronto se revelará —digo.
—Pienso lo mismo —concede Roy —. No siempre será la chica pacífica de la familia.
Arianne y Amy están en la sala cuando bajamos. Mi suegra me sonríe con el rostro cargado de culpa. Ella sigue consternada por la actitud que adoptó su esposo.
—Hola, Ronan. ¿Tienes tiempo para hablar más tarde? —pregunta —. Es sobre Allison.
Ya imagino que será una conversación muy importante.
—Por supuesto, más tarde será —contesto —. Ahora iré al hospital.
Asiente y deja suavemente al suelo a Amy. La niña intenta alcanzar mi cámara mientras salta.
—Lamento mucho lo que sucedió anoche. Asher no debió culparte de nada.
Sonrío, yo no lo vi de esa forma. Actuó como cualquier padre preocupado.
—No hay problema —Pongo mi ojo en el visor de la cámara y hago clic. Amy chilla de alegría —. No estoy molesto.
—Gracias por entenderlo —carraspea Arianne —. No voy a quitarte más tiempo, mándale saludos a tu madre de mi parte.
Alboroto el cabello de Amy, ella se ríe más alto. Su risita me llega al corazón. Es muy tierna.
—Lo haré.
—¿Ronan?
—¿Sí?
Arianne me mira con un brillo inquisitivo en sus ojos verdes.
—Tu madre es más que bienvenida aquí.
—Se lo haré saber.
—Ten un buen día.
Roy besa la mejilla de Arianne.
—Tú también ten un excelente día, tía Arianne.
Arianne me señala.
—Gracias, cariño. Cuídalo por Allison, ¿de acuerdo?
Roy imita un saludo militar que la hace sonreír.
—Por supuesto. Él está a salvo conmigo.
💚
Cuando abandonamos la Fortaleza Karlsson, sé que este día será una gran molestia. El cielo abre paso a las nubes grises y hay mucho viento. Va a llover. Tampoco tuve oportunidad de hablar civilizadamente con Allison. Ella me rechazó cuando le dirigí la palabra y no quiere verme.
—¿Qué se siente ser un médium muy dotado? —inquiere Roy, conduciendo —. Es como si pudieras leer el pensamiento de todo el mundo, ¿no?
Aparto mis ojos de la ventana y me encojo de hombros.
—No necesito leer el pensamiento de nadie para saber qué piensan.
—Oh, wow —Roy toca el claxon cuando un venado se atraviesa en el camino —. No conocí a nadie como tú, ni siquiera Ava que presume ser más lista que todos nosotros.
Mi propia sonrisa se me cruza por la cara. Ava es lista, no lo niego.
—Es incómodo y a veces suelto cosas que me hacen arrepentir —Pienso en mi primera discusión con Allison —. No me gusta saber qué sucederá con mi futuro. Es más divertido cuando estás a la expectativa de algo y cae como una sorpresa inesperada.
Roy me lanza una mirada incrédula.
—¿Estás bromeando? Yo prefiero saberlo todo para estar listo.
—Lamento no pensar lo mismo.
—¿Sabes algo, Ronan? Deberías sentirte afortunado de ser especial. Nuestros dones nos dan muchas ventajas —presume Roy.
—Dime una que te beneficie a ti.
El pelirrojo sonríe.
—Sé que Sadie muy pronto me dará buenas noticias. Ella cree que no lo sé y es muy chistoso.
Mis cejas se alzan, mi cara se tiñe de sorpresa. Oh, mierda.
—¿Qué tipo de noticias? No me digas que... —Me callo.
Roy alarga la mano y toca mi cabeza como si fuera un cachorrito inocente
—Eso me lo reservo —guiña un ojo —. Es más divertido cuando se trata de una sorpresa, ¿no? Aunque ya lo sé, pero fingiré estar sorprendido.
Echo mi cabeza hacia atrás, soltando una carcajada. No puedo contener mi sonrisa mientras lo veo disfrutar con sus propias bromas.
—Esa es una buena ventaja —digo.
—Buenísima ventaja, amigo mío —Se concentra en el camino —. Respecto a Allison, ella tarde o temprano empezará a extrañarte como tú. La necesidad y el anhelo serán muchos más grandes que el orgullo.
Mi pecho se encoge.
—No quiero que se acerque a mí por necesidad —musito.
—Lo hará porque te extraña, pero sucederá de cualquier forma.
💚
Mila y Josh fueron al hotel para tener un descanso. Agradezco que se tomen el tiempo de cuidar a mamá, pero no deja de ser incómodo. Hacen parecer que soy un mal hijo. El único que debería estar aquí soy yo. No hay rastros de mi padre y espero que continúe así. Nadie lo necesita, su presencia estorba y perturba la paz de mi madre.
—Voy a esperar aquí —Roy se sienta en la silla —. Debes hablar a solas con tu madre.
Le doy un asentimiento.
—No tardaré mucho.
Camino por los pasillos y me encuentro a mamá. Una enfermera empuja su silla de ruedas.
—¿Ronan? Hoy llegaste tarde.
Mi corazón tamborilea al ver a mi madre en una silla de ruedas con el rostro cansado. Tiene un pequeño algodón con cinta en el brazo derecho para detener el sangrado. Empezó la quimioterapia sin mí.
—Mamá... —digo, acercándome —. ¿Estás bien?
Ella mira a la enfermera que la acompaña. Qué pregunta tan estúpida, maldición. Por supuesto que no se encuentra bien. Debí estar aquí, con ella.
—Todos fueron muy amables conmigo. No ha ido mal.
La culpa tamborilea detrás de mi caja torácica, el enojo me alcanza y me golpea muy duro. Llegué tarde. Se supone que estaría con ella en un momento tan importante.
—Lo siento muchísimo, mamá. Debí acompañarte —Mi voz se ahoga —. Yo... estoy en las nubes últimamente. Lo siento tanto.
Ella me sonríe dulcemente.
—No te preocupes, cariño. Fue mejor hacer esto sola, no iba a soportar que me veas en una situación así.
¿Cree que sentiré lástima? Está loca, mi único pensamiento hacia esta mujer es admiración. Sufrió mucho, pero continúa de pie a pesar de las adversidades. Demostró ser valiente y fuerte.
—Soportaré cualquier cosa por ti, mamá. Nunca creas lo contrario.
Esa tristeza en sus ojos me destroza el corazón.
—Señora Dumont —interrumpe la enfermera —. Debemos llevarla a su habitación, necesita un descanso.
Mamá frunce el ceño.
—Déjeme a solas con mi hijo —demanda —. No me trate como si fuera una discapacitada.
Su tono afilado me hace reír. Incluso en un momento duro ella nunca dejará de ser una mandona. La amo.
—Yo me hago cargo —Le digo a la enfermera —. La llevaré a su habitación, no le quitaré mucho tiempo. Estará bien.
La enfermera asiente y se retira a regañadientes. Agarro la silla de ruedas de mamá y lo impulso para guiarla al lugar dónde debe estar.
—Nada de esto hace falta —protesta mamá —. Yo debería estar en nuestra casa, cuidando las flores y limpiando. Apuesto a que tu padre no se ocupó de nada, siempre fue un mugroso.
Hago una mueca de disgusto. ¿Nuestra casa? Ese lugar se convirtió en un infierno.
—Mamá, estás mucho mejor aquí con los cuidados necesarios. No entiendo porque querrías volver en una casa como esa. ¿Has visto dónde está ubicada? Ni siquiera llega el sol.
Mi madre tiembla en la silla de ruedas.
—Es porque te has ido, cariño.
¿Qué...?
—Y fue lo mejor que pude hacer. Tú deberías venir conmigo, mamá. Los Karlsson van a recibirte encantados en la Fortaleza. Deja de ser testaruda.
Mamá resopla con disgusto.
—Ya tuvimos esta conversación y no cambiaré de opinión, Ronnie.
Mujer terca. ¿Qué diablos la retiene en ese infierno?
—Aún no terminé de leer el diario —suelto.
Llegamos a su habitación asignada y ella camina con mucha facilidad. Su cara me dice que tiene ganas de lanzarme la silla de ruedas en la cabeza. Odia estar aquí.
—¿Qué te está tomando tanto tiempo?
Me rasco la nuca y observo hacia las ventanas. Esos malditos cuervos molestos siguen ahí, sus ojos rojos analizándome. Mi instinto sabe que no son simples animales.
—Anoche se presentaron varios problemas —explico.
Mamá se avienta a la cama y se cubre con las mantas. Arruga la frente cuando percibe nuevamente su ausencia.
—¿Problemas con Allison?
—Sí —contesto, sentándome sobre la cama —. Estamos distanciados por muchas cosas y quiero arreglarlo como sea. Siento que no me perdonará.
Mamá me mira con compasión.
—Oh, Ronnie. ¿Por qué no te perdonaría? Eres un amor de chico.
Me encojo de hombros. Hay más, pero ella no necesita saber sobre mis problemas. Tiene suficientes con los suyos.
—Dices eso porque eres mi madre.
—Lo digo porque te conozco más que nadie —sentencia —. Las mujeres somos complicadas, pero cedemos muy fácilmente ante los chicos como tú. ¿Quieres que Allie te perdone?
En realidad, la quiero en mis brazos, disfrutar sus besos, cualquier contacto que venga de ella. Anhelo a mi chica poderosa, llena de confianza. No me gusta la que se aleja de mí, por miedo a lastimarme. No soy de cristal, tampoco débil.
—Sí.
—Entonces piensa en algún detalle bonito que puede gustarle. No lo sé, tal vez flores, peluches o chocolates.
No puedo evitar reírme por su consejo. Sé que Allie apreciará cualquiera de esos regalos, pero son muy clichés. Ella merece algo más innovador.
—Hace tiempo empecé un retrato de ella, pero nunca pude terminarlo —recuerdo —. Creo que ha llegado el momento perfecto.
Mi madre sonríe orgullosa.
—No esperaba menos de ti, cariño.
—Tendré que buscarlo en la casa.
Su sonrisa se disipa.
—¿Solo? —cuestiona. La preocupación muy obvia en su voz.
Arqueo una ceja.
—Roy me acompañará.
Mamá deja salir un suspiro y descansa su cabeza contra las suaves almohadas.
—Me gusta mucho tu amuleto, queda perfecto en ti —comenta —. Nunca te lo saques, Ronnie.
Oh, mamá. Sabes tanto, pero no estás dispuesta a compartir nada.
Mis ojos se posan hacia los cuervos y entiendo sus razones. Ella nunca será libre, no de todos los secretos que la encadenan de por vida.
—Papá insiste en verte —mascullo —. ¿Volvió cuando me fui?
Mamá niega.
—No y dudo que lo haga. Es mejor así, Ronan —Sus ojos brillan con millones de secretos —. Aquí puedo respirar sin él.
Los siguientes minutos hablamos sobre cosas banales, cualquier cosa que no sea las revelaciones en el diario. Los cuervos son espías y no voy a ponerlos al tanto de mis asuntos.
💚
—¿Y cómo ha ido? —consulta Roy —. No te tomó mucho tiempo.
Juego con el estuche de mi cámara a medida que caminamos hacia la salida.
—Ella no puede hablar aquí —digo —. Está siendo vigilada.
—Por cuervos.
—Sí.
—Eso significa que tampoco puede salir.
—Exacto, pero no entiendo por qué. ¿El señor de las sombras la retiene?
Presiona un dedo sobre sus labios.
—Las paredes escuchan.
Me tenso.
—Mierda.
Roy se pasa la mano por el pelo.
—¿Y ahora qué?
Llegamos a la salida cuando el cielo se torna cada vez más oscuro. Debería postergarlo, pero ahora es una gran oportunidad. Allison no está cerca y no hay manera de que me retengan. Josh y Mila tampoco podrán detenerme. Y Roy es muy fácil de convencer.
—Necesito ir a mi casa —contesto —. Puedes regresar a la fortaleza si quieres.
Roy me da una mirada sorprendida, los ojos muy abiertos.
—No puedo dejarte hacer eso.
Avanzo unos pasos lejos de él, sin darle oportunidad para persuadirme de lo contrario.
—Debo sacar algo muy importante y seguir indagando —señalo la cámara —. Traje esto por una buena razón.
—Te has vuelto loco.
Sonrío.
—Las respuestas no vendrán solas a nosotros. Tenemos que buscarlos.
—¿Y si la niña fantasma ataca?
Toco el regalo de Mila.
—El truco de esta cosa es que me protege —mascullo —. Esperemos que funcione —Veo a Josh y Mila acercarse. ¡Mierda! No tengo tiempo de saludarlos, ellos sabrán sobre mis planes —. Vamos, ¡vamos!
Roy resopla y entramos al auto.
—Mi espíritu te acechará hasta el infierno si algo malo nos sucede —gruñe Roy.
💚
Froto la parte posterior de mi cuello mientras Roy estaciona el auto a poca distancia de mi casa. La temperatura está mucho más fría y el largo camino de tierra está bordeado por viejos árboles. Todo grita que corra por mi vida. Es... amenazador.
—Esta no es una buena idea —espeta Roy, perturbado.
Repitió lo mismo durante el viaje. Qué irritante.
—Si quieres irte, está bien, pero voy a entrar.
Maldice.
—De verdad es una terrible idea —insiste —. Tu padre está en la casa y muy acompañado.
Mis ojos se entrecierran mientras miramos la casa de dos pisos, en busca de cualquier evidencia de que haya alguien allí.
—¿Acompañado por quién?
Roy duda, pero responde:
—Una mujer, puedo oír sus gemidos.
La rabia me invade, surgiendo a través de mi cuerpo tenso mientras repito los eventos de ayer por la mañana. Él exigió ver a mamá, se mostró desesperado cuando no le permití. Fue un acto, por supuesto. Aprovecha la ausencia de su esposa para traer a otras mujeres en la casa. Qué descaro.
—Lo mataré —afirmo —. Lo haré pedazos.
Mis labios se tensan en una línea sombría y aprieto los dientes. El dolor y la ira se acumulan a fuego lento en la superficie. Lo único que me trae de vuelta es la voz de Roy:
—Será mejor regresar.
—No —Lo detengo —. Voy a controlarme, él no notará mi presencia. Conozco esta casa desde que era un niño, lograré entrar sin levantar sospechas.
El pelirrojo suspira.
—Ese no es el problema, Ronan. Tu vida me preocupa.
Abro la puerta del auto.
—Saldré vivo de ahí —aseguro —. No te preocupes por mí.
Roy libera otra blasfemia, pero avanzo hacia mi vieja casa. Mi corazón se desploma, esa sensación de malestar regresa con mucha fuerza a mi estómago. Auch, los recuerdos duelen. Imágenes de Mora y Teddy me hacen parpadear las lágrimas que quieren salir.
Los echo de menos.
Paso de largo el inmenso portón para dirigirme hacia las vallas traseras. Escucho a Nirvana sonar a un volumen muy alto. Mi padre está de fiesta. ¿Qué lo tiene celebrando? Mi enojo es cada vez mayor cuando logro entrar al patio y después abro la puerta de la cocina.
Todo sigue igual.
Muebles ubicados en su lugar, un poco mugroso, pero es mi casa. Toco el amuleto en mi cuello y examino lentamente el ambiente. La temperatura no cambia. ¿Tengo miedo? No. A estas alturas vi de todo, es muy difícil que algo logre impactarme.
Heart Shapped Box de Nirvana suena más fuerte.
—Aquí vamos —susurro. Mi idea es terminar en menos de diez minutos.
Subo con calma las escaleras que conducen a mi habitación, aliviado de que la música esté lo suficientemente alta para no alertar mi presencia. Papá nunca sabrá que estuve aquí. Camino de puntitas con intenciones de hacer esto rápido, pero unos chillidos alarmantes me detienen.
El suelo de madera del pasillo cruje bajo mis pies. La puerta de la habitación está un poco abierta así que la empujo un centímetro y la escena frente a mis ojos me deja congelado.
Mi padre está acostado en la misma cama que comparte con mamá, con las manos en la cintura de una chica mucho más joven quien lo monta excitada. Probablemente tiene mi edad. El ritmo de la cabecera de la cama golpeando la pared me revuelve el estómago.
Hijo de puta.
Basura.
Escoria.
Quiero matarlo.
Trago, mi garganta en llamas por la furia que amenaza con explotar. ¿Cómo puede hacer esto? Está disfrutando como nunca y las palabras de mi madre cobran sentido.
«Mi esposo Demetrio es hambriento por la lujuria, capaz de lo más bajo para acceder a ella».
La pelirroja hace un ruido de gimoteo en voz alta, haciendo que aparte la atención. Mi rabia se desinfla como una bola reventada y retrocedo. Por mucho que desee romper la cabeza de mi padre, no echaré a perder el plan. Vine por una cosa y me iré una vez que lo tenga.
Voy hacia mi objetivo con las manos en puños, mi cara está roja por la cólera, mis venas a punto de estallar. No puedo creer lo que vi. Él está con otra mientras su esposa continúa moribunda en el hospital.
Lo odio.
Ya no es mi padre. Ahora lo llamaré solo Demetrio.
Se convirtió en un desconocido. El poco respeto que le tenía acaba de morir.
Trato de calmar mi descontrolada respiración y entro a mi vieja habitación. No me sorprende ver que es un completo desastre. Las sábanas de mi cama están rotas, las almohadas destrozadas y las paredes tienen rastros de sangre.
Mi boca se retuerce con disgusto.
—Buen trabajo, Georgie —digo con sarcasmo.
Antes me dolería ver esto, pero debido a las circunstancias me da igual. Este basurero nunca volverá a ser mi hogar. Perdí a mis mascotas, mamá tampoco vive aquí y no permitiré que regrese. No después de lo que vi.
Sin dar tantas vueltas, me acerco al caballete envuelto con una sábana. Aparto la tela y me siento aliviado de que esté en perfectas condiciones. Es raro que Georgie no lo haya arruinado.
—Fantástico —suspiro y toco el retrato.
La imagen muestra el rostro de Allison sin algunos detalles que pronto agregaré. No puedo creer lo perfecta que luce. Es tan hermosa e impresionante. Su belleza no tiene comparación, jamás lo tendrá. Vuelvo a cubrir el retrato con la tela y la recojo en mis brazos. Dudo que logre dormir porque me encargaré de terminarlo esta misma noche. Valdrá la pena.
Camino hasta la puerta, pero su presencia me sobresalta. Ahí, cerca de la ventana, está Georgie. Las garras del miedo hacen su camino por mi columna vertebral, pero me niego a demostrarlo. Sé que me encuentro a salvo. El amuleto en mi cuello le impide acercarse demasiado. El olor a humedad me asalta y mi nariz se arruga con asco. La niña apesta.
—¿Me echaste de menos? —Le pregunto —. Porque te aseguro que yo no.
Su olor me mata, sin embargo. Está reuniéndose al fondo de mi garganta y quiero vomitar. Huele a tierra rancia y a agua estancada. Cada vez que tengo el placer de verla su aroma no es nada agradable. Va de mal en peor. Ni hablar de su aspecto terrorífico, cualquiera en mi lugar se cagaría en los pantalones.
Georgie observa con aversión el amuleto en mi cuello. Gracias por el regalo, Mila.
—No estarás a salvo por siempre —sisea —. No eres intocable, Ronan. Ni siquiera para él.
¿Él? Los latidos de mi corazón van a toda marcha y me mareo un poco porque no entiendo lo que trata de decir.
—¿Mi padre es tu asesino? —inquiero —. ¿Por qué me odias? ¿Por qué intentas lastimarme? Nunca te hice daño, solo quise ayudarte.
Georgie flota en la habitación, pero no me toca. Sin embargo, sigue provocándome el mismo efecto frío.
—Porque eres como todos ellos —contesta —. Nunca fuiste diferente.
Mi cuerpo se llena de escalofríos y mi piel se encuentra húmeda de sudor. Necesito salir de aquí.
—¿Ellos?
Una sonrisa cruel estalla en su cara y ella aparta el cabello viscoso de su rostro.
—Él ha estado susurrando sobre ti, lo escucho siempre. Tarde o temprano lo descubrirás.
No dirá todo lo que sabe, no tiene sentido que continúe con esta conversación. Su risa maniática me persigue cuando salgo de la habitación con el cuadro bajo mi brazo. Los gemidos de la mujer suenan más altos al igual que los gruñidos de mi padre.
Qué asco.
Muy pronto le daré su merecido: por todas las victimas que han sufrido en sus manos, por mamá, por mí.
Mientras camino cerca de su puerta, la chica me mira sobre su hombro y sonríe maliciosamente. No hace el intento de gritar, no me delata con Demetrio quien gruñe debajo de ella.
Solo me mira.
Todo se vuelve frío en la casa, las luces parpadean una, dos veces, y luego veo imágenes en mi cabeza. Imágenes de la chica muerta sobre una mesa, con los ojos vendados y labios cosidos. ¿Es una visión de su muerte?
—¿Qué diablos haces aquí, muchacho insolente? —grita Demetrio.
Las luces se encienden, los gritos de Demetrio me hacen parpadear. Empuja a la chica, cubre su entrepierna con una sábana y da un paso hacia mí. No parece avergonzado en lo más mínimo. Su mirada se oscurece como una nube ondulante en la distancia. Sus ojos se estrechan mientras la sed de sangre abunda en su cara.
Quiere matarme.
Corro rápidamente hacia la salida, sin darle chance de dirigirme otra palabra. Todo lo que siento es miedo aterrador. Mi cuerpo no se siente como mío en este momento. Se siente opaco y defectuoso por las palabras de Georgie.
Porque eres como todos ellos. Nunca fuiste diferente, Ronan...
—¡Ven aquí, sucio bastardo! —exclama Demetrio —. ¡Te enseñaré quién manda!
Las gotas de lluvia caen sobre mí una vez fuera y protejo el cuadro para que no se moje como si mi vida dependiera de ello. Roy se acerca con el auto cuando salto la valla, Demetrio no para de gritar amenazas. Dos grandes pájaros negros vuelan desde el cielo, volando tan cerca que debo agacharme con el brazo levantado para protegerme la cabeza.
Son cuervos.
Maldición.
Me paro y miro fijamente la ventana dónde Demetrio está parado. No sé por qué razón lo hago, pero levanto mi cámara con la mano que no sostengo el cuadro y clic.
Capturo una imagen de mi vieja casa.
—¡Joder, hombre! —gruñe Roy, desbloqueando la puerta —. Pensé que nunca saldrías. ¡Él te vio!
Suelto un suspiro aliviado cuando ubico mi trasero en el asiento y presiono el retrato contra mi pecho. Es por Allie. Valió la pena cada riesgo.
—Conduce —instruyo —. Solo conduce.
Roy obedece y nos saca de ese infierno. Tengo la respiración agitada y el cuerpo húmedo por culpa de la lluvia. Verifico el retrato y sonrío de felicidad al ver que no fue manchada por ninguna gota.
Gracias a los dioses.
El pelirrojo me observa con desaprobación.
—¿En serio arriesgaste tu vida por un cuadro?
Me río como un histérico, la adrenalina me tiene eufórico.
—No es cualquier cuadro. Le prometí a Allison que pronto lo vería, ella lo amará.
Roy gira los ojos hasta que se vuelven blancos.
—El amor es tan estúpido en algunas ocasiones.
Alzo los hombros.
—Ella estará feliz y es todo lo que importa —Mi corazón da un vuelco mientras pienso en la sonrisa de mi chica —. Tuve alucinaciones —cambio de tema —. Vi su muerte.
—¿La muerte de quién? También te oí hablar con la niña fantasma.
—Georgie no importa ahora, vi la muerte de la chica que estaba en casa de Demetrio —contesto —. Siento que será otras de sus víctimas.
Roy exhala bruscamente.
—Nunca debimos venir en primer lugar.
—Ya está hecho —suspiro —. Dudo que ese imbécil la dañe. Yo los vi y soy testigo. No será tan estúpido como para cometer el crimen.
—¿Cómo estás seguro?
—Porque simplemente lo sé. ¿De acuerdo?
Roy niega con la cabeza.
—Estás loco, hombre.
—Conduce y deja de regañarme.
Aprieta el volante con fuerza mientras el limpiaparabrisas aparta las gotas de lluvia. El cielo caerá en cualquier momento.
—Te escuché hablar con la niña fantasma.
Toco el contorno del retrato.
—Solo dijo cosas sin sentido.
Roy no presiona y nos dirigimos a la Fortaleza Karlsson en silencio.
💚
Cuando llegamos a la Fortaleza, me encargo de guardar el retrato en los asientos de atrás. Allison se encuentra en la ventana y no quiero arruinar la sorpresa. Más tarde bajaré a buscarla mientras todos estén dormidos.
—Ellos pedirán explicaciones —masculla Roy.
Me aseguro de que el cuadro esté bien cubierto antes de mirar a Roy.
—Prefiero que quede entre nosotros.
—Bien, no saldrá nada de mis labios.
La lluvia cae con más fuerza cuando bajamos y nos dirigimos corriendo dentro de la Fortaleza. Protejo la cámara con mi camiseta. Reynard está en la sala, cruzada de brazos al vernos llegar. Sus cejas rojas se fruncen mientras nos observa de pies a cabeza.
Esta mujer me intimida con su sabiduría.
—Me llegó informes de que no fueron solo al hospital —farfulla y mira a su hijo —. ¿Roy?
El pelirrojo se rasca la nuca y espera a que yo responda. Genial. Me siento como un niño pequeño dando explicaciones, pero recuerdo que esta casa tiene reglas estrictas y deben ser cumplidas. Es de noche, no deberíamos estar afuera.
—Fuimos a mi antigua casa —expongo —. Recogimos algo y luego regresamos.
—Ajá —presiona Reynard —. ¿Solo eso?
Mierda... sabe que hay más.
—Vi a Demetrio Dumont con una mujer y tuve alucinaciones.
Reynard arquea su ceja y permanece imperturbable.
—¿Qué tipo de alucinaciones?
—Presencié su muerte, pero no creo que se haga real —contesto —. La vi y soy un testigo. Mi padre no es idiota.
Reynard me observa sorprendida, su boca casi cae al piso. Roy solo pronuncia un «ups».
—No creo que eso lo detenga, Ronan. Es un asesino, sus antecedentes lo demostraron.
Ahora me siento culpable por dejar a la chica a su suerte. ¿Y si me equivoco? ¿Demetrio es capaz de matarla?
—Puedo regresar a la casa y salvarla. O llamemos a la policía...
—¡No! —me interrumpe Reynard —. Nada de volver a poner en riesgos sus vidas. Yo sentí de primera mano la oscuridad que hay en esa casa. Es un milagro que hayan salido vivos, no es nada seguro.
Roy se acerca a su madre y le toca el hombro.
—Lo siento, mamá. Prometo no volver a preocuparte.
Ella suspira.
—Vayan a cambiarse de ropa y hablaremos sobre esto más tarde.
Asiento y hago lo que me pide mientras Roy permanece junto a su madre. Hoy fue otro día loco. Siento que la normalidad acaba de evaporarse completamente de mi vida. Mamá sigue siendo un misterio mientras Georgie afirma que soy como ellos. ¿Se refiere a mi familia? ¿Soy defectuoso?
Me quito la camiseta húmeda cuando entro a mi habitación. La cámara está en perfectas condiciones gracias a dios. Creí que saldría afectada por la lluvia. Necesito bañarme lo antes posible, el aroma a muerte perdura en mí. Georgie tiene una forma muy exclusiva de fastidiarme la vida, pero sigo con dudas sobre las cosas que dijo.
¿Quién le susurró sobre mí?
—Necesito que me hagas un favor... —La puerta se abre de golpe y veo a Allison.
Puedo oler su perfume y la esencia de Georgie se desvanece. Tiene un olor a flores frescas que me dan ganas de inhalar todo el día. Ella camina hacia mí, sus ojos verdes tan brillantes. Sus emociones son fáciles de leer por su expresión hipnótica.
Está preocupada.
—Dime —contesto y dejo caer mi camisa húmeda al suelo junto al collar. Quiero bañarme lo antes posible.
Sus ojos se detienen un momento en mis abdominales antes de mirar mi cara. Bueno, ella es débil cuando estoy casi desnudo. Yo también ando en las mismas apenas veo su asombroso cuerpo. Mierda, extrañaré dormir a su lado hoy.
—No sé cómo haces eso.
—¿Qué cosa? —cuestiono, acortando la distancia.
Ella suelta un suspiro tembloroso. Dios, necesito besarla.
—Cerrar tus pensamientos por completo de mí. No volví a escucharte el resto del día.
¿Eh?
—No soy consciente de que lo hago —digo —. Solo quiero darte privacidad y se cumple. ¿Te molesta?
Ella se lame los labios. Se siente extraño hablar, hasta incómodo por los últimos sucesos. Hay una brecha entre nosotros que quiero romper desesperadamente. No me gusta sentirla distante.
No me gusta.
—¿Qué? Por supuesto que no me molesta —contesta —. Al contrario, agradezco que respetes mi privacidad. Es lazo es muy invasivo, pero tú logras controlarlo.
Ni siquiera sabía cómo funciona el lazo hasta que la conocí a ella.
—¿Qué favor necesitas? —sueno cortante.
No fue un buen día.
—Aden —musita y aparta la mirada —. Pensé que podrías ayudarnos a averiguar qué oculta. Acabo de ver a una niña de aspecto aterrador hablando con él en el patio bajo la lluvia.
Mi columna se vuelve rígida.
—¿Viste a un fantasma?
Allison asiente.
—Suena como una locura, pero me permitió verla.
Esto es... raro.
—Dame una descripción de ella.
Mastica su labio.
—Tenía el cabello hasta los hombros, vestido blanco ensangrentado. Da mucho miedo, parece salida de una película terrorífica.
¿Georgie? Salgo de la habitación y Allie me sigue rápidamente. Obviamente esa pequeña bastarda iba a encontrar la forma de entrar a la Fortaleza. Aden es el mejor acceso, una criatura inocente que puede caer en sus manipulaciones.
—¿Dónde la viste? —consulto.
—Cerca de la casa del árbol.
Nos encontramos a Raven cuando bajamos las escaleras.
—¿Pasa algo, chicos? —pregunta.
Allie y yo no tenemos tiempo de responder. La lluvia es mucho más violenta, gruesas gotas de agua nos empapan. Apenas logro escuchar por el ruido y truenos. La casa del árbol se encuentra en un punto que no es seguro.
El sitio perfecto para fantasmas como Georgie.
—Aden estaba aquí hace minutos —musita Allie, preocupada —. Esta mañana me contó que tiene una amiga imaginaria y le pidió que se vaya. Está asustado de ella.
—Tranquila —Acerco su pequeño cuerpo al mío para darle consuelo —. Te prometí que iba a averiguar qué sucede con él. ¿Confías en mí?
Asiente con los labios temblorosos.
—Sí.
Beso su frente húmeda por la lluvia.
—Entonces déjame hacer esto.
Me aparto de ella y camino hasta la casa de árbol. No tengo idea de cómo empezar, pero me dejaré llevar por mis instintos. Bajo la atenta mirada de Allison, toco las escaleras de madera que rodean el tronco.
Y ahí llega el efecto.
Dardos eléctricos se disparan por mi brazo, sobre mi hombro y directo a mi cabeza. Imágenes borrosas revientan en mi mente. Visualizo a Aden triste, deprimido al ser ignorado por sus padres. Primero invita a su padre a jugar, pero Asher rechaza apenado.
En el otro escenario distingo a Arianne llorando mientras mece a Amy en sus brazos. Habla sobre las imprudencias de Allison, siento su terror ante la idea de que su hija sea consumida por la oscuridad. Asher consuela a su esposa mientras el pequeño Aden ve todo con tristeza desde la puerta.
Me rompe el corazón.
Finalmente, soy dirigido a la casa del árbol.
El pequeño Aden lanza enojado su balón en el patio. Su única compañía es Anker, el lobo negro. Trata de animar al niño, pero él niega cualquier gesto. Cada lágrima cayendo sacude sus hombros por los sollozos.
Se siente solo.
Olvidado.
Ignorado.
De esa forma su mente intenta crear una realidad diferente. Una realidad donde él se siente importante. Es ahí cuando este espíritu se acercó a él. Fue atraída por su inocencia y su aura pura. Aden abrió su mente, le dio la bienvenida porque en ese momento solo quería afecto y atención.
Y Mary se lo dio.
Mis párpados permanecen cerrados y poco a poco su rostro aparece en mi cabeza. La mayor parte de su cara está desfigurada y le falta un ojo. Ahora está frente a mí. Si un fantasma pudiese realmente herir a alguien, sería ésta. Es igual de siniestra que Georgie. Su única intención es llevarse a Aden. Le prometió un lugar dónde nunca será ignorado.
Le prometió amor.
—Aléjate de él, fantasma —amenazo —. Vete de aquí.
—Tú primero —sonríe.
Entonces me toca.
El dolor explota en mi cabeza y mis manos automáticamente cubren mis orejas. Caigo al suelo de rodillas y Allie corre de inmediato hacia mí. Puedo sentir el dolor cubrirme, un intenso dolor que me hace apretar los dientes.
—¡Ronan! —grita ella —. Abre los ojos, cariño. ¡Soy yo!
Sacudo la cabeza de un lado a otro. No puedo ver, no puedo respirar por el dolor en mis orejas. Solo entonces me escucho gritar, mis gritos son agónicos. La maldita fantasma disfruta mi sufrimiento.
Está burlándose de mí.
—Oh, Dioses. ¿Ronan?
—Sácame de aquí —hablo con dificultad —. ¡Sácame de aquí!
Allie arrastra mi cuerpo y vuelve a meterme en la barra protectora de la fortaleza. Solo así el dolor para y recupero la respiración. Pasó un tiempo desde que un fantasma me tocó de esa manera. Me transmitió sus emociones.
—¿Qué está pasando aquí? —espeta Asher, uniéndose a nosotros —. ¡No deberían alejarse de la barrera, menos en las noches!
Mi pecho sube y baja, mi presión está demasiado baja. El toque de Allison en mis brazos hace que la tensión disminuya y logre ralentizar mi respiración desbocada. ¿De dónde salió ese fenómeno? Sé que los fantasmas están en cada rincón, pero la mayoría de ellos no son perversos.
Bueno, eso creía.
—Averiguamos qué sucede con Aden. ¡Su amigo imaginario es peligroso! —chilla Allie —. ¡Es una fantasma aterradora!
Asher aparta el cabello húmedo de su cara y aprieta la mandíbula. Aden se encuentra mirándonos desde su ventana, expectante.
—¡¿Qué?!
Levanto la mano con dificultad y posan sus atenciones en mí. Ahí noto la ausencia del amuleto en mi cuello. Mierda, olvidé que me lo quité. Le haré caso a mi madre la próxima vez.
—Puedo explicarlo mejor si me sacan de aquí —mascullo —. Tengo frío.
💚
Envuelto con una manta, taza de chocolate en mi mano y Allison muy preocupada, les cuento a sus padres sobre el espíritu cercano a Aden. Se llama Mary Guzmán y murió en un terrible accidente automovilístico en 2018. Tenía solo diez años, se negó a perseguir la luz desde ese día. Ella aún no quiere irse, no acepta el hecho de que está muerta.
Aden la atrajo con su dolor y soledad.
—¿Me estás diciendo que un espíritu se obsesionó con mi hijo? —La voz de Arianne se quiebra —. ¿Y todo es mi culpa? ¡Oh, Dios mío! Soy una mala madre, la peor. ¡Estoy tan decepcionada de mí misma!
—Bonita... —Asher intenta hablar, pero ella rompe en lágrimas.
—¿Cómo no pude verlo antes? Él no mostró indicios de sentirse así. Al contrario, es un niño muy feliz.
Allison cubre su pecho con una mano.
—No dijo nada porque no quería preocuparlos. Desde que llegamos al pueblo, Aden no es el mismo de antes, mamá. En Canadá tenía a sus amigos para distraerse, la escuela. Aquí está rodeado de problemas.
Bebo mi chocolate caliente.
—Esto tiene solución —aseguro —. Necesitan hablar como familia y convencer a Aden para no hablar nuevamente con la fantasma. Debe cerrar su mente de ella y no darle acceso para la manipulación. Mary se alimenta de su tristeza e inseguridades.
Arianne llora de nuevo.
—Soy una madre terrible. ¿En qué me equivoqué?
—Tú no eres una madre terrible —Asher la abraza —. Ambos cometimos errores, pero te prometo que vamos a repararlo. Aden no saldrá lastimado de nuevo.
Arianne solloza.
—Oh, mi pobre bebé —Oculta su cara entre las manos y llora —. No soportaría si algo malo le sucede. ¡Es mi niño!
Dejo la taza de chocolate sobre el escritorio.
—Es esencial que no dejen solo a Aden, ahora deben prestarle más atención que nunca. Y no solo ustedes, también sus abuelos, primos. Háganle sentir amado y que no necesita a Mary en su vida.
La mirada verde de Allie brilla con las lágrimas retenidas.
—Podemos hacer eso. La unión familiar es más fuerte que cualquier espíritu malvado —suspira —. Aden sabrá que nos importa él y sus problemas.
Asher y Arianne asienten.
—Hablaremos con él ahora mismo —Arianne me mira —. Gracias por todo, Ronan.
Sonrío.
—No es nada, fue un gusto ayudar.
Abandonan la oficina, dejándome con Allison. La noto nerviosa y asustada. No solo por Aden, también por mí.
—Creí que era Georgie —susurra, abrazándose —. Estoy aliviada de que no sea la Poltergeist malvada.
—Mary tampoco es un angelito. Demostró ser muy peligrosa, cualquiera de las dos es letal.
Se acerca a la ventana de la oficina.
—Yo lo puse en esa situación.
Otra vez la maldita culpa. Los únicos responsables son sus padres, pero no soy nadie para juzgar.
—No, amor —murmuro —. Tú no eres culpable de nada.
Allie se mantiene de espaldas a mí.
—¿Y si ella no quiere irse? Tengo miedo.
Dejo la manta en el respaldo de la silla, rodeo la pequeña cintura de Allison con mis brazos y apoyo mi barbilla en su cabeza. Juntos observamos la noche, el oscuro bosque. La Fortaleza parece un paraíso, pero también es muy atractiva para el mal. Todo New Hope lo es.
—Estamos al tanto de su existencia y sabe que la haremos irse. Lo mejor que puede hacer Aden es ignorarla.
Agarra mi mano y une nuestros dedos.
—Sigo preocupada —dice. Beso su cuello sin poder contenerme y después el lóbulo de su oreja —. Ronan...
Deposito más besos en su piel suave. Está húmeda a causa de la lluvia y la vuelve más adictiva. Estoy obsesionado con esta chica.
—Descubrí lo que sucede con tu hermano. ¿No crees que merezco una recompensa?
Enreda un mechón de su cabello entre sus dedos, un hábito suyo cuando está nerviosa.
—¿Cómo qué?
—Dame un beso, Allison.
Ella se vuelve a mis brazos, presiona sus manos contra mi pecho duro y me aparta suavemente. El rechazo me hace sentir muy herido.
—Yo... no puedo hacer esto justo ahora —Baja la mirada, como si estuviera avergonzada.
Una puñalada hubiera dolido menos. Acaba de rechazarme.
—¿No puedes besarme? —pregunto —. ¿En serio?
—Aún la siento aquí —Toca su cabeza.
—Y te manipula —me río con incredulidad —. Te quiere lejos de mí.
—Ronan...
—Bien, sigue sus órdenes. Es lo que ella quiere y tú cedes muy fácilmente —No contengo la ira en mi voz —. Felicidades, Allison. Luchas muy bien.
Allie se dirige hacia la puerta, con la cabeza en alto. Me siento mal por ser un idiota, pero me enoja más que no se dé cuenta. Catalina consiguió lo que quería. Mi novia ni siquiera puede besarme por miedo a que ella aparezca.
Se detiene en la puerta y lentamente me mira por encima del hombro.
—Nada volverá a ser como antes —susurra antes de irse.
Aprieto las manos en puños y cierro mis ojos. No entiendo su decisión, no puedo entenderla en absoluto. ¿No logra ver que nos lastima a ambos?
Está permitiendo que Catalina gane.
💚
Allie.
Me tapo la boca, mis ojos llorosos mientras presiono mi espalda contra la puerta. Mi corazón duele al pensar en su expresión herida. Ni siquiera pude darle un beso, ya no puedo recibir su afecto como antes.
No después de lo sucedido.
Hay una especie de virus en mi cabeza, envenenándome con ideas horribles. Accedí a los pensamientos de Catalina esa noche, pude escuchar cada detalle de su opinión sobre Ronan.
Ella afirma que él será mi destrucción, Ronan me consumirá hasta alejarme de mi familia. ¿Lo peor? Una parte de mí le cree. Eso provocó cierto rechazo hacia mi compañero. ¿Qué me pasa? Acaba de ayudar a Aden, trata de dar lo mejor por mí.
Es una luz mientras yo la oscuridad. Necesito despertar antes de que se vuelva peor. Mi relación con Ronan no está yendo nada bien.
Me tiro en la cama y cubro mi cuerpo con las mantas mientras abrazo al peluche de Stitch. Annie se une a mí y ronronea. Escucho a mis padres hablar con Aden. No podemos permitir que ese espíritu lo lleve, no soportaríamos ese golpe.
Ya no soporto nada.
Miro mis largas uñas y después le echo un vistazo al calendario de la pared.
La luna llena se acerca.
Pronto seré una lobita.
¿Volveré a sentirme como antes? No creo. Catalina invadió mi cuerpo y me hace sentir insegura. Implantó una semilla defectuosa en mis organismos y crece cada vez más.
—¿Allison?
Levanto mi cabeza de las mantas para ver a Raven parada en mi puerta. Sostiene lirios blancos en sus manos y sonrío. Ama la jardinería como su madre, es muy parecida a mi tía Reynard.
—¿Son para mí? —pregunto, entusiasmada —. ¡Dime que sí!
Asiente con una sonrisa.
—Las corté del jardín de mamá —dice ella —. Creí que te gustaría.
—Me encantan —Le quito las flores cuando se acerca y, automáticamente, las inhalo —. Son hermosas. Gracias, Raven, acabas de mejorar mi noche.
Se sienta a mi lado en la cama.
—No hay de qué —Me mira de reojo —. Uh... escuché tu conversación con Ronan. Lo siento mucho.
Mi sonrisa se desvanece. La poca privacidad que hay en esa casa me indigna. Extrañaré mi habitación insonora, pero más el calor de Ronan.
—Está bien, no te disculpes. No estamos teniendo un buen momento.
—Entiendo a ambos —musita —. Pero no vine aquí a hablar sobre eso.
Quito mi atención de las flores.
—¿Entonces...?
Con los ojos bajos, niega con la cabeza, como si no quisiera decirlo.
—Hice algo que no está bien y ya no puedo callarlo —expone —. Espero que comprendas mis motivos, Allie. Quería asegurarme de que él no era un peligro.
Me mantengo paciente y me quedo callada, esperando que ella continúe.
—¿Él?
—Hablé con Logan —suelta —. Él estará aquí en dos días.
Cuando las palabras caen en mis oídos, finalmente reacciono. Mi corazón se detiene al igual que mi pulso.
—¿Qué...? —jadeo —. ¿Te dijo por qué motivos vendrá?
Raven observa la puerta, su mirada sin vida. Me tomó desprevenida su confesión, pero no me molesta. Me preocupa el hecho de que Logan vendrá. No quiso decirle nada a Sadie, aunque hizo una excepción con Raven. Mi prima consiguió que cambie de opinión.
Esto es un problema muy grave. Raven no se involucraría si no fuese importante.
—Porque su familia está implicada en cosas horribles —susurra —. Quiere dañarte a ti y a tus padres como sea.
Supe que esa gente no es buena desde el instante en que Logan me informó sobre los vídeos. ¿Con qué propósito nos grabaron?
—No entiendo por qué harían eso. ¿Para quitarnos fuera de su camino y apoderarse de los bosques en Vancouver?
La mirada azul de Raven se encuentra con la mía.
—No solo se debe a eso —afirma mi prima —. La familia de Logan forma parte de una secta que también sirve al señor de las sombras.
💚
Instagram: JessiR17
Twitter: JessiRivas17
Facebook: Lectores de Jess (grupo para fangirlear)