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Tomó entre sus manos el pequeño bote blanco, leyendo con mucho cuidado las letras pequeñas que indicaban los ingredientes y los tiempos de consumo.
Un día había pasado desde los terribles sucesos del bosque, el primer día en el que Taehyung se mantenía en casa y podía descansar con tranquilidad. El día que todo pasó, se había planeado el llevar al pelirrojo al departamento y cuidarlo ahí, siendo Jimin el encargado de cuidarlo y mimarle todo el tiempo que fuera necesario, pero los dolores de Taehyung eran tantos, que pensaron que era mejor idea llevarlo al médico.
Jimin explicó de forma muy breve la situación, explicando que sí, había sido abusado sexualmente. Los doctores le preguntaron si se estaban haciendo cargo del caso de forma legal y Jimin tuvo que decir que sí, ya que no podía explicarles que quien había abusado de su mejor amigo, no era alguien al cual se pudiese denunciar.
Le brindaron atención médica, diciendo que no encontraron muestras de infecciones, pero que las paredes anales de Taehyung estaban heridas y por ello los brotes de sangre. Le recetaron unas pomadas y medicamentos para sobrellevar de mejor manera el dolor, siendo dado de alta al día siguiente por la mañana.
Jimin sabía que el cuerpo de su mejor amigo podría curarse con medicinas y cremas, pero donde realmente estaba el daño más complicado, era en la salud mental de su amigo. Es lo que le tenía mayormente preocupado.
Sabía que Taehyung es una persona fuerte, pero una violación no es cualquier cosa, por lo que necesita mucho apoyo para poder superarlo. No olvidarlo, porque esas cosas nunca se olvidan.
Suspiró y tomó una de las pastillas que debía llevarle a su amigo, llevando consigo también un postre de fresas que le había comprado en la espera del hospital.
Caminó a la habitación y entró con sigilo, viendo al pelirrojo acomodado sobre la cama con los ojos abiertos y la mirada perdida, como si estuviera dormido con los ojos abiertos.
―Taehyungie, te traje el medicamento y un postrecito de fresas―el pelinegro se sentó en la orilla de la cama, dejando las cosas sobre la mesita de noche.
Taehyung no respondió con palabras, pero miró a su amigo con ojos cansados, asintiendo sin ganas.
―Le pregunté a la chica de la tienda y me dijo que era el postre más vendido, que es delicioso―Jimin intentaba animarle de cualquier forma que le fuera posible, pero sabía que ese tipo de cosas no permitían a la mente en enfocarse en algo más. ―Podemos ver algún capítulo de tu serie favorita mientras comes el postre.
Jimin tomó la botella con agua de su amigo y la pastilla, tendiéndoselo para que pudiera beberlo.
―Solo quiero dormir.
La voz del pelirrojo fue tan baja, que Jimin sintió su corazón doler. Estaba acostumbrado a ver al Taehyung brillante, que saltaba de un lado hacia el otro, que verlo de esa forma le hacía querer llorar. Llorar más de lo que lo había hecho en la sala de espera del hospital.
―Está bien, podemos dormir un poco. Le dije a un compañero que me pase las clases de hoy, por lo que soy todo tuyo―Jimin intentó sonreír, pero era más una mueca que una sonrisa. ―También le dije que Hobi hyung que viniera por la tarde, dice que extraña mucho el vernos.
Taehyung se tomó la pastilla con una mueca en el rostro, cerrando los ojos ante el espantoso ardor de su garganta, la cual también estaba lastimada.
Sin decir una palabra más el pelirrojo se acomodó en la cama, quedando enredado entre las mantas.
Jimin se mordió el labio para no soltarse a llorar, inclinándose hacia el otro para dejarle un beso en la mejilla, tomando el postre para poder dejarlo en la nevera nuevamente.
Salió de la habitación y dejó todo en su lugar, observando con tristeza la misma nota que Taehyung había escrito el día que fue al bosque, pensando que, si tan solo no se hubiera encerrado con Yoongi, no hubieran permitido que él saliera.
Su mente trabajaba duro por repartir la culpa de lo sucedido, siendo él mismo su primer candidato.
Intentaba pensar que no era así y que él solamente era uno de los implicados, mas no el culpable. Pero en su mente se recreaban los posibles escenarios si no le hubiera permitido el salir de casa, si hubiera estado atento a él.
Su cabeza comenzó a punzar, pensando en que era mejor idea el ir a descansar un rato. Al menos hasta que Hoseok llegara y tuviera que abrirle la puerta.
Yoongi no estaba en el departamento, ya que al tener nuevas noticias de Taehyung, había regresado al bosque para comenzar con la intervención tanto al Sátiro como a Tzuyu.
Todos estaban tan llenos de rabia, que tenían tantas cosas pensadas para hacerles a ambos seres, a su vez siendo métodos para conocer la verdad sobre todo lo que estaba pasando.
Si solamente fueran Namjoon, Yoongi y Suran, tendrían un gran problema al lastimar a Tzuyu, ya que iría contra las normas del bosque. Por fortuna Jungkook estaba involucrado y estaba muy molesto, siendo él quien tiene el derecho de torturar cuando la situación lo amerita.
Jungkook, al tener un puesto tan importante, tuvo que jurar con sangre algunas normas y leyes que tenía que cumplir, para que fuera de real confianza ante los seres del bosque y no presentara abuso de poder.
Si se comprueba un delito grave, tiene el derecho de torturar al involucrado o involucrados hasta que digan la verdad.
Jimin tenía tantas ganas de ver la tortura, pero sabía que no debían poner ni un pie en el bosque, en especial porque Taehyung no lo toleraría.
―Solo espero que la hagan sufrir mucho―susurró con voz ronca, cerrando los ojos para intentar calmar su dolor de cabeza y poder ir a descansar con su mejor amigo.
Apagó las luces de la sala y volvió a la habitación, dejando la puerta del cuarto abierta. Se quitó sus pantuflas y se acomodó frente al cuerpo de su mejor amigo, quedando a su vista para que pudiera abrazarle si lo necesitaba. No tomó su lado de las mantas, ya que no quería despertar a Taehyung con algún movimiento brusco, por lo que simplemente se quedó quieto, con vistas al techo.
Jimin recordó todas aquellas situaciones en las que también se había ido del departamento sin dar mayor detalle, en donde dejaba de lado su racionalidad y hacía cualquier estupidez con tal de encontrar a los seres mágicos de los que tanto hablaban.
Taehyung siempre había estado al pendiente de sus salidas con el GPS, por lo que, si se tardaba más de lo normal, emprendía viaje para buscarle y llevarle de vuelta a casa. Lo mismo que había pasado el día que conocieron a todos esos seres que ahora les protegían.
Se sentía un mal amigo, una mala persona. Todo lo malo que pudiera pensarse por permitir que saliera del departamento y no se diera cuenta de su desaparición hasta el día siguiente.
Tal vez si no se hubiera encerrado en la habitación con Yoongi...
―Jimin.
La voz ronca y somnolienta de Taehyung le hizo dejar de enredarse en sus pesimistas pensamientos, prestando toda su atención en su amigo, quien tenía el rostro lleno de lágrimas.
Rápidamente se acomodó y pasó ambos brazos por el cuerpo de Taehyung, abrazándole para que pudiera desahogarse, aunque sea un poco. El pelirrojo correspondió el abrazo mientras se soltaba en lágrimas, apreciando mucho el calor confortante que Jimin le brindaba.
―Quiero que Namjoon elimine el recuerdo de mi mente― Jimin frunció el ceño al no comprender lo que quiso decir, manteniéndose en duda por algunos segundos. ― ¿R-recuerdas el día en que nos secuestraron? Suran dijo que Namjoon puede borrar recuerdos...
Y no, Jimin no lo recordaba hasta ese momento.
Se separó ligeramente del pelirrojo, viéndole con un rostro preocupado, pero curioso a la vez.
―Y-yo intento olvidar, no recordar todo lo que pasó ni la cosa espantosa que lo hizo, pero las imágenes mentales llegan y es horrible―sollozó Taehyung, apretando el agarre en el cuerpo del más pequeño. ―No me importa perder ese recuerdo, no quiero tener que vivir con eso toda mi vida. Prefiero estar confundido por el dolor en mi cuerpo que recordar la nariz húmeda de ese animal pasarme por todo el cuello y su asqueroso miembro entrando en mí.
Jimin asentía mientras sentía sus ojos llenarse de lágrimas, apretando los labios para no soltar un sollozo. Taehyung no le había contado detalles desde que lo había encontrado y el tan solo pensar en aquello le ponía los pelos de punta, no se imaginaba el cómo era sentirlo en carne propia.
―P-prefiero tener el conocimiento de que fui violado, pero no tener los recuerdos ni el escalofrío por las horribles sensaciones que tuve ese día. ―Jimin se mantuvo callado mientras analizaba las posibilidades. Que otros recuerdos que no desean perderse se olviden o que tenga algún efecto secundario. ―Por favor, no pido nada más.
Asintió mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas, abrazando nuevamente a Taehyung, quien comenzó a llorar junto a él.
―Hablaré con Yoongi hyung para que le comente a Namjoon hyung, pero nosotros no nos moveremos de aquí.
Jimin no había pensado en aquella posibilidad, ya que no recordaba el poder de su hyung. Pensó en todas aquellas personas que no tienen la posibilidad de borrar recuerdos, sino que tienen que vivir con ellos el resto de su vida.
Agradecía que su amigo tuviera la posibilidad de olvidar. Haría lo posible para ayudarle y que no tuviera repercusiones.
Caminaba tranquilamente por el bosque, recogiendo algunas de las nueces que debía llevar al día siguiente a las hadas que cuidarían a las ardillas bebés. Suspiró cuando examinaba una de las nueces, pensando en que sí podía llevarla, pero debía ser consumida los más pronto posible.
Un dolor espantoso comenzó a expandirse en el nacimiento de sus alas, sintiendo cómo alguien comenzaba a tirarla hacia atrás, caminando de forma torpe ante el dolor y el ir de espaldas.
― ¡Ah, duele! ―chilló agudo mientras intentaba zafarse del agarre, sintiendo como cada vez entraban a lo más profundo del bosque.
―Créeme dulzura, esto es lo mínimo de dolor que sentirás en mucho tiempo―Suran apretó una de las alas de Tzuyu, haciendo que la pelinegra gritara de dolor. Ambas acercándose a la casa del hechicero.
El día anterior, Suran había seguido a Tzuyu luego de lo que pasó en el bosque, pero no tuvo oportunidad de acorralarla, ya que se la había pasado como garrapata sobre la hada mayor. Si se la llevaba y no aparecía en un buen tiempo, ella sería la culpable número uno, por lo que prefirió esperar a que estuviera sola.
― ¿¡Suran!? ―La castaña apretó con más fuerza su ala, para confirmarle que sí era ella. ―Pero ¿Qué haces? Me duele mucho si me llevas así.
Suran recordó el rostro demacrado de Taehyung luego de que le violaran. La sangre en su parte trasera y su mirada perdida.
―Me alegra mucho que sea así, pero pronto tendrás un poco más, no te preocupes―la pelinegra no comprendía nada, tenía sus sospechas, pero no lo creía posible.
Pronto llegaron a la casa de Namjoon, en donde todos estaba esperando a la llegada de las hadas.
Suran tiró de las alas con fuerza hacia adelante, haciendo que la hada cayera de culo frente a sus mayores, quienes le miraban con ojos asesinos.
Tzuyu gruñó mientras se quitaba en cabello de la cara, sintiéndose fallecer cuando vio quiénes estaban frente a ella.
― ¿P-Por qué estoy aquí? ―intentó sonar segura, pero el temor de los imponentes seres que le miraban de esa forma, la hacía temblar de terror.
Antes de que cualquier cosa pasara, Yoongi comenzó a enredar sogas muy fuertes, encantadas por el hechicero, alrededor de Tzuyu. No tuvo que luchar demasiado, ya que hizo fuertes nudos con sus poderes.
Yoongi y Namjoon la levantaron, colocándola sobre la silla de metal que estaba a la orilla del lago de Jin.
― ¡Suéltenme, ustedes no pueden hacerme nada! ―Tzuyu comenzó a agitarse sobre la silla, viendo el agua del lago con mucho terror.
Desde el día en que algo la había llevado hasta el fondo del mar, había generado una fobia por los mares o lagos desolados, ya que en su última experiencia nadie había estado ahí para ayudarle y siempre temía en que algo o alguien la hundiera hasta ahogarla.
―Te advertíamos que, si hacías algo en contra de las hadas refugiadas de nuevo, íbamos a delatarte con la hada mayor―Namjoon apretó el agarre en las sogas, haciendo que Tzuyu gritara por el ardor y el dolor que estas provocaban. ―Te lo advertimos y aún así hiciste una locura.
Tzuyu sollozó mientras seguía agitándose, manteniéndose limitada ante el riesgo de poder caer al lago en cualquier momento.
― ¡Ustedes no pueden dañarme, si lo hacen los expulsarán del bosque! ―gritó mientras dirigía su mirada asesina hacia Yoongi, quien perecía gozar totalmente el rostro de sufrimiento de la chica. ―Por eso eres un peligro para este bosque, hada de mierda.
Yoongi levantó una ceja con una sonrisa burlona, bien decían que las personas critican en otros lo que realmente son ellos mismos. Tzuyu hablando sobre proteger el bosque, mientras enviaba seres prohibidos para asesinar a otros.
―Tal vez ellos no tengan el derecho de dañarte...―Jungkook comenzó a salir de la casa, llevando consigo el cuerpo del Sátiro, el cual estaba en muy malas condiciones y mantenía todas sus extremidades atadas. El elfo lo lazó al lado de Tzuyu, quien chilló asustada. ―Pero yo sí lo tengo.
La chica respiraba entrecortado mientras veía al elfo, sabía que tenía razón y que él podía torturarla sin tener castigo alguno. Se maldijo internamente.
―Ahora, vamos a contarte el por qué estás aquí. Aunque creo que eso ya lo sabes―Namjoon comenzó a hablar, haciendo que Tzuyu apartara la mirada. ― ¿Reconoces a este ser?
Tzuyu vio de reojo al Sátiro, manteniéndose callada y con la mirada en el césped. No planeaba decir nada.
―Hagamos las cosas más fáciles, por cada mentira o silencio ante alguna pregunta, vas a estar unos tortuosos segundos dentro del agua. También procederemos a usar armas, tanto para dañar las primeras capas de tus alas, como las de tu piel―Jungkook mostró la variedad de chuchillos que hacían parte de su kit de tortura, el cual solo usaba en ocasiones especiales. ―Lo mismo va para ti, Sátiro. Solo que en zonas más específicas.
El herido Sátiro bufó, intentando moverse para poder escapar, pero siendo en vano.
― ¿De dónde sacaste a este Sátiro? ―la primera pregunta fue lanzada y Tzuyu se mantuvo callada, no confiando en que realmente fueran a torturarla.
Jin, en su forma de tritón, asomó sus furiosos ojos por encima del agua. Esperando totalmente ansioso a poder ahogarla por unos buenos segundos.
Le había prometido a Namjoon no matarla, pero sí se daría la libertad de hacer con ella lo que quisiera dentro de los segundos permitidos. Desde que supo lo que le habían hecho a Taehyung por su culpa, su instinto asesino se había encendido sin control, por lo que tuvo que relajarse para poder ser de ayuda en el plan.
― ¿No vas a responder? Bien.
Namjoon le hizo la señal a Jin. El tritón, sin pensárselo dos veces, tomó una de las patas de la silla y la atrajo al agua. Siendo un grito agudo lo último en escucharse antes del chapoteo del agua.
Jin empujó a lo más profundo que pudo la silla, colocándose frente a la hada para tomarla del cuello.
Quería que le viera, quería que pudiera ponerles rostro a sus futuras pesadillas, como Taehyung seguramente las estaría teniendo.
Tzuyu soltó burbujas de oxígeno mientras se movía con pánico, el ver los rojizos ojos de Jin le daba demasiado pavor, sabiendo ahora quién la había ahogado la última vez.
Una luz se reflejó en el exterior, siendo la señal para que Jin la subiera y pudieran seguir.
Disconforme con el poco tiempo que pudo ahogarla, nadó con rapidez hacia el exterior, llevando consigo la silla y la hada. La sacó con mucha fuerza y poca dificultad, la hada comenzando a toser descontroladamente mientras soltaba agua de la boca.
El llanto de Tzuyu no conmovió a nadie en el lugar.
―Sátiro, usted no pertenece a este bosque ¿Cómo llegó aquí? ―Jungkook tomó uno de los cuchillos más afilados que tenía en su colección, acercándose al Sátiro para mostrarle que todo iba en serio.
―No diré nada―gruñó de forma animal mientras aniquilaba al elfo con la mirada, retándole a su vez a realizar algún movimiento.
Jungkook se encogió de hombros y levantó la mano con la que sostenía el cuchillo, bajándola rápidamente hacia el miembro del Sátiro, el filo enterrándose dolorosamente en la carne.
Un gruñido estruendoso retumbó por el bosque, el miembro del ser comenzando a sangrar.
―Oh, que pena ¿Te duele? ―le preguntó Yoongi con un falso puchero. ―Seguramente al hada que violaste también le dolió ¿No crees?
El Sátiro volvió a gruñir.
―Bien Tzuyu, si no quieres que una de tus alas o partes de tu cuerpo terminen como las de él―dijo Jungkook mientras señalaba al Sátiro. ―Es mejor que colabores. Aunque déjame decirte que, por mucho que te mantengas callada, tenemos las pruebas suficientes como para expulsarte del bosque o hasta matarte.
La pelinegra abrió los ojos en grande, manteniendo la mirada gacha. Su cuerpo temblaba por el frío y la ansiedad de verse dentro del agua una vez más.
― ¿Tú eres la que está trayendo a todos esos seres? ―no sabía si responder, pero eligió quedarse callada una vez más. ―Bueno, si así lo quieres.
Jungkook tomó el mismo cuchillo de antes y se acercó a Tzuyu, quien había comenzado a negar con la cabeza, llena de miedo.
El elfo colocó la punta del cuchillo en el brazo de la hada, mirándole con una sonrisa.
―Entre más te tardes en responder, el cuchillo bajará―la hada comenzó a llorar mientras intentaba transformarse en su tamaño hada, no lográndolo, por motivos que desconocía. ―Es fácil hablar, Tzuyu, no es necesario llegar a este punto.
El cuchillo se enterró en la suave piel, comenzando a bajar.
El grito de la chica fue tan fuerte, que todos pensaron que la pobre seguramente perdería la voz por unos días.
― ¿Escuchas tu propio grito? Ahora quiero que recuerdes que alguien más gritó de esta forma por tu culpa, que este sufrimiento no se compara con el que hiciste pasar al chico pelirrojo―La hada se golpeó a sí misma con el respaldo de la silla, no sabiendo qué hacer con todo el dolor. ―Dime Tzuyu ¿Tú eres la que los trae aquí?
La hada no aguantaba más, sentía que podía morir en cualquier momento.
― ¡Sí, yo los traje! ―Jungkook detuvo el descenso del metal, separando el arma de la piel.
Yoongi tomó otro de los cuchillos de Jungkook, esta vez siendo él quien se acercaba al Sátiro. A él sí podía dañarle, ya que estaba invadiendo un bosque en el cual no tenía permitido estar.
― ¿Qué les ofreció de recompensa por venir? ―preguntó el hada, sonriendo ante la mirada asesina del animal.
Al no haber respuestas, más allá de gruñidos, retomó el camino que Jungkook había hecho sobre el miembro del sátiro, comenzando a cortar.
― ¡Ah! ―gruñó al sentir cómo su parte íntima literalmente se separaba de su cuerpo, el dolor siendo insoportable. ― ¡Ella les prometió a los de mi raza Ninfas, dijo que en este bosque hay muchos seres hermosos que nos darán satisfacción!
Yoongi despegó el cuchillo de la carne, sintiéndose demasiado furioso ante la información recibida.
Jungkook tomó el rostro de Tzuyu con mucha molestia, haciendo que lo viera a los ojos.
― ¿Tú llevaste a este Sátiro para que violara al hada pelirrojo? ¿Por qué lo hiciste? ―Jungkook había sido entrenado para no llorar, mucho menos en esas situaciones, pero todo se le hacía tan horrible, que no pudo evitar el que su voz flaqueara un poco.
Tzuyu sollozó y se mantuvo callada.
Jin no necesitó ninguna señal y la hundió nuevamente, otro grito más agudo se escuchó antes de entrar a lo profundo del agua.
El agua salada hizo escocer la herida de Tzuyu, dándole mayor sufrimiento.
―Esa puta los está trayendo a este bosque, no sabemos cuántos de ellos hay aquí y no los hemos encontrado―Namjoon comenzó a pensar, sabiendo que el bosque era grande y eso daba oportunidad a que otros seres se escondieran.
―Vamos a hacer una búsqueda después de que hablemos con la hada mayor, por todo el bosque―ambos seres asintieron, viendo cómo Jin subía nuevamente a Tzuyu.
Jungkook enterró el cuchillo en la herida de Tzuyu, sin advertencias ni adelantos.
― ¿Tú mandaste a esa cosa a violar al hada pelirrojo? Dime rápido o te entierro el cuchillo―Tzuyu comenzó a asentir mientras lloraba descontroladamente, todo su cuerpo temblando.
― ¡Sí, yo le dije que lo violara!
Sin importarle lo que había dicho antes, Jungkook enterró más profundo el cuchillo, siendo todo producto de su molestia.
―Quiero advertirte una cosa, antes de que cualquier otra cosa pase―dijo Yoongi mientras se acercaba a Tzuyu, el elfo alejándose para darle permiso a Yoongi, ya que sabía que él le tenía un gran odio por todos los años de acoso. ―Si vuelves a pisar, aunque sea una parte del bosque, voy a matarte lenta y dolorosamente. Porque sí, Tzuyu, soy un peligro por los poderes que tengo, pero soy un peligro para las personas como tú.
Tzuyu le miró con ojos lleno de lágrimas, hinchados y rojos, no pudiendo dar una respuesta ante lo débil de su cuerpo.
―Es hora de ir con la hada mayor, hyung―Jungkook dijo, tomando una de sus espadas y enterrándola en el pecho del Sátiro. ―Debemos llevar el cuerpo del Sátiro como muestra.
Suran, quien se había mantenido en la casa, ya que no le gustaban esos escenarios de tortura, salió con una sonrisa nerviosa.
Jamás pensó el ver a una de sus compañeras de esa forma, pero sabía que se lo merecía, por lo que no se permitió el sentir pena ni tristeza por ella.
―Yoongi...―Suran llamó al rubio. ―Ven, por favor.
Suran entró nuevamente a la casa.
―No envuelvan el cadáver, hay que llevarlo así, para que todos lo vean. Al igual que a Tzuyu―el elfo y el hechicero asintieron, comenzando a preparar todo para salir.
Suran se acercó a la mesa en donde Yoongi había dejado sus pertenencias, sacando el celular del mayor.
―Tu cosa humana estaba soltando música, no supe qué hacer, así que lo dejé ahí―Yoongi tomó su celular, viendo el nombre de Jimin en la pantalla.
―Gracias Suran, es Jiminie. Diles a los chicos que tomaré la llamada y después saldré―Suran asintió y salió de la casa, dándole privacidad a Yoongi.
El hada devolvió la llamada con algo de ansiedad, temiendo en que algo malo hubiera pasado con Taehyung y ese fuera el motivo de la llamada. Últimamente las llamadas o mensajes no significaban algo bueno.
― ¿Yoongi hyung?
―Hola Jiminie, perdón por no contestar, estábamos en medio de la tortura al Sátiro y a Tzuyu―el hada escuchó el suspiro de Jimin al otro lado, sabiendo que hablar sobre tortura no era algo precisamente normal.
―Dime por favor que la hicieron sufrir mucho.
Yoongi rio, ya que no se esperaba esa respuesta de parte del humano.
―Mucho, ahora iremos con el hada mayor a delatar todo. Te daré más detalles cuando vuelva al departamento―Yoongi dio una revisada de reojo al exterior, viendo que todo estaba bien. ― ¿Por qué la llamada?
El suspiro de Jimin se escuchó nuevamente.
―Creo que será mejor decírtelo cuando llegues, pero por favor dile a Namjoon hyung que venga contigo. Es importante y es sobre Taehyung.
Yoongi no comprendió lo que quería hacer con Namjoon en el departamento, pero aceptó, ya que no podía perder más tiempo. Tenían que ir donde el hada mayor y sabían que sería una plática tensa.
―Bien, los llevaré conmigo cuando todo termine. Iremos rápido para que todo sea más eficiente ¿Sí? Cuida mucho de Taehyung y cuídate tú también.
―Adiós Hyungie, nos vemos en la noche. Cuídense ustedes también.
La llamada finalizó sin muchas vueltas, porque Yoongi necesitaba resolver el tema de Tzuyu lo más rápido posible. Guardó su celular en la chaqueta y las dejó en la mesa, no se arriesgaría de llevar nada humano al árbol central.
―Bien, vamos. Es hora de darle fin a toda esta mierda.
Todos se prepararon para salir, siendo Jungkook el encargado de llevar el cadáver del Sátiro. Namjoon llevaba a Tzuyu sobre la silla con sus poderes, ya que no pensaba cargar a la loca de quinta.
Jin y Suran se habían quedado en casa.
Cuando todos comenzaron a acercarse al pueblo, las hadas que los veían abrían los ojos y la boca con terror, volando hacia el árbol central para enterarse de lo que había pasado. Nadie comprendía el qué era esa cosa que el elfo guardián cargaba, ni por qué Tzuyu estaba en tan mal estado.
Tanto alboroto hizo que la hada mayor saliera para ver lo que estaba ocurriendo, colocando ambas manos sobre su pecho cuando vio lo que tenía a todas las hadas en pánico.
―Hada mayor y pueblo de hadas, venimos a darles una explicación del por qué tantos seres prohibidos están entrando en nuestro bosque―comenzó a hablar Jungkook, lanzando el cuerpo del Sátiro al suelo.
Todas las hadas, seres y animalitos jadearon ante la caída de la bestia.
―La hada Tzuyu, una de las hadas con los mejores puestos en el árbol central, ha estado incitando a bestias de otros bosques a venir al nuestro―la hada mayor veía todo horrorizada, comenzando a acercarse con precaución.
Todos los seres del bosque comenzaban a llegar, las hadas chismosas siendo las encargadas de esparcir el hecho.
―Como le mencioné en su momento, hada mayor, he tenido que encontrarme con seres no pertenecientes al bosque. Al principio pensé que solamente eran Orcos, pero no, más seres desconocidos comienzan a invadirnos, todo por la hada Tzuyu―todos comenzaron a murmurar, mientras la pelinegra mencionada agachaba la mirada con vergüenza.
―Este ser, del cual traemos el cuerpo sin vida, ha violado y asesinado a una de las hadas de pueblo―todos comenzaron a chillar con pánico, la hada mayor avanzando con más rapidez hacia Tzuyu.
Una media mentira que traerá más peso al caso.
La pelinegra abrió los ojos en grande.
¿Lo había asesinado?
Ella solamente quería que le hiciera daño, no que lo matara.
―No puedo creer esto...―suspiró la hada mayor, con la mirada fija en Tzuyu. ―Una de las hadas con mayor puesto, atrayendo seres al bosque para hacer daño e incluso la causa de que uno de los nuestros muriera.
Tzuyu comenzó a llorar nuevamente.
―T-todo fue por un error. Me equivoqué...
La hada mayor negó con rostro serio, apartando las manos de su pecho.
―No hay error que cause que atraigas seres naturalmente asesinos al bosque―la hada mayor se alejó, viendo firmemente a Yoongi. ―Lamento el no haberte creído sobre lo que hacen algunas hadas, entiendo el motivo por el cual no quieres estar en este bosque.
―Hada mayor ¿Cuál será la pena de Tzuyu? ―la mencionada le miró con un deje de compasión.
―Se irá a uno de los bosques en desarrollo, en donde hay pocos seres y los que se mantienen ahí, están siendo reformados―Tzuyu despegó la vista del suelo y comenzó a negar mientras lloraba. ―Sus poderes serán anulados y sus alas inutilizadas.
Las hadas podían verse como seres empáticos, amables y dulces. Pero una vez la furia y el rencor entra a su pequeño cuerpo, es difícil sacarlo de ahí. Todas las hadas que querían a Tzuyu comenzaron a aplaudir la elección de su mayor.
Tzuyu bajó la cabeza, sabiendo que su castigo era merecido.
Yoongi asintió conforme, quería sentir algo de lástima por ella, pero no era capaz. No después de todo lo que había hecho y todo lo que planeaba hacer.
Hoseok mantenía a Taehyung abrazado mientras comían del postre de fresas que Jimin había comprado, ambos viendo un capítulo de Kumamon. Temiendo que, si quitaban el canal, Yoongi los mataría.
Jimin agradecía mucho la presencia de Hoseok, su alma brillante siempre siendo de ayuda en momentos difíciles como esos. Se le había comentado todo lo que había pasado, no siendo un problema, ya que él conocía a los seres mágicos.
―Hyung, te inflaré el colchón para que puedas dormir aquí―al principio Hoseok solamente iría de visita por la tarde, pero al conocer los detalles de lo que había pasado e incluso lo que iba a pasar, prefirió el mantenerse junto a sus amigos.
― ¿En cuánto tiempo vienen los chicos? ―preguntó Taehyung con voz pequeña, manteniéndose en el abrazo con Hoseok.
―No lo sé, sabes que ellos no dan hora. Pero creo que no tardarán en venir, el cielo está terminando de oscurecer―Jimin miró por la ventana, la cual se había utilizado como puerta en los últimos días, sintiéndose nervioso.
― ¿Estás seguro de que quieres hacer eso? No sabemos si algo pudiera pasar y borren algún otro recuerdo o tengas mayores problemas―Taehyung se mordió el dedo pulgar.
―Nada es peor a tener esos recuerdos, hyung. No me importa perder algún otro por eliminar el del día en que un ser mitológico me violó―sonaba hasta tonto si se decía en voz alta, pero era la realidad, una que quería eliminar a toda costa. ―No saben lo horrible que es el sentir desconfianza de estar solo, aunque sea unos segundos, el temer que esa cosa aparecerá en cualquier momento y volverá a dañarme. Todo eso es peor que el dolor físico.
El pelinaranja asintió y abrazó con más fuerza a Taehyung, quien había comenzado a llorar.
―Pase lo que pase, estaremos aquí para cuidarte―dijo Jimin con una sonrisa pequeña, sentándose frente a Taehyung, acomodándose sobre la afelpada alfombra. ―Pase lo que pase después de que eliminen los recuerdos, estaremos aquí para ti.
Taehyung asintió mientras se secaba las lágrimas, sobresaltándose cuando escuchó la puerta ser tocada tres veces.
Jimin se levantó y observó por la mirilla, confirmado que eran sus amigos. Abrió la puerta y todos entraron, incluso Jungkook, Jin y Suran.
La hada y el tritón corrieron hasta Taehyung, Hoseok teniendo que apartarse para no terminar aplastado por los dos seres que intentaban abrazar a su amigo.
― ¿Cómo les fue con Tzuyu? ―Jimin cerró la puerta y los dirigió a todos al sofá, algunos quedando en el suelo, como Suran y Jungkook. ―Díganme que como mínimo la expulsaron del bosque.
Yoongi sonrió, dando una señal positiva a los humanos.
―Fue mandada a un bosque en desarrollo, sin alas ni poderes―los humanos abrieron los ojos con sorpresa, sintiéndose llenos de felicidad al saber que la chica había pagado, de cierta forma. ―Con Nam y Jungkook tuvimos que torturarla para sacarle información. También torturamos y después asesinamos al Sátiro.
Taehyung sintió mucho alivio recorrer su cuerpo, al saber que esa cosa que le había dañado tanto estaba muerta.
― ¿Al final fue Tzuyu quien lo llamó? ―preguntó Taehyung con voz pequeña, aún manteniendo el dolor en su garganta.
―Sí, ella estuvo atrayendo a los Orcos y los Sátiros. Sabemos que lo hizo con más especies, pero por ahora no conocemos cuáles ni dónde podrían encontrarse―todos asintieron, ya que el tritón y Suran no sabían ese detalle.
―Ella le dijo al Sátiro que te dañara―Jungkook habló directamente hacia Taehyung, sintiendo la necesidad de confortarle, pero se encontraba protegido por sus amigos y el chico de pelo naranja.
―Lo bueno es que ella no puede acercarse al bosque más ni puede salir de donde será enviada, solo debemos encargarnos del desastre que causó, antes de que sea demasiado tarde.
Yoongi y Jungkook asintieron, sabiendo que ellos tenían esa tarea encargada.
―Bueno ¿Qué es lo necesitas de nosotros, Taehyungie? ―preguntó Jin con una sonrisa, manteniendo el abrazo en el pelirrojo.
Taehyung tragó duro e hizo una mueca ante el dolor, sintiéndose nervioso de repente.
―Namjoon hyung...―el hechicero le vio con curiosidad. ―Quiero que elimines mi recuerdo de lo que pasó.
Todos se quedaron callados por un segundo, en lo que procesaban la información.
―Es verdad, puedes eliminar los recuerdos de ese día ¿No es así, hyung? ―acompañó Jimin, mordiéndose el labio ante la esperanza.
―Sí, puedo hacerlo―Taehyung sonrió pequeño ante la expectativa, sintiendo pequeñas lágrimas formarse en sus ojos. ―Toma algo de tiempo y Taehyung estará inconsciente por dos días, pero puedo hacer mi mayor esfuerzo para que no haya problemas mayores.
― ¿Problemas mayores? ―preguntó Hoseok, sintiéndose algo nervioso por tantos seres mitológicos viéndole. ― ¿Problemas como cuáles?
―Uh, una vez le borré un recuerdo a un minotauro y despertó sin saber si quiera su nombre―todos se pusieron nerviosos, en especial Taehyung. ―Pero solo pasó una vez y fue porque quería que eliminara un recuerdo muy extenso, de meses.
Todos asintieron, los contras eran menos que las ventajas.
― ¿De verdad quieres hacerlo? ―le preguntó una vez más al tembloroso pelirrojo.
―Estoy muy seguro.
Hermoso dibujo hecho por: @Naranjitalatex ❤️🥺
¡Hola! 👀
Les traje un nuevo capítulo en poco tiempo, porque sé que a muchas les quedaron las ganas de hacer pagar a Tzuyu, así que aquí estoy❤️
Sus cadenas de abrazos en los comentarios me dieron ternura y por eso me inspiré 😂
Espero el capítulo les haya gustado, no olviden dejar su estrellita y de antemano, gracias por el apoyo ❤️
¡Nos leemos prontooooo!✨