Ronan.
La rabia hace hervir mi sangre a una temperatura lo suficientemente caliente que me impulsa a hacer locuras. Quiero golpear la cara de mi padre y obligarlo a pedirme perdón. ¿Cómo se atreve a avergonzarme? Él me dejó claro que debo socializar, sobre todo, con los Karlsson. ¿Cambió de opinión muy rápido?
Tengo ganas de esconderme dentro del armario como lo hacía cuando era un niño. Esta noche logré encontrar mi confianza cerca de Allison. Ella hizo que me sintiera a gusto. ¿Por qué mi padre tuvo que arruinarlo? Nunca se interesó en mí, siempre se mantuvo al margen de mis problemas. ¿No pudo hacer lo mismo esta noche? Es más agradable cuando no tiene en cuenta mi existencia.
Antes anhelaba tener su atención, ahora solo quiero que desaparezca. Me dejó en ridículo.
—¿No llegaste hoy al pueblo? —inquiere mi padre, mirando a Allison —. Es imposible que seas novia de alguien que no conoces. Tengo entendido que ni siquiera naciste en New Hope. Eres canadiense.
Hijo de puta...
Dejo caer mi brazo alrededor de los hombros de Allie, solo para ver la sangre drenarse del rostro de mi padre. ¿Piensa que una chica como ella no se fijará en mí? Soy sorprendido cuando la reacción de Allie es envolver su mano alrededor de mi cintura como si fuéramos en realidad una pareja. Quizás lo somos, pero no estoy muy seguro si ella piensa lo mismo.
—El año pasado vine aquí por vacaciones y conocí a su hijo. Luego mantuvimos el contacto por internet —miente Allison con facilidad—. Todos los días hicimos video llamadas y hablamos hasta tarde. Ronan es un chico grandioso e interesante.
A la mierda. ¿Por qué está defendiéndome?
Raven y su hermano no paran de reír. Papá observa a Allison como si ella lo hubiera arrojado en una habitación llena de serpientes venenosas. Ella le devuelve una mirada desafiante. Obviamente no se dejará intimidar. ¿Es normal que me excite tanto su actitud de chica mala?
«Sí». —escucho su risa en mi mente.
Mi cara nunca se sintió tan caliente como ahora. Me costará acostumbrarme a la idea de que ella escucha mis pensamientos. Pienso que es genial, pero también muy incómodo. Hay cosas que me gustaría reservarme.
«Imposible»
Ni siquiera noto que ambos tenemos nuestras miradas bloqueadas en el otro. Mi mano baja hasta su pequeña cintura, casi rozando su trasero. Papá se aleja cuando nota que su presencia sobra.
—Oh, wow... —murmura Raven —. Hay muchas habitaciones libres en la Fortaleza.
Mi cuello pica por la sugerencia, siento que mi piel está en llamas. Respirar cerca de Allison es una tarea difícil. Solo quiero hundir mi nariz en su cuello e inhalarla. Me volveré un completo adicto a su aroma. Toda ella es exquisita.
Allie atrapa su labio entre sus dientes y no aparta sus ojos de los míos. Sabe que es absolutamente hermosa. Su belleza me afecta de la mejor manera.
—Hablaré con mi padre —expongo, apartándome de ella. La risa de Roy me persigue a medida que me alejo. Necesito una ducha bien fría pronto. Esta reacción no es normal. Estoy sudoroso, mi esmoquin de repente se siente muy ajustado.
Quiero aliviar la tensión en mis músculos.
Las paredes tiemblan de lo fuerte que suena la música, mis oídos no dejan de pitar una vez fuera de la Fortaleza Karlsson. Respiro aire fresco, tratando de orientarme. Mi mente solo piensa en sus labios, la forma en que su cuerpo se movía contra el mío.
Maldita sea.
El valet le entrega a papá las llaves del auto. Mamá tiene puesto un abrigo de lana mientras intenta calentar su piel.
—Mamá —espeto, acercándome.
Ella se voltea y me sonríe ampliamente. No hay ni un rastro de cansancio en su cara. Solo felicidad.
—¡Oh, Ronnie! —grita de alegría —. ¿Quién es la chica? Los vi muy juntos y a punto de comerse en esa pista de baile. ¿La conoces? Hacen una hermosa pareja.
Le devuelvo la sonrisa. Sabía que se pondría feliz de verme con alguien.
—Allison es...
—Su novia —termina papá por mí —. Te lo tenías muy guardado, Ronan.
Mamá frunce las cejas, totalmente confundida. Creo que fue una mala idea hacerle creer a papá que Allison es mi novia. De cualquier forma, no vine a buscarlo por ese asunto. Sigo molesto con él porque me dejó como un payaso frente a mis amigos.
—¿Eso es cierto, Ronnie? —cuestiona mamá.
Mis ojos irritados solo se enfocan en papá.
—Voy a contarte los destalles después, mamá —Mi tono relajante cambia a uno frío —. ¿Cómo pudiste dejarme en ridículo? Tú mismo dijiste que debo socializar. ¿Cuál es tu problema ahora?
Papá me mira como si quisiera aplastar sus zapatos en mi rostro. Bien, no soy el único que está enojado. No me quedaré callado esta vez. Ya no.
—¿Mi problema? Estaba haciéndote un favor, muchacho insolente. Una cosa es que te relaciones con ella y otra que te acuestes. ¿Qué pensará de ti cuando sepa tu problema? ¿Debo recordarte sobre tu parálisis de sueño?
Mamá sostiene su codo cuando da un paso amenazante hacia mí. Las personas a nuestro alrededor nos observan curiosos, sobre todo, el personal que custodia la puerta. ¿Me avergüenza? No. Estoy harto de recibir solo agresiones por parte del hombre que debería apoyarme y quererme.
—Demetrio... —suplica mamá —. Bebiste mucho esta noche. Lo mejor será irnos y dejar a Ronan con sus amigos. Se está divirtiendo.
—Pues que se vaya de una vez —gruñe entre dientes —. Nadie lo detiene.
No logro controlar la ira que me recorre, ocasionando que los vellos de mis brazos se ericen. Quizás estoy siendo imprudente, pero esa indignación en su cara me molesta como la mierda. Siempre he sido bueno leyendo a las personas y la envidia en su tono es muy evidente.
Entonces recuerdo la forma que miró a Ellie cuando llegamos, el deseo en sus ojos mientras examinaba a Allison. El vestido desgarrado de Georgie, la sangre en esa fotografía que tenemos juntos. La rabia detona a través de mis músculos. Mi rostro está tan caliente que estoy seguro de que va a estallar en llamas.
—¿Por qué te molesta tanto la idea de que me acueste con algunas de ellas? ¿Es porque yo sí puedo y tú no? Olvidé que te gustan las niñas. ¿No, papá?
El rostro de mi padre pierde por completo el color. Cierra el puño con fuerza como si estuviera conteniendo todos sus instintos que le gritan que me mate. Mamá libera un grito que me pone los pelos de punta. Mierda, hablé de más.
Me pasé.
¿Ese champagne me afectó?
Papá se detiene a centímetros de mí, sus dedos sujetan mi cuello en un agarre apretado. Una gota de saliva salpica mi rostro cuando habla:
—Tú y yo hablaremos en casa. Esto no se quedará así.
—¿Ronan? —La suave voz de Allie provoca que mi padre suelte mi cuello. Siento que me falta el aire porque incluso yo estoy conmocionado por las cosas que solté sin pensar —. ¿Pasa algo?
Mi corazón se acelera, la sangre sigue hirviendo en mis venas. El comportamiento de mi padre acaba de delatarlo. No negó nada.
—Me uniré a ti pronto —digo —. Vuelve a la fiesta, Allison.
Papá intenta arrastrar a mamá dentro del auto, pero ella se niega. Hay cientos de preguntas en su cara. ¿Qué pensará cuando sepa que su amado esposo es un pedófilo y tiene una amante? Tal vez no hay prueba que demuestre mi afirmación, pero las encontraré. Sus actitudes sátiras lo culpan.
«¿Sabías que puedo sentir todas tus emociones?» —Allie me habla en la mente —. «Es agobiante escuchar lo que piensas de tu padre»
Cierro los ojos un breve segundo. Esto será difícil.
«Entonces evita escuchar lo que pienso»
«No pidas imposibles, cariño»
—Señora Dumont —Allie le tiende a mamá su delicada mano. Ella lo acepta con una tensa sonrisa —. Quiero darle las gracias por asistir a mi fiesta de cumpleaños. Es una lástima que se vaya tan rápido. Aun no comió el pastel.
Mamá sonríe tímidamente. ¿En serio se creyó la mentira de que es mi novia?
—Oh, estoy muy halagada de ser bienvenida —dice mamá —. Ronan puede llevarme un pedazo mañana.
Allie la observa con adoración.
—Por supuesto que sí. Me encargaré de que sea un pedazo enorme.
—Eres una chica muy hermosa, Allie —musita mamá —. Me pone feliz saber que eres novia de Ronan.
Toso un segundo, intentando disimular el rubor que calienta mi cara.
—Espero conocerla personalmente muy pronto —Allie suelta su mano. Ni siquiera observa a papá —. Nos llevaremos muy bien.
—Apuesto a que sí —Mamá besa sus mejillas —. Cuida a mi hijo y disfruta la noche.
—Lo haremos.
—Buenas noches, señorita —masculla papá.
Me lanza una última mirada amenazante antes de entrar al auto con mamá y desaparecer. Mi pecho sigue muy tenso. Mis fosas nasales apenas logran inhalar el aire. No puedo creer que fui tan imprudente.
Lo eché a perder.
—Entonces piensas que tu padre es un maldito pedófilo —expone Allie.
Trago duro.
—¿Puedes bajar la voz?
Ella le echa un vistazo a nuestro alrededor con un encogimiento de hombros.
—Tú conoces casi toda mi historia, es justo que yo también.
¿Ahora? Ni loco.
—Ya tendremos tiempo de conocernos —digo —. Regresemos a la fiesta, necesito un trago muy fuerte después de este drama.
Entramos de nuevo al salón, siendo golpeados por los ruidos bulliciosos. Raven encontró compañía en un chico. Roy se unió a Ellie y Sadie. Sin rastros de Melissa. Desabrocho los tres botones de mi camisa para respirar mejor.
Una vez cerca de la barra, Allie ordena el trago por mí:
—Sprite, por favor.
Enarco una ceja.
—¿Sprite?
—Los humanos no tienen mucha resistencia al alcohol —espeta —. Mañana me lo agradecerás, cariño.
El bartender me da una botella de Sprite y bebo sin protestar. No quito mis ojos de Allison. Ella evalúa mis labios, luego mi garganta cuando trago. Mmm... la bebida es dulce y fría. Justo lo que necesito.
—¿Entonces tu historia familiar no es la mejor? —inquiere.
Me río con ironía.
—¿En serio quieres hablar de mí el día de tu cumpleaños? —Dejo la botella de Sprite en la barra —. ¿Por qué mejor no bailamos? Quiero que me enseñes más de tus movimientos.
Se muerde el labio.
—Vaya, no eres tan mojigato. Se supone que los vírgenes no actúan así. En su mayoría son pequeños pubertos nerviosos que actúan como si nunca hubieran visto a una chica.
Me siento ofendido de que me compare con esos aburridos estereotipos.
—Soy virgen, no un cura —aclaro —. Además, me gustaría saber si es verdad lo que le dijiste a mi padre.
—¿Qué cosa?
—Que soy bienvenido en tu habitación y tu cama.
Su pecho sube y baja rápidamente.
—Eso tendrás que averiguarlo tú mismo.
Ella me sigue el juego con una sonrisa coqueta mientras se dirige a la pista de baile. Su cuerpo se mueve lento y seductoramente. Aparta el cabello de sus hombros, levanta el dobladillo de su vestido con descaro y confianza.
Tan hermosa.
Me uno a ella sin dudar, mi cuerpo entero respondiendo a su cercanía. Sus labios entreabiertos, sus brazos envueltas alrededor de mi cuello me excitan de maneras que nunca creí posible. Esto alcanza mucho más profundo mi nivel de locura. Está en mis venas, ardiente y sin peso. Está en mi cabeza como un susurro llena de promesas.
—Mierda... —digo, afligido —. Tenerte cerca hace que sea muy difícil respirar. ¿Qué me estás haciendo?
—Nada —jadea —. Yo... tampoco entiendo.
Tomé la Sprite hace minutos, pero mi garganta está seca. La piel me pica, estoy en llamas.
—Será mejor que dejes de tocarme —suplico —. Solo haces que sea difícil.
Me mira por debajo de sus espesas pestañas.
—¿Y crees que es fácil para mí? —Se aparta —. No tienes idea lo mucho que estoy sufriendo. ¿Lo peor? No pedí nada de esto. Tú tampoco.
Me da la espalda, su abundante cabello oscuro cae de manera delicada hasta su cintura. Cada órgano de mi cuerpo responde a ella. Nunca vi a una criatura tan hermosa.
—Podemos hacer que sea mejor —susurro en su oído —. Deberíamos dejar de resistirnos. ¿Puedo tocarte?
Asiente rígidamente.
—Sí.
Se mantiene de espaldas a mí con la respiración agitada y desbocada. Mis labios hacen contacto con el pulso en su cuello mientras lamo su piel. Ella busca a tientas mi mano y entrelaza nuestros dedos para darle un apretón.
—Estás temblando —murmuro contra su cuello.
—Tú también.
Recorro la piel de su brazo con mi dedo. Sus fosas nasales se inflaman con las profundas inhalaciones. Ama esto, mis manos sobre ella, dándole calor. Cuando me mira sobre su hombro, sus pupilas están tan grandes que tapan el verde en sus ojos.
—Para —dice —. Solo para.
Entonces camina fuera de la multitud, casi tropezándose en el camino. Me encuentro con la mirada divertida de Raven quién tiene a un chico frotándose contra su trasero. Puedo jurar que incluso ella siente la tensión entre Allison y yo.
Carajo, esto será un infierno.
💚
Allie.
Regreso a mi habitación rápidamente para cambiarme a un vestido más cómodo. Es negro y corto. Apenas cubre mis muslos. En el otro me costaba respirar. Necesito algo que pueda mantener fresca mi piel.
Ronan.
Hay un hilo invisible entre nosotros y se enrollan cada vez más, tirándose, encogiéndose para terminar con cualquier distancia que nos separa. Arreglo mi cabello y ralentizo la marcha de mi respiración. No recuerdo haberme sentido así por otro chico antes, pero esto es un caso diferente.
Ronan es mi compañero.
Y hoy comprobé que resistirme es doloroso.
Retoco mi maquillaje sin quitar mis ojos del espejo. Annie está acurrucada en mi cama, mirándome con atención.
—Soy un desastre —Le digo a mi gata —. Me siento completamente patética por caer desde el primer instante en que lo vi —Señalo mi cuerpo agitado —. El deseo me vuelve débil, a la mierda con toda mi resistencia.
—Definitivamente —concuerda mi madre, entrando a mi habitación sin pedir permiso —. Los vi muy juntos y calientes. Por cierto, conocí a su madre. Es encantadora.
—Dioses, esto es completamente loco. Yo también conocí a la señora Dumont. Es dulce y cariñosa.
Mamá sonríe.
—¿Y Ronan?
Me siento en la cama con un fuerte suspiro dramático.
—Intenso —Es la única palabra que encuentro para describirlo.
Mamá ajusta los tirantes de mi vestido.
—Te ves hermosa hablando de él tan ilusionada —sonríe —. No veo la típica resistencia de chica ruda.
Acaricio el suave pelaje de Annie.
—Intenté apartarlo cuando se presentó, pero sentí un tirón en el pecho. Duele mantener la distancia con él. Estoy obligada, mamá. No quiero que sea una tortura.
—No tienes que verlo así —dice, ubicando un mechón detrás de mi oreja —. Una vez que te rindas sentirás la sensación más maravillosa.
—Ya lo sé, mamá. Necesito tiempo. ¿Por qué todo el mundo pretende que nos casemos si apenas lo conozco? Es justo que llevemos las cosas con calma, a nuestro ritmo —Froto mi cara —. No romperé nuestro lazo ni nada por el estilo. Solo quiero saber cómo es realmente.
Agarra mis manos entre las suyas y deposita un beso en mi palma.
—Eres mi hija, mi mayor orgullo. Quiero que seas feliz, Allison.
Le doy un fuerte abrazo que la hace suspirar. Por supuesto desea mi felicidad. Pasó infinitos obstáculos para mantenerme a salvo y a su lado.
—Prometo que no voy a defraudarte, mamá —digo en su hombro —. Nunca.
—Lo sé —Besa mi mejilla y se pone de pie —. Regresemos a la fiesta antes de que tu padre mate a Ronan. No estaba feliz cuando lo vio tocarte.
—Oh, dioses... Papá no pierde el tiempo.
—Es solo Asher Karlsson —musita mamá, resignada.
Volvemos a la fiesta entre risas y encuentro a papá con Ronan en la zona privada. Mis tíos también están ahí para empeorar la situación del pobre chico. ¿Algo inesperado? No siento en absoluto sus nervios. Solo está un poco avergonzado e intrigado.
Sus ojos marrones me siguen cuando me ve llegar y tomo asiento a su lado. Imposible ignorar la forma que papá resopla. Típico de él.
—Le estábamos diciendo a Ronan algunas reglas —empieza el tío Andrew —. Es algo que acordamos cuando aparezca los compañeros de nuestros hijos.
Pongo los ojos en blanco.
—¿Y cuáles serían esas reglas? —pregunto.
Ronan tose para ocultar su risa.
—La principal es respetar absolutamente todas tus decisiones y no permitir que derrames lágrimas por él —Papá levanta sus dedos mientras habla —. Segunda regla; su fidelidad y lealtad al cien por ciento. La última regla, nada de sexo hasta el matrimonio.
Mamá suelta una sonora carcajada. El resto de mis tías le siguen.
—¿Te estás escuchando, Asher? —interviene mi tía Reynard —. No recuerdo que te hayas casado con Arianne para marcarla, tampoco tuvieron ceremonia. Ustedes rompieron todas las reglas.
Papá se encoge de hombros.
—Estamos en una época diferente.
—¿Aden tendrá las mismas reglas cuando sea un adulto? —cuestiono y pongo mi mano en la pierna de Ronan para molestarlo —. Espero que sí, papá.
—Claro que sí. Soy partidario de la igualdad —asegura mi padre. Sus ojos críticos bajan a mi mano en la pierna de Ronan —. Solo quiero asegurar que seas muy feliz. Tus primas seguirán las mismas reglas.
Mi tía Melody casi escupe su bebida.
—Sigue soñando —Se burla ella —. Las niñas saben muy bien cómo manejar las relaciones y ser felices. No necesitan reglas ridículas.
—Absolutamente no —concuerda mamá —. Allison y Ronan tomarán las decisiones correctas.
—No tengo intenciones de lastimarla —La voz de Ronan suena segura y determinante —. Quiero conocerla a ella y su mundo. Creo que es una chica muy interesante.
Y con esas simples palabras, los muros a mi alrededor se desmoronan poco a poco.
💚
Melissa.
El cielo está iluminado por inmensas estrellas, los árboles rodean nuestro entorno. Escucho la música en la Fortaleza combinado con el canto de los grillos. Tristan se desploma sobre mí cuando un abrazador orgasmo nos desgarra a ambos.
No queríamos desaprovechar esta oportunidad. Siempre está muy ocupado porque ayuda a sus padres con la manada. Y bueno, yo no tengo permiso de verlo. Soy menor de edad, debo obedecer cada regla que impone el gran Axel Karlsson. Mi adorable, pero egoísta padre.
Él no aprueba que tenga relaciones sexuales con un chico que no es mi compañero. Mamá intentó hacerle cambiar de opinión al respecto. ¿Cómo tuvo el descaro de exigirme que reserve mi virginidad para el matrimonio?
—Estuviste perfecta —murmura Tristan, besando mis labios.
Lo empujo y recojo mi ropa interior del suelo. Sus ojos están cuidadosamente alejados de mi cuerpo mientras los míos no pueden dejar de vagar sobre el suyo. Húmedo, pero tan malditamente caliente. Su cabello rubio reluce en la oscuridad de la noche, su mano trabaja impacientemente para levantar la cremallera de su pantalón.
—¿Hasta cuándo crees que podemos hacer esto? —consulta —. Tengo dieciocho años y ella puede aparecer pronto.
Una extraña chispa de celos se enciende en mí. ¿Por qué me molesta tanto la idea de que su compañera aparezca? Quizás porque me acostumbré a nuestra relación. Él es bueno besando y complaciendo, pero tiene algo más. Disfruto su compañía y humor negro.
—La respuesta es muy sencilla, Tristan. Si ella aparece debemos detenernos.
Cubre su amplio pecho con la camisa blanca.
—Siento que esto nos está jugando en contra a ambos —Se ríe —. Imagínate, el otro día me puse celoso cuando Dick habló sobre tu trasero.
Mis manos se hacen puños en el dobladillo de mi vestido cuando termino de vestirme. La conversación se está volviendo incómoda. «Amigos con derechos, Melissa. Eso es lo que somos»
—Estás siendo ridículo.
—Demasiado —concuerda —. Hay veces que maldigo a la jodida diosa porque no somos compañeros. ¿Eso me hace un puto egoísta?
Aparto la mirada de él.
—Tristan, no...
—Estar contigo me hace desear cosas prohibidas, Melissa —Toma mi cara entre sus manos y besa mis labios —. Quiero ser el único dueño de tu cuerpo y corazón.
—Sabes que eso es imposible. Por favor, detente.
Lo atrapo con la mandíbula cerrada y los dientes apretados mientras retiene las respuestas que no son bienvenidas. Puedo vislumbrar ojos heridos. ¿Por qué? Él desde un principio supo de qué se trata esta tontería sin sentido.
Solo sexo sin ningún compromiso. No estamos destinados, esa es la realidad.
Gritos aterradores y pasos acelerados provocan que mi sangre se congele. ¿Qué mierda...? Veo a mi hermano Asa, Aden y Ava corriendo como si el mismísimo diablo estuviera detrás de sus traseros. Nunca los vi tan asustados como ahora.
—Maldita sea —espeta Tristan, poniéndose los zapatos.
Lo único que me faltaba. Se supone que estos mocosos deberían estar en la cama. Ellos solo tenían permiso de estar presente en la fiesta hasta medianoche. ¿Qué hacen en un oscuro bosque? Voy a matarlos.
—¡Asa! —exclamo y agarro su cuerpo cuando choca contra mí —. ¿Qué diablos está pasando? ¿Por qué gritan de esa manera? Ustedes no deberían estar aquí.
Ava tiene los ojos llenos de lágrimas, Aden no para de balbucear y decir incoherencias.
—Sombras —dice Ava —. Vimos al señor de las sombras.
Mierda, esto no suena nada bien. Más si viene de alguien como Ava. Todos en la familia sabemos que ella es la menos normal debido a sus visiones.
—¿De qué hablas? —inquiero —. Cálmate un segundo, Ava.
Ella mueve sus manos en todas las direcciones mientras continúa balbuceando. Está muy alterada como Aden y Asa.
—Solo queríamos ver las ranas del lago, pero apareció esa cosa —Aden tartamudea —. Es horrible, Melissa. Horrible.
Asa está estoico, en silencio. Mi insoportable hermano siempre tiene algo qué decir. ¿Por qué ahora no? Me asusta.
—Quiero ver a mi madre —suplica Ava —. Llévame con mi madre.
Tristan y yo compartimos miradas confundidas. ¿Qué mierda pasa? ¿De qué cosa hablan?
—Por supuesto, linda.
Y como si la situación no fuese peor, nos encontramos con mi padre a unos cuantos centímetros. Mamá se encuentra a su lado, Asa corre hasta ella. Mierda, alguien será regañada. Tristan probablemente se ganará un puñetazo.
—¿En qué quedamos, Melissa? —exige saber papá. Una vena salta en su cuello —. Te advertí que no quiero verte con este patán.
Tristan hincha su pecho, ofendido.
—Con todo respeto, señor. No puede prohibir que nos veamos.
Mamá maldice bajo su aliento. Yo intento no mirar a papá. Asusta como la mierda cuando está enojado.
—Pequeño cabrón pervertido —gruñe mi padre. Tristan ni siquiera le da importancia a sus amenazas —. ¿Si sabes que ella es menor de edad y tú un adulto?
—¡Ya basta, papá! —espeto, mortificada —. No estábamos haciendo nada malo. Solo lo mismo que tú practicabas mucho en tu juventud. Mamá dijo que te follaste a una momia andante.
La cara de papá se pone roja por la consternación. Mamá no oculta su carcajada, incluso Ava se ríe.
—No seas insolente, Melissa.
—Solo digo la verdad en tu cara —bufo, cansada de su ridícula actitud —. Además, eso no es lo importante aquí. Estos mocosos vieron algo en el bosque. Algo turbio.
💚
Allie.
Ellie, Sadie, Raven y yo finalmente conseguimos nuestras fotos con Brendon Urie. Melissa se lo perdió por estar muy ocupada con Tristan. Lástima. Hay una en especial que es mi favorita. Brendon me rodea con sus fuertes brazos mientras yo beso su mejilla. ¿Esta fiesta puede ir mejor?
Ronan y yo nos miramos de vez en cuando. No puede quitar sus ojos de mí, admito que yo tampoco.
—¡Oh, Dios! —Sadie percibe dónde están mis ojos traidores —. Cualquiera en la habitación pudo sentir la tensión que hay entre ambos. ¿Quién es él realmente?
Aprieto los labios.
—Mi futuro esposo —digo, sarcásticamente.
Y justo como espero, la boca de Sadie se abre con asombro.
—¿Qué? Nunca mencionaste que estás comprometida.
—Hay cosas que no sabes sobre mí, Sadie. ¿Dónde están mis primos? Te vi muy coqueta con Ellie y Roy. ¿Te tiraste a ambos?
Se sonroja.
—Rayos, no. Solo nos divertimos —ríe nerviosamente —. Ellie es la cosita más tierna que he conocido, pero es inexperta y no está lista. No quise presionarla.
—¿Qué me dices de Roy?
—Quizás le dé una oportunidad. Gracias por permitir que venga a este viaje, Allie. Nunca la pasé tan bien —Sus ojos grises se iluminan —. La Fortaleza es un sueño y tu familia es absolutamente increíble. Las mejores personas, digo licántropos, que he conocido. No puedo esperar para seguir explorando.
Roy escoge ese momento para aparecer. Su cabello está despeinado, hay una copa de Martini en su mano.
—Seré tu guía con mucho gusto, preciosa —Le dice mi primo.
Finjo que estoy a punto de vomitar.
—Fuera de mi vista los dos, pervertidos.
Después de asegurarme que los invitados estén bien, vuelvo con Ronan y mi familia. Lo veo hablando muy cómodamente con mamá. Él asiente a todo lo que ella dice y sonríe de vez en cuando. Ya la ganó. Es evidente.
—No es tan idiota como tu ex el Ken —masculla papá, dándole una mordida a su aceituna.
Suspiro ante la mención de Logan.
—Deja de llamarlo así, por favor. ¿Por qué siempre fuiste grosero con Logan? Él quería ganarse tu respeto y cariño.
Papá resopla.
—Aparte de idiota, es estúpido y crédulo.
—Dioses, papá. No seas cruel.
—No es nada personal en su contra —Se justifica —. No quería que te relaciones con él a causa de su familia. Ellos no son buenas personas, Allison.
—Logan es diferente.
—Eso no lo puedes asegurar —dice papá —. La maldad también es hereditaria.
Hay tanto resentimiento en su voz que me sorprende. Siento que hay algo más detrás de sus palabras.
—La familia de Logan no quería apropiarse solo de nuestros terrenos —cuestiono —. ¿Me estás ocultando algo, papá?
No me mira.
—Iré con tu madre —evita responderme y se aparta. ¿Qué rayos? Odio cuando me mienten.
Ronan deja a mis padres y viene a mi lado. Está parpadeando lentamente, es obvio que se muere de sueño.
—Veré si consigo un taxi a estas horas. Mi casa solo queda a dos cuadras, pero no quiero caminar.
—No será necesario —me apresuro a decir —. Uh... me hice la idea de que ambos podíamos seguir conociéndonos esta noche.
Su cabeza se inclina y el más leve toque de su nariz en la mía zigzaguea un relámpago en lo profundo de mi vientre. Toca mi collar con símbolo celta, intrigado por el amuleto.
—Hablabas en serio sobre dormir en tu cama.
Papá aclara su garganta exageradamente.
—Yo no bromeo con esas cosas.
Su agarre sobre la cadena alrededor de mi garganta se aprieta, acercándome a él.
—Puedo escuchar tus pensamientos, pero me resultas alguien impredecible.
—¿Puedo ser honesta?
—Claro.
—No me agrada la idea de que nos una un lazo.
Mi admisión no le sorprende.
—Lo sé.
—Pero estoy segura de que tú harás que cambie de opinión.
Esboza una perezosa sonrisa.
—Si me das una oportunidad, sí.
Le tiendo mi mano y él acepta. Nos alejamos juntos, ignorando a cualquier persona en nuestro camino.
—¡Allison! —Raven se interpone en nuestro camino —. ¿Tienes un minuto? Melissa quiere decirnos algo.
Por mucho que me gane la intriga no puedo posponer este momento. Conocer a Ronan es más importante.
—Lo siento, pero tengo algo pendiente.
Mi prima se ríe con complicidad.
—Entiendo —espeta —. Nos vemos mañana.
—Buenas noches, Raven —dice Ronan.
—¡Disfruta, Ronnie!
Con una inhalación entrecortada, subimos las escaleras. Sus pisadas unos pasos detrás y no puedo evitar girar mi cuello para sostener su mirada caliente. Cuando alcanzo la puerta, me vuelvo hacia él.
—Pasaste la segunda prueba —Le recuerdo —. Sobreviviste a mi padre.
Sus ojos marrones queman los míos.
—Muy pocas personas pueden intimidarme después de todo lo que he visto. Soy difícil.
—Ya me di cuenta.
La puerta se abre con un chasquido e ingresamos. Annie maúlla al notar alguien nuevo en mi habitación.
—Ella es mi mascota, se llama Annie —digo, cerrando la puerta con seguro.
Ronan se ríe.
—Es linda.
Observo con fascinación la manera que se acerca a mi gata y ésta se deja acariciar por él. De hecho, ronronea más alto de lo normal y se arquea hacia Ronan. Traidora.
—Puedo robarle ropa a Roy para que estés más cómodo. ¿Quieres?
Ronan se sienta en mi cama.
—¿Sabes por qué me gusta estar aquí? —escudriña, omitiendo mi pregunta —. Tu casa tiene ese toque de paz que la mía jamás tendrá. Huelo la unión familiar, el amor. Es caliente, nada se siente frío aquí.
Me acerco a él, pero hoy especialmente estoy muy torpe y tropiezo con mis tacones. Cuando estoy a punto de caerme, Ronan me sienta en su regazo. Ambos nos quedamos inmóviles, sorprendidos.
La temperatura en la atmósfera acaba de subir.
Un rubor caliente barre mis mejillas. Me siento un poco patética porque yo no suelo sonrojarme. Especialmente frente a un chico. Ronan no me aparta de su regazo, yo tampoco hago el intento de moverme.
—¿El problema con tus padres es muy grave?
Traga saliva.
—Hay un Poltergeist en mi casa —susurra —. Se llama Georgie y me atormenta algunas noches. Dejó de hacerlo cuando puse sal en la puerta de mi habitación. Tenía solo ocho años cuando murió, pero es bastante agresiva —Señala su cabeza —. Una vez me golpeó hasta dejarme inconsciente.
—Auch, lo siento.
—Es mi culpa. No se tomó muy bien el hecho de que la mandara a la mierda —Sus ojos siempre se mantienen en los míos —. No fui amable con ella.
—Haría lo mismo en tu lugar —Me muevo inocentemente en su regazo —. Yo tampoco soy amable con la intrusa en mi cuerpo. Le recuerdo todos los días quién diablos manda.
Él me da una sonrisa irónica.
—¿Por qué se metió en ti?
—Hay muchas suposiciones —Jugueteo con su corbata —. Supongo que buscaba una manera de seguir viviendo y dañando. Catalina es un demonio sin corazón.
—¿Y cuál es el papel que yo cumpliré en esto?
—No tengo idea. Más de uno ha dicho que eres importante —suspiro —. Durante toda mi vida no tuve el poder de elegir. Esta bruja se apoderó de mi cuerpo e hizo cosas sin mi consentimiento. Yo... no aprecio la idea de no tener elección.
Asiente.
—Por eso te molesta el lazo. No te dio oportunidad de elegir con quien estar.
—Exacto. Yo no puedo negarme a ti. Odio que me hayan quitado ese poder.
Él escucha, no juzga. Me gusta que sea así. Tal vez no será tan malo darle una oportunidad.
—¿Terminaste con tu novio antes de venir aquí? —indaga.
Mierda...
Lentamente, me reclino, manteniendo su mirada fija.
—¿Cómo sabes de él?
—Te busqué en Instagram y vi las fotos que comparten—admite.
Su brutal honestidad me toma desprevenida.
—Lo hice porque era lo correcto.
—Pero no lo que querías —agrega.
Cierro los ojos un breve segundo.
—Logan es un chico increíble y lo quiero muchísimo, pero también entiendo que nunca será lo que necesito. En simples palabras, no es tú —Mis dedos terminan de quitarle la corbata —. Y ya que estamos siendo honestos quiero que nuestra relación sea sin mentiras ni omisiones.
Exhala. No le da mucha importancia al asunto de Logan y se lo agradezco. Sería ridículo que se ponga celoso.
—Represento algo muy grande respecto a la maldición que tienes encima.
Chico listo.
—Sí —digo —. Eres una pieza importante en mi vida y quiero conservarte.
Inspecciona mi cara con su penetrante mirada como si tratara de ver más allá de mis palabras.
—¿Solo por eso?
—No. Estoy segura de que ambos seremos un gran equipo —musito —. Y cuando terminemos de conocernos no podremos estar separados. Mi necesidad hacia ti solo crece con cada segundo que pasa.
—La mía también — Agarra el dobladillo de mi vestido y lo sube un poco. Sus dedos se deslizan en la tela reunida, trazando mi pierna desnuda. El calor crece dentro de mí, respiro hondo —. No quiero luchar contra ti, Allison.
—Yo tampoco. Al menos no por ahora —Me siento a horcajadas y prosigo a quitarle la chaqueta de su esmoquin —. Roy puede prestarte ropa.
—Estoy bien así, no te preocupes. Hoy dormiré muy cómodo. No lo he hecho en mucho tiempo.
Mi corazón duele por él.
—¿Lo dices por tu parálisis de sueños y los fantasmas?
—Sí, también sufro insomnio. Es horrible.
—Puedo entenderlo perfectamente —digo, recordando mis pesadillas. Tuve muchas cuando era solo una bebé. Ella dejó su huella en mí, me marcó para siempre —. Espero cambiar algo hoy.
Su pulgar acaricia mi mentón.
—Eres tan hermosa y dulce. Al principio te mostraste ruda, pero ahora solo veo a una chica vulnerable y transparente. Te leo.
Intento ocultar mi sonrisa, pero sale sin que pueda detenerla.
—No quiero arruinarlo, Ronan. Mi familia depende de mí.
💚
Ronan.
No tengo idea de qué hora es. Solo sé que la música se ha detenido y hay un profundo silencio en la Fortaleza. Todo mi cuerpo está relajado, cautivado, feliz. Alguien duerme pacíficamente a mi lado.
Allie.
Solo tiene puesta su ropa interior y yo estoy sin camisa. Nunca dormí con una chica antes. La luz del sol ilumina cada centímetro de su piel, haciendo agua mi boca. Me froto los ojos para calmar a mis pensamientos. No quiero que me tilde de pervertido. Anoche ella fue sincera conmigo. No me dolió que admitiera sus verdaderas intenciones.
Espero que pronto me vea de manera diferente.
Un suave ronroneo me llama la atención y sonrío cuando veo a la gata blanca acurrucada cerca de nosotros.
—Hola, Annie.
Allie abre los ojos ante el sonido de mi voz y bosteza lentamente.
—¿Dormiste bien? —inquiere.
Mejor que en toda mi existencia. Solo estar cerca de ella me transmite paz.
—Nada de fantasmas —afirmo.
—Le agradas —dice cuando Annie acaricia mi brazo.
—A mí también.
Trata de reír, pero de alguna manera se convierte en un ataque de tos que la hace doblar. Su cara pierde color, sus ojos verdes se tornan oscuros. Annie se aleja con un maullido asustado.
—¿Allison? —pregunto —. ¿Estás bien?
La tos se vuelve más profunda, violenta. Parece que va a vomitar sus pulmones. Allie corre fuera de la cama y escupe en el suelo una flema. Es un fluido negro grisáceo que me hace estremecer. Mi mente está gritándome que la ayude. Salto hacia ella y sostengo su cabello con mi puño mientras vomita. Su pequeño cuerpo llora de dolor. No puede respirar.
Yo tampoco.
—¡Ayuda! —grito, alterado —. ¡Ayuda!
Segundos después, la puerta se abre tan fuerte que golpea las paredes y casi rompe la cerradura. Asher ingresa seguida de su esposa. Ignora el hecho de que tengo puesto solo mis pantalones y Allie está en ropa interior. Se enfoca únicamente en su hija.
—¿Princesa?
Allie toca su garganta, gimotea, pero el líquido sigue fluyendo de su boca. He visto cosas horribles, pero nada como esto. Ari la observa en shock, Asher carga el cuerpo de su hija rápidamente en sus brazos mientras ésta convulsiona.
—¡Llamen a Mila! —exclama, aterrado —. ¡Traigan a Mila!
—Papá —chilla ella.
—Shh... está bien, princesa.
Arianne viene a mí para calmar a mi alterado corazón. Tengo las manos en el pecho, frotando el dolor latente. La conexión me obliga a sufrir también. Prefiero los ataques de Georgie antes que esto.
Duele tanto.
Mis oídos suenan.
Mis ojos pican.
No puedo estar aquí mientras tiene un ataque.
Necesito hacer algo.
—Tranquilo, Ronan —pide Arianne —. Todo estará bien.
Asher sostiene a su hija en brazos mientras los gritos en los pasillos se vuelven más alterados. Allie vomita, el olor nauseabundo inunda la habitación. Huele a muerte. Putrefacción. Y mientras más la observo, imágenes confusas aparecen en mi mente.
Ya no veo a Allie.
Se trata de Catalina.
💚
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