Aunque no tardó en mucho para darme su apoyo. Simplemente dijo: «Es tu vida, puedes elegir como vivirla». Y a partir de ese día todo fue maravilloso, tengo a los padres más increíbles del mundo.

Escucho la risa de mi madre cuando me asomo a la oficina de ella. Mi padre está bromeando lo cual es extraño en él. Ashton Karlsson es un hombre que muy pocas veces sonríe, únicamente lo hace cuando se encuentra con su amada esposa.

«Vamos, Roy»

Dudo un momento cuando me detengo en la puerta, pero su voz ronca termina con cualquier inseguridad. Debo hacerlo ahora. Tarde o temprano lo sabrán, quiero que escuchen la noticia de mi boca.

—Sé que estás ahí, Roy —farfulla mi padre —. Entra de una vez.

Mierda. Suspiro agotado e ingreso lentamente. Me siento como si fuera un niño de nuevo, asustado por la opinión que tengan sus padres de él. Mi miedo a decepcionarlos es inmenso.

—Voy a darles una noticia y espero que no me juzguen.

Papá me observa con las cejas fruncidas mientras mamá permanece calmada. A esa mujer nada le perturba.

—Seremos abuelos —dice ella —. Lo sabemos, Roy. Incluso mucho antes que tú.

Wow. Eso... no me lo esperaba en absoluto. No oculto mi sorpresa, mi boca se abre con asombro. Mamá suelta una suave risa y se acerca a mí.

—Oh, cariño —musita con dulzura —. No deberías estar angustiado, menos por nosotros. Jamás vamos a juzgarte. ¿Acaso lo hemos hecho alguna vez?

Agito la cabeza, emocionado por sus sinceras palabras.

—Nunca —susurro.

—Entonces no le temas a nada —añade mi padre —. Somos tu familia y siempre vamos a apoyarte. ¿Está bien?

Asiento mientras mis brazos rodean a mamá.

—Está bien.

Papá tiene una expresión que no logro descifrar. Aparta el libro de su regazo y lo deja en el escritorio. Otra vez leyendo política. Le ha puesto mucha dedicación al tema desde hace años. Sabía que sería el próximo alcalde del pueblo.

—Tienes solo diecisiete años y no me agrada la idea —admite —. Pero nada de lo que diga hará que cambies de opinión. Tampoco permitiré que abandones a esa chica.

Me toco el pecho, ofendido.

—¿Crees que sería capaz de darle la espalda a Sadie?

Papá comparte una mirada con mamá.

—Ella no es tu compañera, estarás enfocado en alguien más cuando decida aparecer.

Hago una mueca.

—Eso no nos impedirá criar juntos al bebé si ella elige tenerlo —murmuro —. Muchos padres hacen un excelente trabajo a pesar de que no están juntos. Sadie y yo no seremos la excepción.

Mamá me da palmaditas en el hombro.

—Sé que así será —susurra —. Confiamos plenamente en ti.

💚

Melissa.

Deseé que estas maravillosas vacaciones duren para siempre, pero no todo es eterno lamentablemente. Volvieron las clases aburridas, tareas interminables y compañeros estúpidos que solo piensan en fiestas.

Debería unirme al resto de mi familia para buscar a Mila. Me resulta mucho más interesante enfrentar a demonios o fantasmas. En cambio, debo soportar las ridículas clases de filosofía que no me servirán de nada. Amo leer, pero maldito sea Platón y su estúpida República.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora