Si dice una vez más la palabra aparear voy a gritar. ¿Qué está mal con esta chica? Prefiero arrancarme los ojos antes que leer ese tipo de libros.

—No, gracias —Me apresuro hacia ella y le arrebato el celular —. Puedo informarme muy bien por mi cuenta. Agradezco la ayuda.

—Como quieras —resopla Melissa —. Tú te lo pierdes.

—Ha sido suficiente por hoy —dice Raven —. No queremos que pierdas la poca cordura que te queda.

Al fin, ya era hora. No estoy aquí en contra de mi voluntad, pero siento que mi cabeza fue triturada. Es mucha información la que debo conservar.

—¿Entonces ya puedo irme? —inquiero, guardo el celular en mi bolsillo.

—Por supuesto, pero anota nuestro número —murmura Ellie —. Debemos estar en contacto si se ofrece cualquier cosa. Ya formas parte de la familia. Bienvenido, Ronnie.

Inhalo, irritado. ¿Por qué presiento que me molestarán con el apodo el resto de mi existencia?

—Por milésima vez... —Cierro los ojos brevemente —. No me llamen Ronnie.

—Uy, Ronnie... —repite Ellie y recibe un golpe en la cabeza.

—Cállate, idiota —advierte Melissa.

—¡Auch! —Se queja Ellie —. ¿Qué te pasa?

Raven toma mi mano y me dirige a la puerta para alejarnos de la pelea infantil. Melissa y Ellie son un caos que no tenemos ganas de soportar.

—Ahora irás a tu casa y te darás un baño para alejar el estrés —musita Raven —. Tienes que ser muy sereno en este asunto.

—Eso intento.

Abre bruscamente la puerta de la habitación y lo primero que vemos es una cabeza roja. Una chica de grandes ojos azules, pecas en su nariz y sonrisa avergonzada nos mira divertida. Su parentesco con Raven es increíble. ¿Son hermanas? Apuesto a que sí. ¿Cuántos miembros hay en esta familia? Siento que nunca terminaré de conocerlos.

Definitivamente son muy numerosos como dijo Melissa. Esta casa fue construida para abarcar a una manada completa.

«Son lobos» —Me recuerdo. Es obvio que se reproducirán como animales.

—Otra vez husmeando, maldita chismosa —gruñe Raven con las manos en sus caderas —. ¿Qué dije sobre espiar detrás de la puerta, Ava? A mamá no le gustará saber que volviste a hacerlo.

La pequeña Ava sonríe sin verse arrepentida.

—Mamá no tiene que enterarse.

—Yo se lo diré —sostiene Raven.

—¿Quién es la chismosa ahora? Solo quise saber, estaban siendo muy misteriosas desde que llegaron anoche—Se acerca a mí, tiende su mano —. Soy Ava Karlsson. La cuarta zanahoria de la familia.

Le devuelvo la sonrisa. Ava es agradable y simpática.

—Hola, Ava. Soy Ronan Dumont —acepto su mano.

—El chico médium —asume.

No tengo idea qué soy exactamente, pero me limito a asentir.

—Sí.

Ella suelta mi mano.

—Mamá, mis hermanos y yo también somos médium.

—Lo sé —sonrío.

Raven agarra mi codo y me arrastra lejos de Ava.

—Vámonos antes de que te detenga con sus miles de preguntas. Es una niña muy curiosa.

Lazos MalignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora