Kaede No Himitsu | Ao No Exorcist Fanfic |

010. Un largo camino por recorrer

Una vez que se hubo cerciorado de que su uniforme estuviera bien puesto,  Kaede volvió a mirarse al espejo y suspiró rememorando todo lo que había escuchado en la reunión con Pheles por no mencionar lo que ocurrió esa misma noche. Había estado bastante inquieta desde entonces pues nunca había enfermado y le preocupaba la idea de tener que asistir a un médico pues no seria bonito explicar sobre su condición física.  Lo más sensato que le pareció hacer en ese momento fue esperar si ocurría algo más además de ese vómito pero todo indicaba que al único a quien podía contarle ese tipo de cosas era a Mephisto,  y no le apetecía realmente que él la viese en un estado vulnerable.  Simplemente,  no le daba buena espina.

Mentalmente estaba agotada aunque físicamente no sentía ningún cambio por lo que quizás solo debía hacer como si todo siguiera con normalidad. Resoplando por lo bajo, Kaede terminó de atar su cabello en una coleta alta con determinación y tomó su bolso para salir de su habitación.
Cuando llegó hasta la cocina se sorprendió un poco de ver que solo Rin estaba allí desayunando.

—Buenos días,  Rin-kun—saludó la albina sentándose frente al pelinegro con su desayuno listo.

—Buenos días,  Kaede-chan—sonrió Rin mientras seguía comiendo.

—¿Y dónde está Yukio?

—Se adelantó hoy,  no te preocupes.

—Oh,  ya veo.

Desayunaron en silencio y cuando llevaron sus platos a la cocina donde Ukobach los despidió,  salieron del dormitorio en lo que Kaede se ponía a revisar un cuaderno con apuntes de las clases verificando si no tenía alguna tarea pendiente.

Rin llevaba todo el trayecto mirándola fijamente y parecía que ella no había reparado en ello dado a que realmente parecía concentrada en su cuaderno.  El chico rememoró la conversación que había tenido con Yukio hace unos días y de pronto empezó a tener curiosidad sobre ella pues apenas conocía cosas sobre su vida y le serviría si queria saber que clase de persona era aquella que parecía importarle tanto a Yukio,  porque al menos eso no se le escapaba, sabía que Yukio le tenía más afecto del que seguramente estaba dispuesto a aceptar en voz alta.  Quizás hasta podría echarle una mano a su inexperto hermano menor.

—Oye,  Kaede—llamó Rin un poco nervioso ya que no sabía exactamente por dónde empezar y la peliblanco fijó en él su curiosa mirada—. Eh...nunca has hablado sobre tus padres y pues...¿quiénes eran? Claro,  si te apetece contarlo,  es solo que tenía algo de curiosidad y...

Kaede no pareció extrañarse, por lo que pensó que había comenzado bien.

—Mi padre era un exorcista que trabajaba para el Vaticano pero murió asesinado por un demonio hace meses en una misión —respondió la albina sin vacilar—. Y mi madre fue una mujer que murió cuando yo nací,  por lo que nunca la conocí.

Qué extraña sensación de déjà vu,  pensó Rin sin poderlo evitar.

—Lo siento—musitó pensando que quizás debería mostrar algo de empatía.