Una estudiante de la Academia de la Verdadera Cruz como cualquier otra. Hay algo oculto en ella, algo extraño que no tiene nada que ver con que sea una aprendiz de Exorcismo, ni con su estrafalario aspecto, ni con que uno de sus ojos no esté a la...
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Kaede abrió bastante los ojos mientras su corazón aumentaba de ritmo, cosa que no le pasaba desde hace bastante tiempo. Era cierto que hace tan solo minutos le había importado muy poco si Yukio estaba estudiando para ser exorcista o no pero era porque no se esperaba encontrarlo esa tarde precisamente en esa aula presentándose como su maestro.
Algo muy extraño estaba pasando y nunca antes le había pesado tanto a Kaede su metida de pata transformada en desgracia como en ese momento. Yukio continuó hablando.
—Les estaré impartiendo la clase de farmacología a partir de hoy.
Oh, diablos, pensó Kaede realmente preocupada y frustrada. Si había una razón por la que detestaba tanto la idea de tener que volver a empezar de nuevo la Escuela de Exorcismo era la clase de Farmacología : la detestaba. Era realmente pésima en el arte de curar heridas demoníacas.
—¿¡Huh?! !¿Yukio?! —exclamó Rin levantándose y apuntando a Yukio con ojos desorbitados, como tratando de corroborar que aquel si era Yukio.
—Mucho gusto en conocerlo—respondió una de las chicas que tenía el cabello de color violeta.
—¡Y-yukio! —continuó Rin tratando de llamar la atención del castaño. Era obvio que estaba esperando una explicación y Kaede se preguntó si realmente eran hermanos porque el parecido era bastante discutible.
—¿Qué pasa? —preguntó Yukio tranquilamente.
—¿Me preguntas "qué pasa" conmigo? —reclamó Rin bastante conmocionado —. ¡¿Qué pasa contigo?
Para sorpresa de Kaede, Yukio continuó bastante calmado y sonrió tanto para Rin como para el resto de la clase.
—A pesar de que soy de la misma edad que todos ustedes, empecé estudiando Exorcismo a la edad de siete años y terminé mis estudios hace dos años—explicó Yukio sin inmutarse mientras Kaede parecía estar perdiendo lo que le quedaba de calma conforme pasaba el tiempo—. Así que por favor diríjanse a mi con respeto en el salón de clase.
Toda aquella información había desencadenado varias hipótesis en Kaede, quien había apretado los puños en la mesa y su respiración se había agitado. Ambos iban por el mismo camino, ambos iniciaron su vida como Exorcistas desde temprana edad y era probable que en ese punto ambos tuvieran el mismo rango. ¿Cómo era posible? Nueve años tenía Kaede aproximadamente cuando conoció a Yukio ¿ya habría empezado a estudiar Exorcismo en ese entonces? ¿con siete años? ¿O fue después? La mente de Kaede era un auténtico caos y para su sorpresa se encontró con dificultades para aparentar indiferencia como de costumbre.
Al final, Rin se sentó demasiado consternado para continuar reclamando pero seguía lo bastante sorprendido para terminar de creerlo.
—¿Desde los siete años?...¿Me estás tomando el pelo?
