Una estudiante de la Academia de la Verdadera Cruz como cualquier otra. Hay algo oculto en ella, algo extraño que no tiene nada que ver con que sea una aprendiz de Exorcismo, ni con su estrafalario aspecto, ni con que uno de sus ojos no esté a la...
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Las circunstancias y el contexto por los cuales Yukio se encontraba en aquella situación no podía explicarlas de ninguna forma dado a que en realidad no recordaba cómo o por qué las cosas resultaban asi pero definitivamente no tenía motivo alguno por el cual quejarse de lo que estaba ocurriendo, puede que incluso fuera mejor solo vivir aquel momento sin importar en definitiva cómo habían acabado así.
—Entonces ¿de verdad no piensas decirme nada todavía? —susurró Kaede contra sus labios tomando aire luego de un largo beso sonriendo mientras permanecía encima de él justo en la cama de la habitación de ella—. Podría llegar a presionarte lo suficiente de muchas maneras hasta que decidas hablar.
—Me dijiste que me darías tiempo la última vez—le recordó el chico procurando mantener la serenidad en aquel momento siendo algo un tanto difícil teniendo a la albina sobre él desabrochando su camisa.
—Te dije que te daría tiempo pero jamás dije que yo fuera alguien paciente —respondió la muchacha con una sonrisa pasando sus manos con suavidad sobre el pecho desnudo del chico antes de acercarse nuevamente a su rostro pero esta vez desviándose hacia su cuello —. Tengo curiosidad de saber hasta dónde aguantarás hasta que decidas ser sincero.
—Eso sería jugar de forma injusta —le reprochó Yukio tratando de controlar su respiración en cuanto la albina se dispuso a besar su cuello poniendo a prueba muy eficazmente la resistencia de él ante su poca experiencia.
—Afortunadamente no para mí, cada uno usa lo que sabe hacer—respondió Kaede dejando una leve mordida sobre la piel del chico haciéndolo estremecer antes de incorporarse y desabrochando su propia blusa —. Veamos cuánto tiempo tarda mi persuasión para hacer mella en tu fria coraza.
Lo que pasó a continuación podría describirse a algo muy parecido a cuando el alma vuelve al cuerpo pues fue como si de pronto tomara conciencia de lo que estaba pasando e involuntariamente acabara despertándose sobresaltado dándose cuenta de que era aun bastante temprano pero quizás agradeció haberse despertado de golpe pues no sabía exactamente cómo iba a procesar lo que ocurría en su sueño de haber continuado.
Después de una larga ducha de agua fría para acomodar sus ideas, Yukio no pudo evitar pensar si habría algún punto en el que Kaede se cansara de esperarlo pero tampoco se sentía listo para abrirse con respecto al tema de su ojo izquierdo ¿sería capaz de aguantar si se presentara una situación como la de su sueño? Él no estaba preparado ni mental ni emocionalmente para algo así en definitiva.
—Kaede-san ¿puedo pasar? —preguntó el chico levemente sonrojado una vez estuvo listo para comenzar su dia no sin antes ir a la habitación de la chica para saludarla, no obstante, no tuvo respuesta y se disculpó antes de abrir la puerta —. ¿Estás bi-...?
Bastante se sorprendió en cuanto notó que la muchacha no estaba y su parte más nerviosa se preguntó a dónde pudo haber ido tan temprano antes de recordar que quizás se había adelantado para ir a clases pues él estaría lo suficientemente ocupado ese dia para no poder asistir . Al menos eso fue lo que se dijo pero tenía una extraña corazonada que le hizo pensar que eso no era lo que pasaba aunque eso no evitó que lo dejara pasar al menos por el momento ya que le esperaba bastante trabajo ese día.
